El uribismo pide expulsar a la oficina de derechos humanos de la ONU de Colombia

El informe que present¨® la semana pasada la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, sobre la deteriorada situaci¨®n de violencia en Colombia hizo estallar la tensi¨®n entre el Gobierno de Iv¨¢n Duque y el sistema de la ONU. El ala m¨¢s radical de la derecha, el uribismo agrupado en torno al expresidente ?lvaro Uribe, pidi¨® expulsar la oficina de la alta comisionada y redobl¨® los ataques a Naciones Unidas.

En cuanto se conoci¨® el informe, el presidente se refiri¨® al documento se?alando que planteaba ¡°una intromisi¨®n a la soberan¨ªa de Colombia¡±, y en un acto de respuesta coordinada, sus ministros de Defensa y el encargado del ¨¢rea de Estabilizaci¨®n y Legalidad, criticaron que el informe era ¡°impreciso¡± o ¡°chamb¨®n¡± (descuidado) y que ¡°desborda el mandato que ha suscrito el Gobierno con la oficina de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos¡±. Los miembros del partido de Duque se han unido a las cr¨ªticas. ¡°El presidente deber¨ªa revisar la relaci¨®n de Colombia con ONU y cerrar esa oficina de la Comisionada de DD HH, convertida en guarida politiquera con sesgo ideol¨®gico pasional. Ac¨¢ tenemos Procuradur¨ªa, Defensor¨ªa del Pueblo y Consejer¨ªa para los DD HH¡±, difundi¨® el expresidente del Senado, Ernesto Mac¨ªas. Su petici¨®n se extendi¨® a las redes sociales donde fieles del uribismo promueven la etiqueta #fueraONUdeColombia. El expresidente ?lvaro Uribe asegur¨® que el informe era ¡°injusto¡± y que ¡°sin propon¨¦rselo, estimula la acci¨®n de los asesinos¡±.

El informe presenta un crudo panorama de la situaci¨®n de derechos humanos durante 2019 en el que se evidencia el retorno de pr¨¢cticas como las masacres -36, la cifra m¨¢s alta desde 2014-, as¨ª como el asesinato de l¨ªderes sociales y la presunta participaci¨®n de miembros de las fuerzas militares en acciones ilegales como torturas. Pero, adem¨¢s, recomienda una transformaci¨®n del Escuadr¨®n M¨®vil Antidisturbios (ESMAD) y que la supervisi¨®n de esta fuerza de choque pase de la Polic¨ªa al Ministerio del Interior. Este ¨²ltimo fue uno de los puntos que m¨¢s molest¨® al presidente Duque. ¡°Eso les corresponde a las autoridades colombianas en el marco de la institucionalidad colombiana¡±, dijo el mandatario aunque el domingo pasado quiso bajar el voltaje a la tensi¨®n. ¡°Mantenemos una relaci¨®n respetuosa con la ONU y adem¨¢s orientada hacia los proyectos en Colombia¡±.

Pero la controversia se extendi¨® a otras ¨¢reas. Durante el fin de semana, el relator de la ONU Michel Forst denunci¨® que el Gobierno rechaz¨® su ingreso al pa¨ªs para finalizar un informe sobre defensores de derechos humanos que presentar¨¢ este jueves 4 de marzo en Ginebra. ¡°Quer¨ªan borrar por completo mi informe¡±, denunci¨® a medios de comunicaci¨®n. Ante sus declaraciones, el Consejero Presidencial para la Estabilizaci¨®n y la Consolidaci¨®n, Emilio Archila dijo que no exist¨ªan ¡°ni vetos ni desbandadas¡± y sobre el caso de la oficina de Derechos Humanos insisti¨® que el documento de la oficina de Bachelet ¡°presentaba omisiones de informaci¨®n¡± que ¡°no ayudan a construir paz¡±.

Y aunque en anteriores Gobiernos tambi¨¦n hubo molestias por los informes, la relaci¨®n con el sistema de Naciones Unidas se manten¨ªa cordial. Sobre la pol¨¦mica, desde la Misi¨®n de Verificaci¨®n de la ONU en Colombia se difundi¨® un comunicado en el que ratifica la cooperaci¨®n que mantiene con Colombia desde hace seis d¨¦cadas y su ¨¢nimo colaborativo. ¡°Nuestros reportes ofrecen recomendaciones constructivas desde diferentes perspectivas siempre con el prop¨®sito de aportar al desarrollo sostenible y a la construcci¨®n de paz en el pa¨ªs¡±.

Este no es el ¨²nico frente abierto en la disputa con las agencias de la ONU, pero s¨ª el m¨¢s sonoro. Hace pocos d¨ªas, el Gobierno cancel¨® el convenio de asesor¨ªa t¨¦cnica en sustituci¨®n de cultivos il¨ªcitos con la Oficina de las Naciones Unidas para la Droga y el Delito (UNODC), lo que, de acuerdo con su exdirector, demuestra ¡°el desprecio¡± del Gobierno por la decisi¨®n de campesinos de participar voluntariamente en la erradicaci¨®n de la coca.