Maduro profundiza en una Venezuela a su medida con una nueva reforma constitucional
El presidente, que ha delegado la tarea en Tarek William Saab, ha planteado una modificaci¨®n de 80 art¨ªculos que deber¨ªa estar lista en mayo para someterla a aprobaci¨®n
En uno de los ¨²ltimos episodios de S¨²per Bigote, la animaci¨®n de propaganda que protagoniza Nicol¨¢s Maduro como un superh¨¦roe con calzoncillos sobre mallas y anillo de esmeralda de poder, la reforma constitucional es presentada como una nueva herramienta para salvar a Venezuela de sus enemigos. En la serie, y tambi¨¦n en sus alocuciones oficiales, el mandatario ha dicho que la transformaci¨®n en la Constituci¨®n de 1999 busca ¡°hacerla m¨¢s fuerte contra quienes han llevado acciones en detrimento del pa¨ªs¡±. A 25 a?os de su creaci¨®n, el traje constitucional que tambi¨¦n es el legado de Hugo Ch¨¢vez que sustenta la revoluci¨®n bolivariana, ha comenzado a quedarle estrecho al heredero.
Venezuela pretende una nueva reforma constitucional que, de acuerdo a lo dicho por el propio Maduro, ser¨¢ despachada en apenas tres meses por una comisi¨®n donde re¨²ne a sus m¨¢s leales. En manos del fiscal Tarek William Saab; de su esposa, Cilia Flores; la vicepresidenta Delcy Rodr¨ªguez; las dem¨¢s cabezas de los poderes pol¨ªticos que controla y otros funcionarios y aliados ha quedado la revisi¨®n de la propuesta que abarca 80 de 350 art¨ªculos de la actual carta magna. ¡°Esta muchacha (la Constituci¨®n) cumpli¨® 25 a?os apenas y estamos listos para abrir las compuertas de un debate que la adapte a los nuevos tiempos. Es el momento preciso¡±, dijo Maduro cuando present¨® el documento en una carpeta roja.
El chavismo tiene por delante la consolidaci¨®n de un modelo autocr¨¢tico cerrado, en el que pueda gestionar sin riesgos el amplio rechazo popular que abri¨® una huella las pasadas elecciones. Maduro comenz¨® un tercer mandato en medio de las denuncias de la oposici¨®n de haberse robado la elecci¨®n en un proceso que no puede considerarse democr¨¢tico, como han denunciado los observadores internacionales que estuvieron el 28 de julio. Antes, en 2017, el chavismo ahog¨® meses de protestas ciudadanas con la convocatoria a una Asamblea Constituyente que oper¨® por m¨¢s de dos a?os sin redactar una nueva Constituci¨®n. El objetivo pol¨ªtico de entonces era bloquear el trabajo del Parlamento que por primera vez hab¨ªa conquistado la oposici¨®n. El escenario hoy es otro.
¡°La intenci¨®n de esta reforma es mantenerse en el poder sin tener la mayor¨ªa¡±, se?ala Benigno Alarc¨®n, director del Centro de Estudios Pol¨ªticos y Gobierno de la Universidad Cat¨®lica Andr¨¦s Bello. ¡°Eso hace pensar que presumiblemente vamos a tener un cambio en los mecanismos de legitimaci¨®n, que hasta ahora hab¨ªan sido por la v¨ªa electoral¡±. El a?o pasado ya se aprobaron una serie de leyes destinadas a aplicar un filtro a la participaci¨®n pol¨ªtica de opositores en elecciones. El presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodr¨ªguez, que hab¨ªa amenazado con reformar las leyes electorales, ha recalculado para decir que estas deben esperar el cambio constitucional. ¡°Nuestra aspiraci¨®n debe ser que nunca m¨¢s un ladr¨®n, un tr¨¢nsfuga, un ap¨¢trida, un violento, un fascista vuelva a ser candidato absolutamente a ning¨²n cargo de elecci¨®n popular en Venezuela, nunca m¨¢s¡±, justific¨® entonces.
Durante la presentaci¨®n de la propuesta, Maduro inst¨® a que se incluyan penas ¡°draconianas¡± para quienes busquen atentar contra la paz del pa¨ªs. ¡°En la Constituci¨®n debe quedar expl¨ªcito y claro que Venezuela no tolerar¨¢ ninguna amenaza fascista, sionista, neofascista o de cualquier caracter¨ªstica y debe ser penada de la manera m¨¢s draconiana posible¡±, dijo. Antes ya ha pedido aprobar la cadena perpetua para castigar la corrupci¨®n.
