14 disparos contra el sue?o de Messi de regresar a Rosario
Un tiroteo al supermercado de los suegros del capit¨¢n de la selecci¨®n argentina ha llevado al mundo la violencia que desangra su ciudad
La noche del mi¨¦rcoles hubo varios tiroteos en Rosario. El martes tambi¨¦n, al igual que el lunes y que casi todos los d¨ªas en la ciudad m¨¢s violenta de Argentina, donde se han registrado 56 homicidios en lo que va de a?o. Los 14 disparos del mi¨¦rcoles contra un supermercado habr¨ªan pasado desapercibidos en medio de la guerra entre bandas narcocriminales que se libra en estas calles. Pero un papel lo cambi¨® todo. ¡°Messi, te estamos esperando. [El alcalde, Pablo] Javkin es narco, no te va a cuidar¡±, dec¨ªa la amenaza que dejaron los asaltantes junto a los vidrios agujereados. Ese mensaje hizo que la escalada de violencia rompiese un nuevo l¨ªmite: golpear al m¨¢ximo ¨ªdolo de la ciudad, el capit¨¢n de la selecci¨®n argentina de f¨²tbol.
Los 14 disparos no causaron v¨ªctimas fatales, pero mataron el sue?o de los rosarinos de recuperar a Messi como vecino y verlo jugar en la localidad de la que emigr¨® a los 13 a?os rumbo a Barcelona. La cuidadosa elecci¨®n del objetivo, un supermercado propiedad del suegro de Messi, Jos¨¦ Roccuzzo, hizo trizas tambi¨¦n el anonimato en el que se mueven por la ciudad los padres de Messi y los de Antonela Roccuzzo, su esposa, y llev¨® la crisis de inseguridad a los medios de todo el mundo.
¡°Lo ¨²nico diferente de este ataque de los otros que vemos a diario es que dice ¡®Messi¡¯. Pero pisaron un hormiguero, porque como se trata de Messi no quedar¨¢ impune como muchos otros¡±, augura Esther Mar¨ªn a las puertas de la gobernaci¨®n en Rosario, donde cuenta tambi¨¦n que su hijo, Lautaro Aranda, fue asesinado en 2021 ¡°por error, en la casa de un familiar a quien un sicario narco buscaba para matar¡±.
A su lado est¨¢ Elisabeth Luna, quien perdi¨® a su hijo de 27 a?os junto a su nuera y su nieta de seis a?os en un feroz tiroteo ocurrido en el barrio de La Tablada. La ni?a recibi¨® seis disparos. ¡°La violencia est¨¢ fuera de control. Vivimos con miedo. La semana pasada, sal¨ª al mediod¨ªa a hacer unos tr¨¢mites y me atacaron dos en moto. Me agarraron, me patearon y me sacaron el bolso con todo¡±, cuenta Luna, quien vive a s¨®lo siete cuadras del supermercado atacado esta madrugada.
¡°No importa qui¨¦n seas, a todos nos puede tocar¡±, advierte esta integrante del colectivo de Familiares y V¨ªctimas de la Inseguridad que se ha movilizado este jueves junto a otras madres para exigir medidas urgentes al Gobierno contra un problema que se agudiza cada vez m¨¢s. En 2022 se registraron 288 asesinatos en Rosario, una cifra r¨¦cord.
Las balas del crimen organizado hab¨ªan atravesado hasta ahora dependencias judiciales, comisar¨ªas y residencias de pol¨ªticos y jueces. Nadie imaginaba que ni siquiera iban a respetar a la familia del jugador que levant¨® una Copa del Mundo despu¨¦s de 36 a?os de sequ¨ªa en los mundiales.
El futbolista rompi¨® el silencio a trav¨¦s de su padre y representante, Jorge Messi. ¡°Habl¨¦ con el nene, y me dijo ¡®quedate tranquilo¡¯¡±, cont¨® este, seg¨²n reconstruye el diario La Naci¨®n. Jorge Messi asegur¨ª que el atentado no va a cambiar el v¨ªnculo de la familia con Rosario, y que seguir¨¢n viajando como la hacen habitualmente para las fiestas de fin de a?o y se seguir¨¢n moviendo ¡°sin custodia¡±.
¡°Nunca nos movimos con custodia, llevamos una vida normal¡±, dijo la madre de Messi, Celia Cuccittini, al programa televisivo Intrusos, donde cont¨® que se encuentran bien. No se sabe si podr¨¢n seguir igual a partir de ahora, ni si Messi se escapar¨¢ a Rosario cuando a final de mes llegue a Buenos Aires para jugar dos amistosos con la Albiceleste.
