Ultra, libertario y ¡®anarco-capitalista¡¯, as¨ª es Javier Milei, el grito de la Argentina enojada
Maltratado de ni?o y en ebullici¨®n permanente de adulto, el candidato de la ultraderecha se impone en las primarias tras capitalizar el voto del hartazgo y marcar la agenda pol¨ªtica con su histrionismo
Quemar el banco central ¡°terminar¨¢ con la inflaci¨®n¡±; la venta de ¨®rganos puede ser ¡°un mercado m¨¢s¡±; a los pol¨ªticos ¡°hay que sacarlos a patadas en el culo¡±. Con propuestas como estas, disparadas a los gritos sobre un escenario, el economista ultraliberal Javier Milei ha copado la agenda p¨²blica argentina. Histri¨®nico, desali?ado, pero al mismo tiempo muy cuidadoso de su imagen, el candidato de la ultraderecha ha impuesto su furia antisistema en el debate pol¨ªtico desd...
Quemar el banco central ¡°terminar¨¢ con la inflaci¨®n¡±; la venta de ¨®rganos puede ser ¡°un mercado m¨¢s¡±; a los pol¨ªticos ¡°hay que sacarlos a patadas en el culo¡±. Con propuestas como estas, disparadas a los gritos sobre un escenario, el economista ultraliberal Javier Milei ha copado la agenda p¨²blica argentina. Histri¨®nico, desali?ado, pero al mismo tiempo muy cuidadoso de su imagen, el candidato de la ultraderecha ha impuesto su furia antisistema en el debate pol¨ªtico desde la primera vez que pis¨® un set de televisi¨®n en 2016. Su ira ha cautivado la frustraci¨®n de una sociedad hastiada por la pol¨ªtica: de tertuliano a candidato presidencial, Milei ha sido el candidato m¨¢s votado en las primarias de este domingo. Casi el 32% de los votos, primero con diferencia sobre el peronismo gobernante y de una derecha que hab¨ªa empezado a mirarle para escribir su propio guion. Milei no ha querido pactar. Su grito de guerra es contra todos: ¡°La casta tiene miedo¡±.
Hijo de un ch¨®fer de autob¨²s que termin¨® siendo empresario de transporte y de un ama de casa, Javier Milei (Buenos Aires, 52 a?os) creci¨® en un hogar violento. ¡°Para m¨ª est¨¢n muertos¡±, sol¨ªa repetir sobre sus padres en 2018, en la c¨²spide de su carrera como tertuliano televisivo. Milei llevaba entonces una d¨¦cada sin hablar con Norberto y Alicia, que lo criaron entre palizas y abusos verbales. Inhibido en casa, apoyado solo en su abuela materna y Karina, su hermana menor, se hizo fama de iracundo en la escuela. Seg¨²n revel¨® su bi¨®grafo no autorizado, el periodista Juan Luis Gonz¨¢lez, en la escuela cat¨®lica donde hizo el secundario le llamaban El Loco por los exabruptos que d¨¦cadas despu¨¦s lo llevaron a ser el economista favorito de la televisi¨®n y diputado nacional. Milei estudi¨® en el colegio Cardenal Copello de Villa Devoto, un suburbio residencial de clase media alta de Buenos Aires, donde jug¨® al f¨²tbol como portero en las divisiones inferiores del equipo Chacarita Juniors, cant¨® en una banda que versionaba a los Rolling Stones, y donde no se le recuerdan novias ni amigos.
Milei todav¨ªa puede fracasar en su carrera hacia la presidencia el pr¨®ximo 22 de octubre, pero ha vengado la soledad que rein¨® en su juventud con el clamor popular. Unas 10.000 personas le aplaudieron el lunes 7 de agosto en el cierre de su campa?a. El candidato, que hizo carrera pol¨ªtica amenazando con ¡°sacar a patadas en el culo¡± a los pol¨ªticos y despotricando contra ¡°la casta¡±, repas¨® el camino recorrido desde que encabez¨® la llegada de la ultraderecha al Congreso argentino en noviembre de 2021. En el a?o y medio que ha estado sentado entre los diputados, no impuls¨® ning¨²n proyecto y ha sorteado entre sus seguidores cada uno de sus sueldos. Sus fieles aplauden ambos gestos: Milei no calienta la banca, revela la ineficacia de la C¨¢mara; no es un populista que reparte su tajada, expone a los pol¨ªticos y sus sueldos cada mes m¨¢s altos. Mientras el estadio semilleno coreaba el canto que ha hecho su bandera, ¡°Que se vayan todos¡±, Milei agradeci¨® a seis nombres: a El Jefe, como llama a su hermana Karina, su pilar emocional y coordinadora de campa?a; y a Conan, Murray, Milton, Robert y Lucas, los cinco mastines ingleses que llama sus ¡°hijitos de cuatro patas¡±.
Economista con grado y maestr¨ªa en universidades privadas de Buenos Aires, Milei impuso el debate sobre la dolarizaci¨®n ante una inflaci¨®n disparada, sobre el ajuste del gasto p¨²blico que en Argentina mantiene un Estado fuerte que ning¨²n pol¨ªtico se anima a tocar, y la mano dura contra el crimen. Pero nada ha prendido tanto como su vida privada.
Es, en parte, su responsabilidad. Milei suele preferir enredarse en explicaciones a salir del aprieto con un s¨ª o un no. El bi¨®grafo Gonz¨¢lez asegura, por ejemplo, que Milei estudia telepat¨ªa y tiene una m¨¦dium para comunicarse con el mayor de sus mastines, fallecido en 2017, a quien pide consejo. ¡°Lo que yo haga puertas adentro de mi casa es problema m¨ªo¡±, contest¨® al respecto en una entrevista con este peri¨®dico. ¡°Y si es, como dicen, mi asesor pol¨ªtico, la verdad es que les pas¨® el trapo a todos¡±.