Poder comunal
Pero unas de las modificaciones que ha planteado Maduro de forma m¨¢s concreta implica un cambio en la geometr¨ªa del poder pol¨ªtico, al incorporar una instancia comunal a la jerarqu¨ªa de administraci¨®n que hasta ahora forma el poder nacional, regional y municipal. Sobre las estructuras comunales descansa el aparato de control pol¨ªtico y social del chavismo. Son estas instancias las que se activan en tiempos de elecciones, pero que tambi¨¦n gestionan el modelo asistencial del reparto de comida y gas en las comunidades. En el ¨²ltimo a?o, se han realizado varias elecciones, en las que no todo el pa¨ªs participa. En esos procesos de reducida concurrencia se aprueban proyectos que el Ejecutivo nacional financia directamente, salt¨¢ndose los poderes intermedios.
El Estado comunal es una vieja obsesi¨®n del chavismo que en 2007 fue rechazada en las urnas durante la reforma constitucional de 69 art¨ªculos que propuso el mismo Ch¨¢vez. Esta pretensi¨®n lo llev¨® a su primera derrota electoral y no tuvo otra opci¨®n que reconocerle a la oposici¨®n su ¡°victoria de mierda¡±, como dijo entonces en televisi¨®n. Dos a?os despu¨¦s vino la revancha y a trav¨¦s de una enmienda introdujo la reelecci¨®n indefinida en todos los cargos, lo que ha dinamitado por completo la alternancia pol¨ªtica que sostiene a las democracias. La de entonces era una reforma sobre una Constituci¨®n que fue parte sus primeras obras cuando lleg¨® al poder en 1999. Ch¨¢vez jur¨® sobre una carta magna que llam¨® ¡°moribunda¡± e inici¨® su Gobierno convocando a una constituyente para que Venezuela empezara de cero.
De esta nueva reforma poco se sabe. Maduro ha dado 90 d¨ªas (hasta el 15 de mayo) para que la reforma est¨¦ lista para ser aprobada por Asamblea Nacional y luego en elecciones. Ese plazo se cumple poco antes de los comicios de gobernadores y diputados pospuestos para el 25 de mayo. El presidente ha mencionado, adem¨¢s de la inclusi¨®n del poder comunal, los otros tres objetivos que persigue: ¡°una nueva sociedad para proteger a la familia de la mano de la tecnolog¨ªa y las nuevas formas de comunicaci¨®n¡±, ¡°el nuevo modelo econ¨®mico para el futuro para una econom¨ªa invulnerable a ataques externos¡± y la ¡°actualizaci¨®n jur¨ªdica del engranaje constitucional¡±.
Entre juristas se teme que la reforma implique la aprobaci¨®n de una nueva Constituci¨®n de contrabando para legalizar la ¡°autocracia cerrada¡± a la que ha girado el Gobierno de Maduro luego de las pasadas elecciones. ¡°Una reforma de esa magnitud requiere de una situaci¨®n normal. Un pa¨ªs crispado por la represi¨®n y con problemas econ¨®micos enormes dif¨ªcilmente est¨¢ preparado para encarar un cambio constitucional as¨ª¡±, reflexiona un abogado constitucionalista que prefiere mantener su nombre en reserva por temor a represalias. ¡°La Constituci¨®n est¨¢ para prever los derechos y limitar el ejercicio del poder. Cuando se te hace inc¨®moda empiezas a reformarla, pero lo que se juega es la paz. La sociedad va a terminar repudiando esa reforma y seguramente vendr¨¢n m¨¢s tensiones pol¨ªticas¡±.
Alarc¨®n asegura que, seg¨²n sondeos recientes, la disposici¨®n a votar en las pr¨®ximas elecciones no llega al 20%. La oposici¨®n ha entrado en una especie de repliegue por la persecuci¨®n a dirigentes pol¨ªticos y testigos electorales luego del 28 de julio y ha vuelto a centrar su estrategia en el plano internacional. El rechazo a la reforma puede, sin embargo, convertirse en un nuevo frente de conflicto que aumente la presi¨®n interna al Gobierno.