El asesinato de un ni?o desata un alzamiento popular contra el narco en Argentina

Un ni?o de doce a?os se convirti¨® el domingo en la ¨²ltima v¨ªctima de la guerra entre bandas narcocriminales que golpea a Rosario. El fallecido, identificado como M¨¢ximo Jerez, se encontraba en la calle con sus primos cuando un grupo de sicarios dispar¨® contra ellos desde un coche, seg¨²n el testimonio de vecinos a los medios. Jerez falleci¨® de un disparo en el pecho y los dem¨¢s ¡ªdos de trece a?os y una beb¨¦ de dos¡ª resultaron heridos de bala y est¨¢n ...

Un ni?o de doce a?os se convirti¨® el domingo en la ¨²ltima v¨ªctima de la guerra entre bandas narcocriminales que golpea a Rosario. El fallecido, identificado como M¨¢ximo Jerez, se encontraba en la calle con sus primos cuando un grupo de sicarios dispar¨® contra ellos desde un coche, seg¨²n el testimonio de vecinos a los medios. Jerez falleci¨® de un disparo en el pecho y los dem¨¢s ¡ªdos de trece a?os y una beb¨¦ de dos¡ª resultaron heridos de bala y est¨¢n hospitalizados. Este lunes, un d¨ªa despu¨¦s, el velorio del menor se convirti¨® en una pueblada del barrio contra el presunto narcotraficante al que consideran responsable del asesinato. Los vecinos lanzaron piedras contra la vivienda precaria y la mantuvieron asediada hasta que lleg¨® la polic¨ªa y se llev¨® a sus tres ocupantes: dos hombres y una mujer. A continuaci¨®n, la multitud saque¨® y destroz¨® la casa frente a las c¨¢maras de televisi¨®n.

¡°La presencia de ni?os era generalmente un obst¨¢culo o un c¨®digo para evitar este tipo de ataques, hoy ya no. Se corrieron todos los l¨ªmites¡±, declar¨® el fiscal de turno Adri¨¢n Spelta sobre el ataque ocurrido en el barrio de Los Pumitas, en el norte de Rosario. ¡°Hab¨ªan terminado un cumplea?os y los chicos estaban comprando algo en un quiosco. Eran todos ni?os¡±, relat¨® el padre de la v¨ªctima, Julio Jerez. Los investigadores sospechan que las balas iban en realidad destinadas a integrantes de la banda de Los Salte?os, liderada por Cristian Carlos Villaz¨®n. Este capo narco, condenado a 15 a?os de c¨¢rcel por un triple homicidio, ten¨ªa su domicilio en la cuadra donde se produjo el tiroteo y a escasos metros de la construcci¨®n que fue destrozada este lunes por los vecinos por ser considerada un b¨²nker, es decir, un punto de venta de droga.

Un homicidio por d¨ªa

La violencia est¨¢ fuera de control en Rosario. En esta ciudad, situada 300 kil¨®metros al oeste de Buenos Aires, se han registrado 63 homicidios en lo que va de a?o, casi uno por d¨ªa. Tambi¨¦n en la madrugada del domingo, en el sur de la ciudad, la fachada de una escuela recibi¨® 15 tiros y en su interior los narcos dejaron un mensaje mafioso: ¡°Chuki Moneda. Brandon y Fernando Morel. Dejen de matar cobani [polic¨ªas] y mujeres. Vamos a la guerra. La mafilia¡±. Como ocurri¨® la semana pasada con el ataque al supermercado de la familia pol¨ªtica de Lionel Messi, parece que la escuela fue usada para amplificar la difusi¨®n del mensaje.

La falta de respuestas estatales ante el avance de la narcocriminalidad indigna a la poblaci¨®n rosarina, en especial en los barrios pobres de la ciudad, donde se concentran la mayor¨ªa de los homicidios. Este lunes al mediod¨ªa, los vecinos del barrio de Los Pumitas reunidos en el velorio decidieron tomarse la justicia por su cuenta. Comenzaron a arrojar piedras y otros objetos contra la vivienda del presunto narcotraficante. El hombre al que buscaban apareci¨® en la terraza armado con una pistola pero una piedra le acert¨® en la espalda y corri¨® a parapetarse en el interior junto a su mujer y su hijo.

¡°Vivimos ac¨¢ hace 30 a?os. Mis hijos nacieron en el barrio, crecieron en el barrio y jam¨¢s pas¨® esto. ?Cu¨¢ntas muertes m¨¢s vamos a vivir? Tenemos miedo, miedo a salir a la calle, ahora lo tenemos que hacer nosotros¡±, dijo uno de los vecinos al canal Todo Noticias.

¡°No podemos vivir encerrando a nuestros hijos en casa a las siete de la tarde. Y vienen estos porquer¨ªas que no sirven para nada, hay que sacarlos a todos¡±, agreg¨® al mismo canal otra vecina, en referencia a los primeros polic¨ªas que acababan de entrar en el barrio.

Los vecinos estaban agujereando la pared con un mortero de cemento cuando llegaron los agentes, primero de la polic¨ªa provincial y luego de las fuerzas especiales. Estos ¨²ltimos entraron en la vivienda y se llevaron al presunto delincuente y a su familia. ¡°No lo solt¨¦s, eh, no lo solt¨¦s¡±, gritaba un vecino a los polic¨ªas que metieron a los tres ocupantes de la construcci¨®n en un patrullero. Para mantener lejos a la multitud, los agentes dispararon balas de goma, que dejaron varios heridos, entre ellos Julio Jerez, el padre del ni?o asesinado.

Cuando los polic¨ªas se retiraron del barrio, los vecinos saquearon la casa. Se llevaron la nevera, el aire acondicionado, el inodoro, ventiladores, el armario, juguetes, el tanque de agua, puertas y ventanas. Culminado el saqueo, prendieron fuego a la vivienda e hicieron lo mismo en otros dos presuntos b¨²nkers de droga sin ning¨²n impedimento por parte de los agentes.

El ataque al supermercado del suegro de Messi, Jos¨¦ Rocuzzo, la semana pasada, visibiliz¨® el recrudecimiento de los enfrentamientos entre bandas criminales en Rosario y su periferia por el control del territorio. Los expertos advirtieron que faltan polic¨ªas entrenados para enfrentar a las redes de narcotr¨¢fico, falta presupuesto para las fuerzas de seguridad y tambi¨¦n fiscales y jueces que investiguen y condenen a los autores de los tiroteos, cada vez m¨¢s frecuentes. El alzamiento de un barrio hoy ante las c¨¢maras muestra la rabia de una sociedad reh¨¦n de esa violencia.

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