Los l¨ªmites y las posibilidades del museo, la feria y la galer¨ªa
Pese a que forman parte de un mismo ecosistema, exponer en un espacio abierto o cerrado, con fines de mercado o muse¨ªsticos, alberga din¨¢micas y formas espec¨ªficas de aproximarse al arte. Algunos de sus protagonistas reflexionan al respecto.
Como un terreno f¨¦rtil, m¨²ltiple y en constante dinamismo para la reflexi¨®n sobre diversos temas y aspectos del mundo, la evoluci¨®n del arte contempor¨¢neo ha implicado tambi¨¦n una b¨²squeda de espacios pertinentes, hogares. Espacios f¨ªsicos e incluso virtuales que, ya sea temporales o permanentes, ef¨ªmeros e incluso aparentemente fuera de contexto, poseen sus propios c¨®digos, formas y objetivos, los cuales tambi¨¦n inciden sobre la manera en la que el espectador interact¨²a, percibe y discierne sobre la obra.
La galer¨ªa, el museo, las salas institucionales o las intervenciones en espacios p¨²blicos suelen plantear diferentes desaf¨ªos, posibilidades e incluso limitantes para los creadores, quienes muchas veces perfilan su exposici¨®n con relaci¨®n al espacio o evento. Pensemos en una pieza de gran formato para una feria o bienal con caracter¨ªsticas delimitadas con antelaci¨®n. Ante esto surgen diversas interrogantes que, aunque aparentemente obvias, plantean distintas perspectivas, discusiones y reflexiones que nos dan luz sobre las din¨¢micas y funciones del arte contempor¨¢neo mismo: ?Existe un espacio mejor que otro para exhibir el trabajo art¨ªstico?, ?qu¨¦ resultado se espera de cada uno dependiendo de lo expuesto?, ?debe el artista ajustar su trabajo dependiendo de la funci¨®n final del espacio f¨ªsico? Las ¨®pticas son tan diversas como reveladoras, encontrando en cada una distintos puntos de encuentro y enriquecimiento.
Paulina Ascencio Fuentes, curadora; Rosalba Hern¨¢ndez Vera, gallery manager, as¨ª como los artistas Israel Mart¨ªnez y Luis Felipe Ortega nos comparten sus puntos de vista al respecto, abordados desde su experiencia y formas de concebir el arte contempor¨¢neo.
La instituci¨®n museo y el juego
Para el p¨²blico abierto o el espectador habitual que no participa activamente de su mercado, es decir que no es un coleccionista, galerista o que bien no posee el inter¨¦s y/o los medios para adquirir obra, el arte contempor¨¢neo es un asunto de experiencias, apreciaciones y reflexiones que se dan de forma mucho m¨¢s propicia en los museos, espacios abiertos o p¨²blicos, as¨ª como lugares en donde la visita o recorrido suele brindar una vinculaci¨®n mucho m¨¢s espaciada o din¨¢mica.
Y si bien esto tambi¨¦n puede ocurrir en una galer¨ªa, bienal o feria de arte, espacio a veces de menores dimensiones y con una disposici¨®n enfocada a la compra, lo cierto es que la g¨¦nesis de los museos proviene en buena medida de la colecci¨®n, el resguardo, el mercadeo, la ostentaci¨®n y apreciaci¨®n de bienes culturales.
Sin embargo, con el paso de los a?os, distintos espacios han sido reapropiados y adecuados para albergar, conservar y difundir este llamado capital cultural. En el caso del arte contempor¨¢neo, los espacios muse¨ªsticos han sido un espacio vital para el desarrollo de ¨¦ste. Y si bien estos lugares no est¨¢n exentos de cr¨ªticas, al depender la gran mayor¨ªa de ellos a las instituciones, directrices o presupuestos gubernamentales, para muchos creadores el exponer su trabajo en un museo resulta m¨¢s propicio y amplio para su encuentro con el visitante, e incluso brinda posibilidades que en otro espacio dif¨ªcilmente se podr¨ªa dar de forma completa.
Para el artista Luis Felipe Ortega, los espacios, trayectos y recorridos particulares de un museo, muchas veces vinculados a la arquitectura inicial de la construcci¨®n, detonan un encuentro sumamente interesante con el espectador, mucho m¨¢s libre y abierto, con varias posibilidades de lectura, di¨¢logo y reflexi¨®n. Aunque, por otra parte, esta apreciaci¨®n no descalifica en absoluto su inter¨¦s y participaci¨®n por una bienal.
