¡°No tenemos miedo¡±: los opositores venezolanos desaf¨ªan a colectivos chavistas y polic¨ªas para ver a Mar¨ªa Corina Machado
El Gobierno intent¨® desinflar las concentraciones convocadas por la dirigencia opositora, que logr¨® reunir miles de personas en Chacao
Cuando Mar¨ªa Corina Machado apareci¨® en medio de la calle ?lice del municipio caraque?o de Chacao, precedida de una caravana de motos confundida al principio con colectivos chavistas amedrentando a la poblaci¨®n, los manifestantes corrieron hacia ella y llamaron a los dem¨¢s para que se acercaran. Parada sobre un cami¨®n, habl¨® la dirigente que se dejaba ver despu¨¦s de estar casi cuatro meses escondida. Desde los edificios se asomaron para confirmar. En medio de la multitud, una mujer grab¨® los primeros minutos de su mensaje y lo env¨ªo por WhatsApp a los grupos de la familia repartidos por el mundo. ¡°Esta mujer tiene m¨¢s gu¨¢ramo [valor] que cualquier hombre. Es mi inspiraci¨®n¡±, le escribi¨® a los suyos que enviaban sus postales desde otras ciudades extranjeras, donde tambi¨¦n ocurrieron manifestaciones en rechazo a la toma de posesi¨®n de Nicol¨¢s Maduro prevista para este viernes.
Todos grababan y enviaban a alguien m¨¢s, todos narraban el momento que la propia Machado anticip¨® como hist¨®rico aunque termin¨® en una confusa detenci¨®n y liberaci¨®n que todav¨ªa no se ha explicado con claridad. Todos se hicieron el selfie con la l¨ªder detr¨¢s. No hubo cierre del evento cantando el himno, como suele hacer la oposici¨®n. Pocos pudieron escuchar el discurso de la dirigente en medio de la propaganda de Maduro que a todo volumen sonaba desde una tarima instalada a pocos metros. Tampoco se oyeron bien las palabras que dieron una monja y un sacerdote que se subieron al cami¨®n con ella ni las de Juan Pablo Guanipa, el ¨²nico dirigente de la Plataforma Unitaria que la acompa?aba y que, como ella, tambi¨¦n hab¨ªa estado en la clandestinidad en los ¨²ltimos meses.
El chavismo tom¨® la ciudad con tarimas, ruido, motorizados encapuchados armados y comandos policiales. Pero eso no impidi¨® que la los seguidores de la oposici¨®n se hicieran notar. ¡°Los venezolanos votamos el 28 de julio por una Venezuela democr¨¢tica. Eso lo sabe todo el mundo, hasta los militares¡±, dec¨ªa Luis Beltr¨¢n, un m¨¦dico de 61 a?os ataviado con el c¨®digo de vestimenta con los colores de la bandera pautado por Machado. ¡°Pase lo que pase los venezolanos estamos esperanzados. El que dej¨® salir a sus familiares y no est¨¢ ac¨¢ es porque est¨¢ orando en casa¡±.
La falta de informaci¨®n y la demora en la llegada de Mar¨ªa Corina Machado no gener¨® impaciencia. En la fila para comprar unas cervezas, Luis Marcano, de 59 a?os, preguntaba si ella vendr¨ªa cuando todas las marchas se concentraran en un mismo punto, mientras otra mujer avisaba con emoci¨®n que el grupo que se hab¨ªa concentrado a unos cuatro kil¨®metros, en plena autopista de Prados del Este, ya estaba llegando caminando para unirse con los que esperaban en Chacao.
La intimidaci¨®n del chavismo tuvo su impacto en la movilizaci¨®n. En sectores populares hubo cierre de calles que limitaron el transporte de la gente. Pero los que lograron reunirse actuaron en bloque. Cuando una caravana de colectivos del chavismo atraves¨® la multitud con violencia, abrieron paso para dejarlos ir no sin gritarles que no ten¨ªan miedo. Tambi¨¦n impidieron que la polic¨ªa se llevara detenidos a unos manifestantes. La misma templanza la mantuvo un grupo que lleg¨® temprano al punto de concentraci¨®n cercano a Petare, donde el gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) jug¨® adelantado y se instal¨® desde la madrugada con una tarima. Los opositores se mantuvieron las primeras horas con sus banderas frente a integrantes de colectivos encapuchados que aceleraban sus motos para hacer ruido e intimidar. Entre opositores y chavistas se intentaron se algunas conversaciones. ¡°Todos somos venezolanos¡±, dec¨ªan los de las caras cubiertas y los que no las ten¨ªan.
La gente se dispers¨® de a poco con la sensaci¨®n de haber cumplido, pero cargando la enorme pregunta de qu¨¦ sigue ahora, algo que Machado no alcanz¨® a decir antes de desaparecer entre la gente. Lejos de los chavistas, Sandra Bedoya Cruz, una docente de 53 a?os, esperaba con otro grupo que no se animaba a acercarse a la concentraci¨®n chavista y decidi¨® conquistar una parada de autobuses colg¨¢ndole una bandera. ¡°Lo que estamos pasando es terrible¡±, comentaba mientras se tapaba del sol con un cartel que dec¨ªa Mar¨ªa Corina. ¡°Esto tiene que cambiar para que los j¨®venes tengan un futuro¡±. Cruz¨® la ciudad desde el oeste al este para manifestar. Dec¨ªa no tener miedo, como casi todos los que salieron este jueves a la concentraci¨®n de la oposici¨®n en medio de grandes incertidumbres. Pero ella, en cambio, dec¨ªa tener la plena certeza de que Edmundo Gonz¨¢lez Urrutia regresar¨¢ para ser presidente. ¡°Lo que pas¨® el 28 de julio es historia. Ellos son minor¨ªa¡±.
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