La violaci¨®n de una ni?a ind¨ªgena de 12 a?os revive la pesadilla del ¡®chineo¡¯ en el norte de Argentina
Mujeres ind¨ªgenas de todo el pa¨ªs ocupan la entrada del Banco Central en Buenos Aires para visibilizar la violencia ejercida contra ellas
El pasado 3 de noviembre, una ni?a de etnia wich¨ª de 12 a?os fue encontrada herida e inconsciente al lado de un camino de la provincia argentina de Salta. Ten¨ªa sangre en la cabeza y signos de haber sido violada y estrangulada. Aunque ha pasado ya una semana, se desconoce si el agresor actu¨® solo o en grupo. La familia teme que este abuso sexual, como muchos otros antes, quede impune.
Mientras la menor sigue hospitalizada, recuper¨¢ndose de la agresi¨®n, un grupo de mujeres ind¨ªgenas ha viajado desde distintas provincias de Argentina hasta Buenos Aires para denunciar la violencia que sufr...
El pasado 3 de noviembre, una ni?a de etnia wich¨ª de 12 a?os fue encontrada herida e inconsciente al lado de un camino de la provincia argentina de Salta. Ten¨ªa sangre en la cabeza y signos de haber sido violada y estrangulada. Aunque ha pasado ya una semana, se desconoce si el agresor actu¨® solo o en grupo. La familia teme que este abuso sexual, como muchos otros antes, quede impune.
Mientras la menor sigue hospitalizada, recuper¨¢ndose de la agresi¨®n, un grupo de mujeres ind¨ªgenas ha viajado desde distintas provincias de Argentina hasta Buenos Aires para denunciar la violencia que sufren y pedir medidas urgentes contra el ¡°chineo¡±, como se conoce en el pa¨ªs a la violaci¨®n grupal de ni?as ind¨ªgenas.
¡°Nosotras vivimos con miedo, con el temor a que nos lleven a nuestras hijas. Las violan, las matan y esto tiene que detenerse. Ya es tiempo de que nos escuchen como mujeres ind¨ªgenas. Yo estoy aqu¨ª para ser la voz de aquellas mujeres que ya no pueden hablar por ellas mismas¡±, dice Fabiana Ibarra, de una comunidad vecina a la que sufri¨® el ataque de la menor. Ha recorrido los casi 2.000 kil¨®metros que separan Santa Victoria Este ¡ªcasi en la frontera con Paraguay¡ª de Buenos Aires para visibilizar lo ocurrido.
No se trata de un caso aislado. El a?o pasado, otras dos ni?as ind¨ªgenas de Salta fueron violadas por un grupo de hombres y asesinadas. Hay agresiones sexuales que no salen a la luz porque las familias deciden no denunciar; otras que quedan invisibilizadas porque no saben c¨®mo llegar a los medios de comunicaci¨®n.
¡°Para nosotras no hay justicia. Si queremos poner una denuncia se burlan, dicen que no nos entienden porque hablamos en nuestra lengua y no hay int¨¦rprete. Y la gente aunque sepa qui¨¦n fue no lo va a decir porque tiene miedo. Los violadores, los asesinos, amenazan a la familia, a los hijos, a las mujeres y hasta a los maridos. Entonces no hay forma de que estos miserables sean juzgados¡±, agrega Ibarra, integrante del Movimiento de Mujeres y Diversidades Indi?genas por el Buen Vivir.
Referentes de esta organizaci¨®n ocuparon este mi¨¦rcoles la entrada del Banco Central de la Rep¨²blica Argentina en Buenos Aires para ser escuchadas. Denuncian la permanente discriminaci¨®n de estas comunidades y la impunidad de la que gozan quienes atacan a sus miembros y contaminan los territorios en los que habitan. ¡°Aqu¨ª, en este lugar, se le pone presupuesto a la muerte, a las balas. Hace tan solo unos d¨ªas una ni?a wich¨ª fue violada, estrangulada, y est¨¢ tratando de salvar su vida. Siguen violando a nuestras ni?as y no le importa a nadie. Estamos ac¨¢ para hablar con el presidente del Banco Central porque creemos que es tiempo para que se defina el presupuesto para la vida, para que construyan un modelo de pa¨ªs para la vida, no para la muerte¡±, expres¨® micr¨®fono en mano la referente mapuche Moira Mill¨¢n.
Mill¨¢n record¨® tambi¨¦n que cuatro mujeres mapuches permanecen encarceladas en la Patagonia tras haber sido arrestadas por la polic¨ªa durante el desalojo de los terrenos que ocupaban cerca de Villa Mascardi. ¡°No nos iremos hasta que venga a dialogar el presidente del Banco Central. Si nos quieren reprimir, que nos repriman. Si nos quieren matar, que nos maten. La ¨²nica diferencia entre nuestra muerte en los territorios y aqu¨ª es que all¨ª ocurre en el anonimato, sin que nadie se entere¡±, advirti¨® la referente mapuche. Al final del d¨ªa, Miguel Pesce las recibi¨®. ¡°Escuchamos su postura racista, soberbia, pero ¨¦l tambi¨¦n tuvo que escuchar a todas y cada una de las hermanas, que fueron muy sabias, potentes y claras¡±, dijo la l¨ªder ind¨ªgena ya fuera del banco.
Seg¨²n datos de la Encuesta Complementaria de Pueblos Ind¨ªgenas (ECPI) de 2004-2005, hay 600.329 personas que se reconocen pertenecientes y/o descendientes en primera generaci¨®n de pueblos ind¨ªgenas.
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