Ecuador se sit¨²a como el pa¨ªs m¨¢s violento de Am¨¦rica Latina: un asesinato cada hora

El funeral de un pandillero no se limita a colocar flores ni rezar ante un ata¨²d. El ritual incluye disparos al aire que asustan a los vecinos de alrededor. Las puertas de las casas de los barrios controlados por las mafias se cierran de golpe. Los deudos visten de negro y portan armas por si se presentan sus enemigos. As¨ª es la vida en Ecuador, que est¨¢ m¨¢s violenta que nunca. Seg¨²n el informe 2024 de la organizaci¨®n Insight Crime, Ecuador se posiciona como el pa¨ªs m¨¢s violento de Am¨¦rica Latina, registrando una alarmante tasa de 38 homicidios por cada 100 mil habitantes.

En los primeros 50 d¨ªas del a?o, el pa¨ªs ha registrado 1.300 asesinatos, lo que equivale a un crimen por hora. Esta cifra refleja un aumento del 40% en comparaci¨®n con 2023, un a?o que ya ostenta el t¨ªtulo de ser el m¨¢s violento en la historia reciente del pa¨ªs. En medio de este contexto de sangre, al menos 50 menores de edad han perdido la vida, solo en enero. Entre ellos, se encuentran al menos tres beb¨¦s, v¨ªctimas de una violencia desmedida que no parece dar tregua. Con estas cifras, el 2025 se perfila como un nuevo hito en la tragedia de la inseguridad, acerc¨¢ndose cada vez m¨¢s a un r¨¦cord de muertes que nadie quiere ver.

Seg¨²n el Gobierno, el repunte de la violencia en el pa¨ªs se explica por factores pol¨ªticos, con la advertencia de que la situaci¨®n podr¨ªa empeorar antes de las elecciones presidenciales de segunda vuelta. ¡°Tenemos informaci¨®n de que estos grupos armados organizados estar¨ªan reagrup¨¢ndose y reabasteci¨¦ndose para un posible aumento de la violencia en marzo¡±, afirm¨® Giancarlo Loffredo, ministro de Defensa. Tras la primera vuelta electoral, Daniel Noboa realiz¨® cambios en las direcciones de las instituciones encargadas de la seguridad, que conforman el bloque de seguridad creado tras la declaraci¨®n de conflicto armado interno a principios del a?o pasado.

Estos ajustes han generado un remez¨®n al interior de las fuerzas policiales y militares, dos instituciones que el mandatario utiliza para reforzar su imagen de ¡°mano dura¡± frente a la creciente ola de delincuencia. A ello se suma la falta de recursos para mejorar la eficiencia de las operaciones de estas fuerzas y las dudas sobre la transparencia y calidad en la compra de chalecos antibalas para las tropas militares.

La ¨²ltima propuesta de Daniel Noboa ha sido solicitar ayuda militar extranjera a pa¨ªses aliados para reforzar el apoyo a las Fuerzas Armadas y la Polic¨ªa. Aunque no existen impedimentos constitucionales para dicha solicitud, el presidente, a trav¨¦s de su bancada en el Congreso, propuso discutir una resoluci¨®n que, m¨¢s all¨¢ de lo institucional, se percibe como un movimiento de campa?a electoral. Sin embargo, sus opositores terminaron aprobando de manera un¨¢nime el pedido de Noboa, que hasta el momento no ha revelado qu¨¦ pa¨ªses han mostrado inter¨¦s en enviar tropas especiales a Ecuador para combatir la creciente criminalidad. Sin embargo, la estrategia para enfrentar la crisis sigue siendo la misma: militares patrullando las calles y operativos en los que las fuerzas policiales regresan una y otra vez a los mismos puntos de conflicto, sin obtener avances significativos.

Mientras tanto, la inseguridad en Ecuador parece replicar escenas sacadas de un guion de ficci¨®n. Como el asesinato de un hombre mientras se ba?aba en una playa tur¨ªstica, donde los sicarios se adentraron en el mar para dispararle sin que nadie pudiera intervenir. O el ataque de sujetos vestidos con ropa similar a la de los militares, que irrumpieron en un conjunto habitacional de una zona residencial en Samborond¨®n, acabando con la vida de cuatro personas mientras estaban en sus casas. A lo largo de Guayaquil, Dur¨¢n y Manta, diversos barrios han sido escenario de al menos cinco masacres a plena luz del d¨ªa, en las que ni?os han quedado atrapados entre las v¨ªctimas colaterales. En medio de este caos, el director del hospital Teodoro Maldonado, Rony Camba, permanece secuestrado desde el 31 de enero, sin que ninguna autoridad se haya pronunciado sobre su paradero o su situaci¨®n.

Ecuador enfrenta ahora una nueva configuraci¨®n de bandas criminales, m¨¢s armadas, mejor entrenadas y m¨¢s violentas que nunca. Un fen¨®meno que ya hab¨ªan anticipado varios expertos en seguridad, cuando el Gobierno les otorg¨® el estatus de enemigos de guerra, con la intenci¨®n de frenar el avance de estas organizaciones. Para la organizaci¨®n Insight Crime, la intervenci¨®n militar en Ecuador no logr¨® disolver a los grupos criminales, sino que los oblig¨® a transformarse y adaptarse a nuevas estrategias.