¡°Los museos son buenos espacios para desplegar un espacio de discusi¨®n e interlocuci¨®n, de articular elementos que no tienen que negociar con el mercado. Adem¨¢s, como artista te demanda que seas mucho m¨¢s preciso en los elementos y constantes de tu trabajo, al tiempo que te permite experimentar lo que en otros lados no. Puedes hacer despliegues de piezas que no vas a ver en ning¨²n otro espacio. Las bienales tambi¨¦n sirven un poco para eso: son un gran lugar porque hay una voluntad de que algo, digamos, como una suerte de tejido extra?o, suceda. Y hay que hacerlo porque es la ¨²nica manera de verlo, a m¨ª por eso me fascinan las bienales, y me lo paso bien y mal al mismo tiempo porque es muy demandante, porque puedes plantear piezas que no puedes plantear en ning¨²n otro sitio. Ya los curadores tendr¨¢n que negociar c¨®mo y en qu¨¦ t¨¦rminos mostrar tu pieza. Creo adem¨¢s que hay que volver a incluir esa posibilidad en el arte, me refiero a la posibilidad de fracaso abierto y directo. Porque si no, lo dem¨¢s entonces s¨ª es un juego¡±, subraya Ortega.
Por su parte, para el artista Israel Mart¨ªnez, quien recientemente expuso en el espacio Estudio Hospital su proyecto seleccionado y comisionado originalmente por la edici¨®n n¨²mero 14 de la Bienal FEMSA (la cual no pudo realizarse en su tiempo original, 2019, debido a la pandemia), Thoreau en Michoac¨¢n, los museos y las instituciones, as¨ª como las iniciativas privadas, son importantes para el desarrollo del arte contempor¨¢neo. No obstante, el artista mexicano apunta que los museos pasan ahora por un momento de erosi¨®n y descuido por parte de sus administraciones locales.
¡°Pienso que es importante tener un pie en las instituciones y otro de forma independiente. No creo que como artista te puedas mantener totalmente en el subterr¨¢neo. Conozco ambos territorios y cuando comenc¨¦ a crear obra entend¨ª inmediatamente esa necesidad. Esa pieza (Thoreau en Michoac¨¢n) ya estuvo en un ¨¢mbito p¨²blico y corporativo, pero ahora podemos aprovechar que los presupuestos ya dieron vida a la pieza y presentarla en cualquier tipo de espacio.
¡°Los museos, a pesar de ser instituciones dependientes de presupuestos oficiales, muchas veces est¨¢n abiertos a la cr¨ªtica y la reflexi¨®n de la vida social, econ¨®mica, etc. En contraparte las galer¨ªas, al no ser interesantes para los compradores o coleccionistas, no van a tener artistas de ese tipo de forma digamos habitual. (...) Pienso que tenemos un circuito muse¨ªstico en crisis, aunque esos espacios que parecen coartados, muchas veces son los m¨¢s libres, los que aceptan incluso la autocr¨ªtica. Y esto es muy distinto a las galer¨ªas, el 95% de ellas tienen un fin comercial. Es incluso parad¨®jico¡±, enfatiza Mart¨ªnez.
Un socio del artista
Al ser parte tambi¨¦n de un mercado en donde la especulaci¨®n y el coleccionismo se dan cita para darle forma a acervos culturales p¨²blicos o privados, y que muchas veces es una de las entradas de recursos m¨¢s eficaces para el artista, el auge de las galer¨ªas, los art dealers y las din¨¢micas de las ferias de arte se plantean para algunos como un ¡°mal necesario¡±, pero para otras voces son principalmente soportes de creaci¨®n, promoci¨®n y comercializaci¨®n del trabajo de los artistas; brazos que potencializan su presencia en los ¨¢mbitos comerciales pertinentes.
Rosalba Hern¨¢ndez Vera, gallery manager de la galer¨ªa MAIA Contemporary Gallery afirma que muchas veces se percibe de forma negativa a las galer¨ªas por sus acuerdos de porcentajes, costos exacerbados o lo acotado de sus objetivos. Sin embargo, abunda que existe todo un trabajo en mancuerna con el creador, adem¨¢s de otros factores de peso, que hacen que la figura galer¨ªstica sea completamente vital y pertinente dentro del ecosistema del arte.
¡°Hay todo un trabajo grande dentro de la galer¨ªa y un equipo de colaboradores apoyando para que las cosas sucedan. Para m¨ª la galer¨ªa es un socio y potenciador del artista. Ya al interior de la operaci¨®n de la galer¨ªa hay una labor de montaje, comunicaci¨®n, env¨ªos, registro de obra, venta, servicio al cliente, etc. Hay que tomar en cuenta, por ejemplo en el caso de los artistas internacionales con galer¨ªas de otro lugar, hay acuerdos o alianzas de venta exclusiva por territorio o canalizaci¨®n por regiones, lo cual genera otro alcance de ventas y garantiza que las distintas implicaciones o escenarios a resolver en un lugar u otro se solventen. Eso lo hace la galer¨ªa.
