?Son necesarias las escuelas de arte?
Hay quienes piensan que las escuelas de arte hoy en d¨ªa son obsoletas, pero tambi¨¦n existe una percepci¨®n de estas instituciones como una pieza fundamental para consolidar y profesionalizar las redes creativas, el dinamismo expositivo y el ¨®ptimo funcionamiento de su mercado.
Detr¨¢s de la aparente transgresi¨®n y el ¨¢nimo transformador en torno al sonido y la m¨²sica, en las reflexiones del compositor y fil¨®sofo musical estadounidense John Cage (1912-1992) -una de las figuras m¨¢s influyentes para el arte del siglo XX-, existe tambi¨¦n una b¨²squeda por resquebrajar la jerarquizaci¨®n occidental de los creadores y sus obras. El autor de 4¡ä33 escapaba del encumbramiento art¨ªstico y el involucramiento de su ego, el cual suele colocar a los autores como una suerte de conocedores o detentores de la verdad del mundo. Pero m¨¢s importante a¨²n es el hecho de que para Cage, todo ser humano es un artista en potencia.
Luego entonces, si el arte contempor¨¢neo comprende lo genuino, lo diverso y lo m¨²ltiple como elementos vitales dentro del mundo, si apela al cambio de perspectivas o incluso atraviesa el cuestionamiento de los distintos sistemas hegem¨®nicos surge la pregunta, tan ingenua como inc¨®moda, pero no por ello menos recurrente ni pertinente: ?cu¨¢l es la verdadera funci¨®n de las escuelas de arte contempor¨¢neo?
El acercamiento a la realidad m¨¢s visible nos muestra j¨®venes individuos ajenos a las esferas o grupos ce?idos al ecosistema art¨ªstico (l¨¦ase desde creadores, curadores, galeristas y art dealers hasta cr¨ªticos, productores, investigadores e incluso funcionarios p¨²blicos, etc.), formados profesionalmente para poder insertarse de forma mucho m¨¢s enfocada a un sistema y mercado en torno al arte.
Por una parte, a la academia no le han restado propulsores ni ejemplos palpables de ¨¦xito y pertinencia desde distintos frentes, ll¨¢mense ¨¦stos ¨¦xito en ventas, trascendencia discursiva, impacto est¨¦tico o penetraci¨®n de ideas fuera del ¨¢mbito art¨ªstico mismo.
Sin embargo, la llamada instituci¨®n escuela tambi¨¦n ha tenido a sus fuertes y claros detractores, especialmente durante las ¨²ltimas dos d¨¦cadas, en donde detr¨¢s de la discrepancia educativa frente a su realidad m¨¢s inmediata logramos ver ciertas fracturas a nivel institucional, as¨ª como una vertiginosa y esperada inclinaci¨®n hacia el desarrollo tecnol¨®gico, en funci¨®n del autoaprendizaje y el sentido autodidacta. En no pocas naciones, este ritmo de cambio ha puesto en jaque a los programas educativos, los modelos de ense?anza y, por tanto, al papel mismo que podr¨ªan o deber¨ªan tener las escuelas frente a su campo de acci¨®n.
En una entrevista para la revista iberoamericana Arteinformado, el artista, cr¨ªtico y docente uruguayo Luis Camnitzer (1937), de alguna forma concordante con el esp¨ªritu del pensamiento de Cage, afirmaba de forma puntillosa que las escuelas de arte deber¨ªan llamarse ¡°escuelas de ¨ªconos¡±. ¡°Los ¨ªconos son productos que tienen una imagen fuerte, dise?ada para permanecer en la mente del consumidor como si fueran una marca registrada (...). Son reconocibles, memorables, pero no afectables. Son pensados para crear una necesidad y deseando su sobrevivencia dentro de una posteridad hipot¨¦tica¡±, afirm¨® el pintor en mayo de 2020, a sus 81 a?os.
Desde el mismo sentido de diversidad y desarrollo del ser genuino frente a las necesidades colectivas, las sensibilidades mutuas o las m¨²ltiples posibilidades que aporta el arte contempor¨¢neo al mundo que habitamos, la reflexi¨®n sobre el papel de la academia se complejiza desde esa misma diversidad y diferencia de contextos: no ser¨¢ lo mismo desarrollar una b¨²squeda art¨ªstica libre y en condiciones ¨®ptimas para la creaci¨®n desde edad temprana, que estudiar arte en una instituci¨®n p¨²blica o privada, dentro del pa¨ªs en uno de los epicentros art¨ªsticos del mundo o en una escuela con una visi¨®n m¨¢s t¨¦cnica o enfocada a s¨®lo cierto n¨²mero de disciplinas, soportes o visiones mismas sobre el arte.