Frente al supermercado baleado, los trabajadores aseguran que la vida del suegro del futbolista tampoco sale de lo com¨²n. ¡°Jos¨¦ viene todos los d¨ªas, es como un empleado m¨¢s¡±, afirma el encargado del almac¨¦n que est¨¢ frente al negocio.
En este barrio de clase media, los due?os de los comercios cercanos coinciden con el retrato de los Roccuzzo. ¡°Son gente extraordinaria. La familia estuvo toda la vida ac¨¢, tres generaciones. Lo arranc¨® la abuela, era un almac¨¦n chiquito y con mucho laburo fue creciendo¡±, recuerda Mar¨ªa Teresa, due?a de una tienda de pa?ales colindante al supermercado.
A primera hora, vecinos y comerciantes miraban con sorpresa y preocupaci¨®n a los polic¨ªas desplegados frente al local. Asomados a la puerta, intercambiaban opiniones y contaban a los periodistas que nunca hab¨ªan imaginado algo as¨ª.
Pero la convivencia diaria de los rosarinos con la violencia hizo que el desconcierto fuese ef¨ªmero. Antes del mediod¨ªa los vidrios rotos hab¨ªan sido reemplazados por otros nuevos y el supermercado atend¨ªa con normalidad, al igual que los dem¨¢s negocios.
Ni el alcalde de Rosario ni la fiscal¨ªa ni la polic¨ªa han respondido hasta ahora la pregunta que se han repetido a lo largo del d¨ªa los habitantes de la ciudad: ?qui¨¦n quiere atacar a Messi y por qu¨¦?
¡°Es tan alevoso que yo dudo de todo. Incluso que sean bandas criminales¡±, dijo a la prensa el alcalde Pablo Javkin, el segundo destinatario del mensaje manuscrito. ¡°Est¨¢ muy claro que es f¨¢cil hacerle da?o a Rosario y que no hay un carajo de ayuda concreta. ?A cu¨¢nto est¨¢ el presidente de ac¨¢, a media hora? Yo soy intendente de la ciudad, yo no manejo las fuerzas de seguridad y cuando ped¨ª no me dejaron¡±, agreg¨®.
Las fuerzas policiales actuales son insuficientes para combatir la creciente presencia del narco en Rosario y su periferia. Pero hay un problema a¨²n mayor: en sus filas hay c¨®mplices de los criminales. El ¨²ltimo caso se conoci¨® esta semana. Un hombre de 23 a?os fue detenido el martes junto a su madre polic¨ªa. ?l era sicario y ella le pasaba informaci¨®n de la comisar¨ªa 12 que le facilitaba encontrar a sus v¨ªctimas.
La falta de respuestas oficiales ha convertido a los caf¨¦s y las plazas de la segunda ciudad de Argentina en escenario de m¨²ltiples debates e intercambio de hip¨®tesis. Algunos creen que detr¨¢s del ataque hay motivos pol¨ªticos, azuzados por la cercan¨ªa de las elecciones. Para otros, el trasfondo es una batalla entre Javkin y la polic¨ªa. Una tercera opci¨®n vincula lo ocurrido al f¨²tbol.
¡°Fijate que el papel es amarillo y est¨¢ escrito con tinta azul, son los colores de [Rosario] Central. Lo hicieron los barrabravas para que no juegue en Newell¡¯s¡±, le dice un hombre a otro en la plaza frente a la casa de Gobierno.
Esa hip¨®tesis se alimenta de uno de los pocos sue?os que le quedan por cumplir a Messi. ¡°Con Antonela siempre lo hablamos: tenemos todo ac¨¢. Est¨¢ mi familia y la de ella tambi¨¦n. En Rosario tenemos todo. Yo viv¨ª poco en Argentina, me fui con 13 a?os. Y tengo pendiente jugar en el f¨²tbol argentino y en Newell¡¯s, que fue donde crec¨ª. Me encantar¨ªa y es algo pendiente porque era mi sue?o de chiquito¡±, declar¨® Messi en una entrevista concedida a una televisi¨®n argentina tiempo atr¨¢s.
A mitad de a?o vence su contrato con el Paris Saint-Germain y muchos leprosos quer¨ªan creer que hab¨ªa llegado la hora de tener a la estrella mundial en su equipo. 14 balazos y un papel han roto esa esperanza.
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