Luis Felipe Ortega: ¡°Lo que ves tiene sentido porque puede conducir a lo que no ves¡±
Para el artista Luis Felipe Ortega detonar la desorientaci¨®n y abrazar la posibilidad del fracaso en las pr¨¢cticas art¨ªsticas resulta vital, especialmente en un mundo que tiende a convertir en producto de consumo cualquier idea o expresi¨®n humana.
Dentro de la vasta posibilidad de vinculaciones, di¨¢logos y reflexiones que permite el arte contempor¨¢neo entre el artista y el espectador frente a los temas recurrentes del mundo, aspectos como la ausencia tem¨¢tica, la ambig¨¹edad que permite la idea de cercan¨ªa o lejan¨ªa, as¨ª como la presencia constante de las reflexiones escritas conforman buena parte del corpus en el trabajo del artista pl¨¢stico Luis Felipe Ortega (Ciudad de M¨¦xico, 1966).
Perteneciente a la generaci¨®n de artistas como Daniel Guzm¨¢n, Laureana Toledo, Dami¨¢n Ortega y Gabriel Kuri, entre otros, la formaci¨®n filos¨®fica y el inter¨¦s por las posibilidades que brinda la palabra escrita han permitido un grado distintivo de permeabilidad y consistencia en la obra de Luis Felipe Ortega, quien por m¨¢s de tres d¨¦cadas ha echado mano del video, el sonido, el dibujo, la instalaci¨®n o el emplazamiento escult¨®rico para detonar diversos di¨¢logos y reflexiones, lo suficientemente amplios como para trastocar y cuestionar la existencia del ser humano frente a su tiempo y espacio.
Un recorrido a trav¨¦s de un t¨²nel con un piso tapizado de vidrios rotos (La verdad habita en el fondo del t¨²nel, 2010), una exploraci¨®n que devela con violencia el tejido entre arquitectura y espacio acu¨¢tico (Possessing Nature, en mancuerna con la artista Tania Candiani para la Bienal de Venecia de 2015), o una sala entera llena de l¨ªneas trazadas a mano (Horizonte invertido, grafito sobre yeso, 2010-2020) dan cuenta de las preocupaciones del artista sobre ¨¢mbitos nodales en torno a filosof¨ªa, la pol¨ªtica y la historia, as¨ª como la est¨¦tica o la moral.
No obstante, para Ortega el arte contempor¨¢neo, -inmerso en una din¨¢mica sistematizada de consumo y de explicaci¨®n tem¨¢tica- ha perdido en buena medida la posibilidad del fracaso abierto y la desorientaci¨®n, constantes en el trabajo del autor de obras como Altamura (video filmado en la isla de Sonora del mismo nombre, con fragmentos de audio de Pier Paolo Pasolini, Truman Capote, William Burroughs, Louis Ferdinand C¨¦line, entre otros. 2016) o Doble exposici¨®n expandida (intervenci¨®n de im¨¢genes de un cat¨¢logo de los artistas Peter Fischli y David Weiss, 2012).
¡°Mucha gente prefiere que le digan ¡®se trata de esto, esta expo trata de esto, tiene tema¡¯. El 90% de las exposiciones de arte contempor¨¢neo son tem¨¢ticas; mi obra no es as¨ª. Entonces el visitante se pregunta ¡®?de qu¨¦ se trata?, ?cu¨¢l es el tema? Ah, es una expo de arte y maternidad¡¡¯, ah¨ª hay una cosa clara y la gente decide ir o no. Yo no. Ahora, qu¨¦ pasa si t¨² no lo est¨¢s planteando, evidentemente la gente va a vivir una especie de desasosiego, de incertidumbre. Suele creerse que el arte es un asunto de orientaci¨®n, pero el arte tambi¨¦n tiene la funci¨®n de desorientar, y mucho de lo que hago tiene la finalidad de desorientar el terreno cotidiano, por eso pienso que Passolini es uno de los poetas, pensadores, cineastas m¨¢s vigentes, porque mucho de su trabajo ten¨ªa que ver con esa desorientaci¨®n, que part¨ªa de una dimensi¨®n po¨¦tica y derivaba en una dimensi¨®n pol¨ªtica¡±, subraya Luis Felipe Ortega en exclusiva para El Pa¨ªs.
