Brasil celebra en pleno carnaval el primer Oscar de su historia
Walter Salles logra una estatuilla para su pa¨ªs con ¡®A¨²n Estoy Aqu¨ª¡¯, un drama sobre la dictadura y la batalla de la esposa de un desaparecido para obtener justicia
Brasil pudo saborear el domingo por la noche uno de esos triunfos dulces y planetarios que antes le brindaba el f¨²tbol. A¨²n Estoy Aqu¨ª, del cineasta Walter Salles, fue coronada en los Oscars como la mejor pel¨ªcula internacional en una victoria hist¨®rica para Brasil, que nunca en casi cien a?os hab¨ªa sido premiada por la Academia en Hollywood. De paso, el pa¨ªs se sacud¨ªa el arraigado complejo de inferioridad. ¡°Este premio es para una mujer que, despu¨¦s de la p¨¦rdida que sufri¨® a causa de un r¨¦gimen autoritario, decidi¨® no doblegarse y resistir. Este premio es para ella, su nombre era Eunice Paiva¡±, dijo Salles, de 68 a?os, al recoger el premio por el drama que narra la historia real una familia sacudida por la desaparici¨®n de su esposo y padre durante la dictadura brasile?a. Director consagrado en su tierra y con una amplia carrera internacional, el cineasta hizo felices a sus compatriotas, que aparcaron durante unas horas el carnaval para seguir la ceremonia. Cuando la espa?ola Pen¨¦lope Cruz ley¨® el nombre del vencedor, Brasil estall¨® en gritos de euforia en calles, hogares y en el samb¨®dromo de R¨ªo de Janeiro.
Pero la dicha no fue absoluta porque Fernanda Torres no logr¨® alzarse con el Oscar a la mejor actriz. Conscientes de que Demi Moore, con La sustancia, era una rival formidable, para los brasile?os fue un disgusto a?adido que le arrebatara el galard¨®n una joven desconocida como Mikey Madison, de Anora, la triunfadora de la noche. Pero Torres, con ese optimismo que siempre acompa?a a los brasile?os, reaccion¨® en redes con una frase que Eunice Paiva ((1929-2018) les dice a sus hijos tras la desaparici¨®n de Rubens Paiva, un antiguo diputado. ¡°Vamos a sonre¨ªr. ?Sonr¨ªan!¡±. A¨²n Estoy Aqu¨ª tambi¨¦n era candidata a mejor pel¨ªcula, pero imponerse en la categor¨ªa suprema siempre pareci¨® fue un sue?o inalcanzable.
Inmediatamente, las redes brasile?as se llenaron de alegr¨ªa y apareci¨® un torrente de memes con mensajes como este de Dayane: ¡°Walter Salles dando alegr¨ªa a los brasile?os, ese gustito de final de la Copa del Mundo, esa alegr¨ªa que Neymar nunca nos ha dado¡±. Circularon tambi¨¦n dosis considerables de bilis contra el narcomusical Emilia P¨¦rez y su protagonista, Karla Garc¨ªa Gasc¨®n, que asisti¨® a la gala, pero no desfil¨® ni abri¨® la boca. Muchos brasile?os celebraron tanto el triunfo propio como la derrota del narcomusical, cuyas opciones hundieron unos tuits racistas de Gasc¨®n.
Hace 65 a?os, Brasil estuvo a un paso de llevarse el Oscar cuando Orfeo Negro fue coronada como mejor pel¨ªcula extranjera. Es una historia basada en una obra de teatro de Vinicius de Moraes con banda sonora de Tom Jobim, fue filmada en R¨ªo de Janeiro, con un elenco brasile?o e interpretada en portugu¨¦s, pero era una producci¨®n francesa. As¨ª que Francia se anot¨® el triunfo.
Ahora las expectativas en Brasil eran tantas que en los ¨²ltimos d¨ªas se sucedieron las declaraciones se?alando que tres candidaturas (Mejor pel¨ªcula internacional, Mejor Pel¨ªcula y Mejor actriz) ya era un triunfo en s¨ª mismo, pero los brasile?os quer¨ªan romper el tab¨² y poder presumir de su primer Oscar.
La pel¨ªcula se ha anotado m¨²ltiples victorias antes de ser premiada en Hollywood. Torres gan¨® un Globo de Oro y Salles consigui¨® el Goya a la mejor pel¨ªcula iberoamericana Y, de entrada, llev¨® a los cines a cinco millones de brasile?os, algo in¨¦dito para el cine nacional desde la pandemia. Y tambi¨¦n ha dado un inusitado impulso a las demandas de las v¨ªctimas de la dictadura. La popularidad del filme ha puesto de actualidad e impulsado los trabajos de la comisi¨®n de muertos y desaparecidos de la dictadura, que el ultraderechista Jair Bolsonaro elimin¨® y Luiz In¨¢cio Lula da Silva reactiv¨®, pero casi en el ecuador de su mandato.
Lula celebr¨® el premio, en redes sociales, como ¡°un orgullo para nuestro cine, nuestros artistas y, principalmente, un orgullo para nuestra democracia¡±. El presidente alab¨® ¡°esta obra extraordinaria que mostr¨® a Brasil y al mundo la importancia de la lucha contra el autoritarismo¡±.
Salles dedic¨® el premio a tras dos mujeres, a las actrices que encarnan a Eunice Paiva, Fernanda Torres y su madre en la vida real, Fernanda Montenegro, toda una instituci¨®n en el teatro y el cine brasile?o. Vistos desde Basil, estos Oscars eran un d¨¦j¨¤ vu de los de 1999, cuando Salles y Montenegro fueron candidatos con Estaci¨®n central de Brasil.
Tras la ceremonia, el cineasta destac¨® la importancia del cine para mantener viva la memoria y lanzar alertas en tiempos oscuros: ¡°La democracia se est¨¢ volviendo fr¨¢gil en todo el mundo. Nunca pens¨¦ que ser¨ªa tan fr¨¢gil incluso en Estados Unidos. Por eso, lo que sucedi¨® en Brasil en el pasado parece algo muy cercano a nuestro presente actual¡±, recalc¨® Salles. ¡°Vivimos en una ¨¦poca en la que se est¨¢ borrando la memoria como proyecto de poder, por eso crear memoria es sumamente importante¡±, a?adi¨®.
La Comisi¨®n de la Verdad concluy¨® que Rubens Paiva fue detenido ilegalmente, torturado y asesinado en una mazmorra de la dictadura en R¨ªo de Janeiro hace 55 a?os y apunt¨® a cinco militares, que se beneficiaron de la amnist¨ªa. Dos de ellos siguen vivos.