Acordes, similares y contextos
Para el artista multidisciplinario Parch Es (Julio Cann, 1989), su inter¨¦s y pasi¨®n expandida por la m¨²sica lo llev¨® a querer estudiar una carrera que en su momento se encontraba de forma incipiente en su pa¨ªs (M¨¦xico). Tras una primera decepci¨®n frente a la acotada oferta educativa musical local, la partida de casa vendr¨ªa acompa?ada de una futura transformaci¨®n y una constante en su quehacer art¨ªstico de Parch Es, quien hoy integra su formaci¨®n profesional en torno a la m¨²sica con la tecnolog¨ªa, las artes visuales y diversas reflexiones contempor¨¢neas.
¡°Fui con un amigo a la Escuela Superior de M¨²sica del Cenart a una pl¨¢tica para el proceso de admisi¨®n en 2008. Entre otras cosas, ah¨ª nos dijeron que no estudiaban jazz. Es decir, ?algo que tiene un siglo de existencia! La carrera dura ocho a?os, su industria es incipiente y se basa en un modelo europeo de hace m¨¢s de cien a?os. Incluso las academias europeas ya no est¨¢n ense?ando eso.
¡°Yo quer¨ªa estudiar producci¨®n musical y eso lo ten¨ªa bastante claro. Quer¨ªa una carrera que no fuera tradicional de m¨²sica y que incluyera tecnolog¨ªa y producci¨®n. En ese entonces, las escuelas que impart¨ªan m¨²sica, tanto p¨²blicas como privadas, no ten¨ªan ninguna carrera as¨ª, y la ¨²nica que hab¨ªa (el Tec de Monterrey) apenas empezaba. Esas eran mis opciones y no me gustaban. Esto se junt¨® con varios factores, entre los cuales estaba el haber estudiado previamente en una escuela internacional, la cual siempre ten¨ªa esta visi¨®n m¨¢s amplia, y tener la oportunidad de estudiar en la Universidad de Nueva York, la carrera de M¨²sica Grabada¡±.
Pese a tener una infraestructura y visi¨®n acad¨¦mica mucho m¨¢s integral con su realidad, la cual comprend¨ªa los detalles t¨¦cnicos, la innovaci¨®n, el escribir sobre m¨²sica y conocer sus distintas din¨¢micas a nivel industria, la b¨²squeda art¨ªstica de Parch Es no fue menos dif¨ªcil de apreciar, concebirse y desarrollarse desde entonces. El hoy artista multidisciplinario cuenta que al interior del instituto Clide Davies de m¨²sica grabada, el enfoque educativo estaba inclinado hacia la m¨²sica pop y ¨¦l no era el ¨²nico que deseaba integrar otras herramientas y aproximaciones a la m¨²sica.
¡°Todos mis compa?eros estaban haciendo hip-hop, EDM o pop de charts. Los que hac¨ªan cosas m¨¢s raras, como mi amigo Rioux y Arca, quien iba una generaci¨®n arriba de m¨ª, los maestros no sab¨ªan c¨®mo calificar su trabajo.
El paso de Julio Cann por Chimera Music en 2012 previo a su graduaci¨®n escolar en 2015, lo fue acercando m¨¢s al arte contempor¨¢neo, inter¨¦s y pr¨¢ctica que el joven artista ya practicaba en privado mediante la pintura sin exposiciones de por medio, m¨¢s como un proceso o b¨²squeda para encontrar nuevos caminos creativos. ¡°Despu¨¦s de eso me fui a estudiar la maestr¨ªa especializada en Pr¨¢cticas Sonoras Experimentales y Medios Integrados del California Institute of the Arts. Ah¨ª me localic¨¦ m¨¢s en el mundo del arte y me mov¨ª a otros medios y discursos, le¨ª del aceleracionismo y el post internet, temas con los que me identifiqu¨¦ y sent¨ª que s¨ª pod¨ªa participar y en donde ten¨ªa m¨¢s hogar, digamos. Y hoy me sigue pasando que encuentro m¨¢s espacio para mi trabajo en el arte que en la m¨²sica¡±, subraya Parch Es.