Es su respuesta cl¨¢sica. En junio del a?o pasado, plante¨® la venta de ¨®rganos como ¡°un mercado m¨¢s¡± durante un debate radial. ¡°El que decidi¨® venderte el ¨®rgano, ?en qu¨¦ afect¨® la vida, la propiedad o la libertad de los dem¨¢s? ?Qui¨¦n sos vos para determinar qu¨¦ tiene que hacer ¨¦l con su vida?¡±, cuestionaba Milei, y la espiral sali¨® de control. D¨ªas despu¨¦s, un periodista le pregunt¨® si se adher¨ªa a otra teor¨ªa que planteaba ¡°la venta de ni?os¡±. ¡°Depende¡±, respondi¨® Milei, y se enred¨®. ¡°?La respuesta no ser¨ªa no?¡±, le cuestion¨® el periodista. ¡°Si yo tuviera un hijo, no lo vender¨ªa¡±, afirm¨®. ¡°La respuesta depende de en qu¨¦ t¨¦rminos est¨¦s pensando, quiz¨¢s de ac¨¢ a 200 a?os se podr¨ªa debatir¡±.
A finales de mayo, borde¨® el disparate cuando levant¨® el guante de una mofa. ¡°Javier Milei es un panelista despeinado que grita en un escenario y duerme con ocho perros y su hermana¡±, le describi¨® Victoria Donda, antigua diputada de izquierda y directora del Instituto Nacional contra la Discriminaci¨®n durante el actual Gobierno peronista. ¡°No tengo ocho perros, tengo cinco¡±, se limit¨® a responder en el plat¨® de una televisi¨®n amiga que le pidi¨® la r¨¦plica.
Son salidas poco comunes para alguien que deber¨ªa estar acostumbrado a los canales de televisi¨®n, a los que lleg¨® el 26 de julio de 2016 durante una de las tertulias televisivas de la medianoche. ¡°Podr¨ªa ser ministro de Cultura, pero va a ser un ministro de Econom¨ªa¡±, le present¨® al pa¨ªs el conductor de Animales Sueltos, Alejandro Fantino. ¡°Vos dame el banco central¡±, respondi¨® Milei con iron¨ªa, y acapar¨® la hora entera. Fue el momento inaugural del resto de su vida.
Milei hab¨ªa pasado a?os de duro trabajo. Fue asesor del general Antonio Bussi, militar que fue gobernador de la provincia de Tucum¨¢n durante la dictadura y despu¨¦s diputado nacional; economista jefe de la Fundaci¨®n Acordar, centro de pensamiento de un exgobernador peronista de Buenos Aires, Daniel Scioli; y trabaj¨® en la empresa que gestiona la mayor¨ªa de los aeropuertos argentinos. Su entonces jefe, Eduardo Eurnekian, uno de los hombres m¨¢s ricos del pa¨ªs, tambi¨¦n es due?o de la televisi¨®n donde se lanz¨® a la fama.
Sus contradicciones parecen no molestar a un tercio del pa¨ªs que este domingo celebra su victoria. Despotrica contra la ¡°casta¡±, pero la conoce desde hace tiempo; libertario, se opone al aborto y a la educaci¨®n sexual en las escuelas; se ha ganado el cari?o de una gran parte de la comunidad migrante, pero les amenaza con un trato distinto prohibiendo el ingreso de extranjeros con antecedentes penales y deportando a aquellos que cometan delitos en el pa¨ªs. ¡°A m¨ª me han pasado cosas muy fuertes que exceden toda explicaci¨®n cient¨ªfica¡±, dice un Milei que se crio cat¨®lico y conoce bien la Biblia. Hoy uno de sus grandes consejeros es un rabino y dice ¡°estar estudiando¡± convertirse al juda¨ªsmo.
Hace un a?o, muchos pensaron que su campa?a no llegar¨ªa a este invierno austral. El 10 de junio de 2022, contra un fr¨ªo que pelaba en Buenos Aires, Javier Milei convoc¨® a su primer gran mitin en la periferia de la capital argentina. Hab¨ªan pasado seis meses desde su llegada al Congreso, su popularidad estaba en auge y ya empezaba a anunciar que quer¨ªa ser presidente. El acto fue un fracaso. Fueron poco m¨¢s de 1.000 personas y arreciaron las burlas contra el economista libertario que amenazaba con liderar una revoluci¨®n nacional contra la ¡°casta pol¨ªtica¡± desde un estadio vac¨ªo y en medio de la nada. Tambi¨¦n fue el principio de su guerra pol¨ªtica: acompa?ado solo por su hermana y un antiguo asesor de prensa del Gobierno neoliberal de los noventa, algunos en sus bases empezaron a denunciar que el partido que hab¨ªan construido desde el barro, La Libertad Avanza, era cooptado en favor del reciclaje de pol¨ªticos de toda la vida venidos a menos.
La justicia investiga ahora si el entorno de Milei pidi¨® miles de d¨®lares en efectivo a cambio de puestos en las listas para sus elecciones generales de octubre, pero su partido est¨¢ m¨¢s fuerte que nunca. Tambi¨¦n ha vuelto a hablarse con sus padres. Cumple 53 a?os el pr¨®ximo 22 de octubre, d¨ªa de las elecciones presidenciales. Podr¨ªa darse el regalo de su vida.
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