¡°En ocasiones la galer¨ªa invierte en la producci¨®n de obra de forma real. En el caso de MAIA Contemporary, cuando el artista est¨¢ produciendo, la galer¨ªa entra al 50% de ¨¦sta para una pieza o exposici¨®n. Es es un soporte importante, y tambi¨¦n la presencia en las ferias nacionales e internacionales, ya que para entrar a la feria tuviste que haber sido aceptado por un grupo de especialistas, pagar la aplicaci¨®n y los costos log¨ªsticos. Algunas veces el artista produce lo que se va a presentar y la galer¨ªa no monetiza, pero la presencia de ambos es importante. Por ejemplo, tenemos presencia reciente en el Art Basel Hong Kong con un booth (espacio, stand) del artista Cisco Jim¨¦nez, quien produjo obra al 100%, pero el gasto de la aplicaci¨®n, el booth, el traslado y el personal contratado corre por cuenta de la galer¨ªa. Ir a una feria es riesgoso, pero puede ser m¨¢s riesgoso no estar¡±, explica Hern¨¢ndez Vera.
Actualidad, discusi¨®n y objetivos
Pese a que la galer¨ªa, el museo y la feria son espacios art¨ªsticos en apariencia muy bien delineados desde sus funciones, prop¨®sitos y din¨¢micas, todos ellos parte de un ecosistema en com¨²n, valdr¨ªa la pena mencionar que en muchas ocasiones sus protagonistas, principalmente los artistas est¨¢n suelen cruzar, mezclar y participar de ellos. Y parte de esta integraci¨®n suele tener en la figura de la bienal de arte un ejemplo palpable, en donde la curadur¨ªa, la libertad creativa, pero tambi¨¦n el mercado y las directrices discursivas se dan cita y conviven.
El t¨¦rmino bienal, como su nombre lo indica, se celebra cada dos a?os y en el mundo del arte contempor¨¢neo se emplea para denominar a los eventos de talla internacional y exposiciones art¨ªsticas usualmente de gran formato, teniendo en el caso de la Bienal de Venecia en Europa y la Bienal de S?o Paulo en Am¨¦rica las m¨¢s importantes actualmente.
Una diferencia clara entre la bienal y la feria para el artista Luis Felipe Ortega es el nombre mismo, el cual indica una din¨¢mica evidente, el juego. ¡°Porque tiene que ver con reglas muy claras en un terreno igual de claro, el de la econom¨ªa. (...) Y ah¨ª tal vez la reflexi¨®n es que en un ¨¢mbito de reglas claras, duras y acotadas como esas hay poca movilidad. Mucho del arte contempor¨¢neo se mueve as¨ª, y no hablo de lo significativo o no del trabajo que pueda haber, sino de lo enmarcado que est¨¢, explica.
En este orden de ideas, la curadora Paulina Ascencio Fuentes nos ayuda a conectar los puntos, reconocer las diferencias y din¨¢micas particularidades, as¨ª como posibilidades de estos espacios, en funci¨®n de sus objetivos y contextos con la exposici¨®n al centro.
¡°Existen distintas formas de hacer exposiciones. Y los di¨¢logos que se generan en un espacio independiente, con un grupo de colaboradores que dialogan y generan un proyecto son diferentes a lo que se presentan en una feria de arte pensando en un coleccionista, ya sea ¨¦ste privado, un museo, del estado, etc. Por ejemplo, es diferente tambi¨¦n a las investigaciones que se hacen en un museo, en donde trabajar usualmente requiere un poco m¨¢s de tiempo, recursos e investigaci¨®n, hay una profundidad distinta a partir del recinto que los convoca, recibe y que los comisiona. Y las bienales finalmente suelen discutir temas de actualidad que en dos a?os a¨²n son pertinentes y que su relevancia depende del tiempo y los proyectos, tienen una temporalidad espec¨ªfica o se habla de lo que sucede en el lugar en el que se celebra, con relaci¨®n a circulaciones m¨¢s globales¡±, detalla Ascencio Fuentes.
Desde una perspectiva cr¨ªtica, el artista Israel Mart¨ªnez apunta a una luz sobre el boom galer¨ªstico contempor¨¢neo frente a la crisis muse¨ªstica y plantea: ¡°?Qu¨¦ es lo que m¨¢s se vende? La obra m¨¢s simple conceptual y est¨¦ticamente. Ahora estamos frente a un punto fuerte entre el desmoronamiento institucional y el auge galer¨ªstico, percibo que las galer¨ªas j¨®venes est¨¢n con una tendencia distinta a la producci¨®n art¨ªstica de mi generaci¨®n, es m¨¢s estridente, enfocado a la vida del yo. Eso impera y lo ves en las ferias, quiz¨¢s a¨²n no en los espacios principales pero s¨ª en las secciones alternativas, ah¨ª est¨¢ la nueva oleada. Pero tambi¨¦n hay que verlo frontalmente: son temas que les competen, no tendr¨ªan que hablar de temas que no sean sus propias reflexiones y din¨¢micas¡±, apunta Mart¨ªnez.
Por su parte, Paulina Ascencio Fuentes reconoce que los discursos y din¨¢micas de los museos pueden ser tambi¨¦n instituciones con un sesgo colonizante y acotado en m¨¢s de un sentido, pero que habr¨¢ que aprovecharlos y pensar sus exposiciones o colecciones como zonas de contacto, de contestaci¨®n; ¡°espacios para regresar la mirada¡±.