Los autobuses argentinos, contra las cuerdas por la inflaci車n
El sistema de subsidios que mantiene con vida a las empresas de ※colectivos§ de Buenos Aires padece las consecuencias de la crisis econ車mica
El bondi o ※colectivo§ es parte de la cultura argentina. Los primeros coches comenzaron a circular a finales de la d谷cada del veinte del siglo pasado. Tras el volante hab赤a taxistas en crisis, que apostaron por subir a m芍s de un pasajero con una tarifa mucho m芍s baja y recorrido fijo. Esos peque?os veh赤culos pronto evolucionaron y se convirtieron en autobuses. Cuando el tranv赤a muri車, los colectivos crecieron. Siempre estuvieron en manos privadas, primero a cargo de un propietario que muchas veces era tambi谷n el chofer y luego de empresas de tama?os diversos. Casi un siglo despu谷s, hay ...
El bondi o ※colectivo§ es parte de la cultura argentina. Los primeros coches comenzaron a circular a finales de la d谷cada del veinte del siglo pasado. Tras el volante hab赤a taxistas en crisis, que apostaron por subir a m芍s de un pasajero con una tarifa mucho m芍s baja y recorrido fijo. Esos peque?os veh赤culos pronto evolucionaron y se convirtieron en autobuses. Cuando el tranv赤a muri車, los colectivos crecieron. Siempre estuvieron en manos privadas, primero a cargo de un propietario que muchas veces era tambi谷n el chofer y luego de empresas de tama?os diversos. Casi un siglo despu谷s, hay 18.500 coches repartidos en 386 l赤neas que transportan cada d赤a a 9,7 millones de personas en todo el AMBA, como se llama a la ciudad de Buenos Aires y su regi車n metropolitana. El modelo atraviesa ahora una grave crisis, devastado por la inflaci車n y un sistema de subsidios estatales que est芍 al borde del colapso.
Los subsidios al transporte p迆blico de pasajeros se iniciaron en 2001, con la crisis del corralito. Hasta ese momento, las empresas se las arreglaban sin ayuda estatal, con un boleto que rondaba los 0,85 d車lares por pasajero. La debacle econ車mica dej車 a las empresas al borde de la quiebra y a los usuarios sin dinero para pagar sus viajes. El Estado intervino: cubri車 buena parte de los costos operativos de los colectivos y, al mismo tiempo, mantuvo a raya el precio de los boletos, que amenazaba con dispararse tras la devaluaci車n del peso. El modelo funcion車 durante la emergencia, pero se mantuvo cuando la econom赤a ya crec赤a a tasas chinas. Los pasajeros del AMBA pagan hoy por su pasaje poco m芍s del 10% del costo real, mientras el Estado pone parte de lo que falta. El porcentaje surge de un ※赤ndice bondi§ creado por la Asociaci車n Argentina de Empresarios del Transporte Automotor (AAETA).
Mantener a raya el boleto de los colectivos cost車 el a?o pasado al Estado argentino 822 millones de d車lares. Es tanto el dinero para un Estado quebrado que hasta el Fondo Monetario Internacional (FMI) puso el ojo sobre los subsidios con que Argentina intenta contener la inflaci車n. Hoy est芍n subsidiados no solo el transporte, sino tambi谷n la electricidad, el gas, el agua y muchos alimentos considerados esenciales.
El Gobierno argentino se comprometi車 ante el Fondo a bajar su rojo fiscal al 1,9% en 2023, como parte del acuerdo de refinanciaci車n de una deuda de 44.000 millones de d車lares. Y por eso el FMI exigi車 ※que el gasto est谷 bien focalizado§, como advirti車 este mi谷rcoles Gita Gopinath, n迆mero dos del FMI en una entrevista con EL PA?S. ※Que los subsidios a la energ赤a, por ejemplo, est芍n dirigidos a los m芍s vulnerables es fundamental. Se necesita una asistencia social mucho m芍s espec赤fica§, dijo.
El modelo es a迆n m芍s problem芍tico porque, finalmente, ya no cumple con su misi車n. La inflaci車n interanual super車 el mes pasado el 102% y cuando este viernes se conozca el IPC de marzo subir芍 a迆n m芍s. La inflaci車n es el gran enemigo a vencer, el c芍ncer que acelera la crisis y eleva la conflictividad social en Argentina. El caso de los colectivos es una muestra de ello. ※El boleto paso de 18 a 39 pesos en 4 a?os, entre 2019 y 2023. Es decir que duplic車 su valor. En mismo periodo los salarios se multiplicaron por cinco§, denunci車 la AAEE en un comunicado. Esta semana, la empresa Metropol, que agrupa a 23 l赤neas, dej車 de circular por falta de fondos. ※Hace 16 meses no quitaron el 15% de los subsidios§, se quej車 el vicepresidente del grupo, Luciano Fusaro. ※Este cambio en la distribuci車n de los subsidios afect車 nuestra operaci車n; presentamos una medida cautelar que no fue acatada por el Gobierno. Por eso estamos especialmente afectados y el efecto se ve en los servicios§, dijo.
Seg迆n la AAEE, el Gobierno les debe 24.000 millones de pesos (109 millones de d車lares) en subsidios, mientras los pasajeros del AMBA pagan ※el boleto m芍s barato de la historia§. Seg迆n Fusaro, el boleto deber赤a costar 336 pesos, contra los 39 actuales. ※Tenemos que subsistir sin subsidios y que el subsidio no vaya a la empresa sino a la gente§, dice.
Cuando se impuso el modelo, cada empresa recib赤a la ayuda seg迆n una declaraci車n jurada con cantidad de pasajeros transportados y kil車metros recorridos. Semejante acto de fe por parte del Gobierno dio origen a todo tipo de excesos. En 2009, el Gobierno kirchnerista lanz車 la tarjeta Sube, un boleto prepago que permite conocer con exactitud cuantas personas transporta una l赤nea. Se esperaba un salto hacia la transparencia que nuncsa se dio. El subsidio estatal a迆n beneficia tanto al usuario m芍s pobre como al m芍s rico, porque no discrimina.
Hay consenso en que el sistema actual no da para m芍s. Es insuficiente como arma contra la inflaci車n, no cubre los costos de las empresas (m芍s de 4.000 colectivos ya cumplieron los 10 a?os de vida 迆til que dispone la ley y no hay dinero para renovarlos) y genera distorsiones entre empresas grandes y chicas. Metropol es de las primeras. El ministro de Transporte de la provincia de Buenos Aires advirti車 este jueves que si no sacan los coches a la calle en los pr車ximos d赤as ※perder芍 los contratos y se llamar芍 a la licitaci車n§ de sus recorridos.
El ambiente para la discusi車n con las empresas no es el mejor. El asesinato, hace diez d赤as, de un ch車fer de un disparo en la cabeza termin車 con sus compa?eros atacando a pu?etazos al ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni. Este jueves, siete l赤neas de la empresa La Caba?a fueron a la huelga tras el asalto a dos de sus conductores. Los 芍nimos no est芍n para grandes acuerdos.
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