Tras la culminaci¨®n de un periplo inicial enfocado en su desarrollo art¨ªstico, Parch Es reflexiona sobre el papel de la academia dentro del quehacer art¨ªstico, enfatizando que cualquier apreciaci¨®n o comparativo podr¨ªa ser injusto o inconcluso, ya que depende de muchos factores su ¡°eficiencia¡± o ¡°papel vital¡±.
¡°Pienso que nunca ha sido necesario (estudiar formalmente). Buena parte de los artistas ¡®exitosos¡¯ no fueron a la escuela de arte, no es esencial. Pero s¨ª es cierto que siempre ha tenido un rol, y pese a eso existen muchas diferencias entre las academias. Depende tambi¨¦n de los rezagos entre las mismas instituciones o los pa¨ªses mismos, algo que existe pero no sorprende¡±.
Crisis institucional, autoaprendizaje y necedad
Para el periodista cultural, productor y conductor de La Pipa y la Fuente, programa de radio especializado en el arte contempor¨¢neo, Jes¨²s Pacheco Vela, las escuelas son vitales y prioritarias desde su aspecto formativo: ¡°Sirven porque te dan una estructura que costar¨¢ m¨¢s trabajo adquirir de otra forma, y porque te ponen al alcance de la mano lecturas y referencias que de otra manera ibas a tener que rastrear con otro tipo de recursos y ayuda. Y supongo que eso aplica para quienes estudian arte. Algo que he escuchado de amigxs artistas es que terminan adquiriendo malformaciones que despu¨¦s les costar¨¢ trabajo ver y dejar atr¨¢s, como la idea del desclasamiento o hiperteorizar la pr¨¢ctica. Con esto quiero decir que cualquier v¨ªa de aproximaci¨®n es grandiosa y vital, siempre y cuando sea hecha desde una postura cr¨ªtica y haciendo ejercicios constantes de alejamiento para no perder la perspectiva¡±.
La postura equilibrada y puntual de Pacheco Vela, coincide en cierta forma con la historia de Parch Es y el caso de la artista mexicana Mar¨ªa Jos¨¦ Sesma (1983), quien siendo contadora de formaci¨®n profesional fue desarrollando su inter¨¦s y pasi¨®n por la fotograf¨ªa, a trav¨¦s de diversas instancias educativas o formativas de distinto alcance, al de una universidad o una carrera de largo plazo. Hoy, para Sesma, la fotograf¨ªa es un medio de b¨²squeda art¨ªstica enfocada en lo abstracto y lo espectral.
¡°Yo fui muy autodidacta desde peque?a, si algo me da curiosidad de forma fuerte me clavo. Y creo que eso es lo que necesitas de base. Yo estudi¨¦ contabilidad y ya, pero me parec¨ªa muy aburrido. Ac¨¢ (en Torre¨®n) en ese entonces no hab¨ªa escuelas de arte, no me toc¨® y pens¨¦ que ser¨ªa muy autodidacta. Pero ya en la ciudad pas¨¦ por lugares como el Centro de la Imagen y SOMA, entre otros. Si la escuela es necesaria o no, creo que hay muchos factores en medio: depende de la personalidad del artista, la disciplina misma, el inter¨¦s que el alumno o los profesores pongan en ello tambi¨¦n. La formaci¨®n definitivamente ayuda pero no es determinante, lo puedes lograr sin estudiar formalmente y estamos en una ¨¦poca que as¨ª lo permite. Claro, siempre es mejor que te lo expliquen, pero no necesariamente¡±, afirma Sesma.
Buena parte de los artistas ya consolidados, al menos en la solidez de su estilo o en la recurrencia de su lenguaje est¨¦tico y discursivo, coinciden en una desvinculaci¨®n de la idea de que la academia art¨ªstica debe ser un paso obligado para el ecosistema que le ata?e, sin embargo ninguno niega sus beneficios, posibilidades, v¨ªnculos y aprendizajes que de ella derivan. Es tambi¨¦n, en todo caso, una de las tantas formas de iniciar una b¨²squeda de un lugar y/o una identidad dentro del arte.