Ver lo que no est¨¢
Una de las persistencias en el trabajo de Ortega, el horizonte, viene a colaci¨®n sobre los efectos y experiencias que detona el arte contempor¨¢neo en el individuo que se enfrenta a sus piezas, misma que el artista considera puede lograr su forma completa cuando existe una voluntad activa del espectador por ¡°dejarse afectar por la pieza¡±, en aras tambi¨¦n de recuperar lo que ¨¦l llama la ¡°extra?eza¡± o ¡°afectaci¨®n¡± ante el mundo, parte de una b¨²squeda y reflexi¨®n que Luis Felipe Ortega ha venido decantando de forma m¨¢s clara durante las ¨²ltimas dos d¨¦cadas de trabajo.
El artista reflexiona al respecto: ¡°El horizonte es una especie de juego de c¨®mo te lo planteas, desde lo que ves hacia lo que no ves. Y por eso es tan longeva la historia y problem¨¢tica en torno al horizonte. A m¨ª es algo que me interesa en particular, y que he venido intuyendo, enfrentando y confrontando en distintos momentos. Y es que como pasa con el horizonte, conforme se va moviendo o alejando, entre m¨¢s te acercas m¨¢s te alejas tambi¨¦n. Yo creo que es un sentido que tiene el arte en general y el arte contempor¨¢neo en particular, o que a m¨ª me interesa de forma puntual, que es: lo que ves s¨®lo tiene sentido porque te puede conducir hacia lo que no ves. Y ah¨ª entra un plano que no es metaf¨ªsico y se detona a partir de la experiencia en el lugar, con relaci¨®n a la pieza, que est¨¢ apelando como el horizonte, a una movilidad tanto f¨ªsica como mental. Si t¨² te quieres quedar en el plano que ves o quieres ver, pues no te mueves y no caminas. Por eso los procesos mat¨¦ricos acaban siendo tan complejos, porque te va a permitir distintos modelos de movilidad, para que entonces puedas intuir que hab¨ªa algo que no est¨¢ del todo predeterminado para que lo puedas consumir, sino que t¨² lo tienes que producir¡±.
Ortega considera que la extra?eza o afectaci¨®n, las cuales considera vitales para reflexionar y empujar nuevas ideas, tiene que haber tanto una atenci¨®n como necesidad por tener una experiencia.
¡°(...) Porque t¨² puedes intuir que hay algo ah¨ª que no sabes exactamente qu¨¦ es. Hay una extra?eza. Yo pensar¨ªa que los museos dan cabida a que esta posibilidad de extra?eza demande una atenci¨®n de un p¨²blico que est¨¢ pasando por ah¨ª, que est¨¢ como desfasada de una velocidad productiva contempor¨¢nea, que te lleve a preguntar ¡®por qu¨¦ alguien en pleno 2022, en lugar de producir algo en media hora, puede pasar medio a?o haci¨¦ndolo¡¯, y que adem¨¢s no sepas si va a funcionar del todo. Cierto, haces pruebas y conf¨ªas pero en el fondo no hay nada que nos diga eso: que va a funcionar u operar en el mundo de consumo de hoy. Y llegas a un museo y dices ¡®a ver esta pieza, ?la llevaron a producir y ya est¨¢?¡¯, o hay gente que dice (sobre Horizonte invertido, por ejemplo) ¡®c¨®mo, no est¨¢ impreso?, ?no es papel tapiz?¡¯... Y yo creo que eso es much¨ªsimo para alguien que piensa que todo opera as¨ª en el mundo contempor¨¢neo, que todo es como mandar una imagen m¨¢s a instagram. Entonces, si el arte no se desfasa m¨ªnimamente de eso, est¨¢ inmerso en ello tambi¨¦n¡±, concluye el artista.