La justicia argentina procesa al hombre que se apropi車 del nieto 133 restituido por Abuelas de Plaza de Mayo
El hombre, que tiene cerca de 90 a?os y era miembro de la Polic赤a de la provincia de Buenos Aires, se neg車 a declarar
La justicia argentina ha procesado este jueves al apropiador del nieto 133, que naci車 en cautiverio durante la 迆ltima dictadura y fue entregado por los militares a un matrimonio a mediados de los setenta. La denuncia fue presentada despu谷s de que Abuelas de Plaza de Mayo informara de la restituci車n el pasado 28 de julio. El juez llam車 a declarar al apropiador y el hombre, que tiene cerca de 90 a?os y er...
La justicia argentina ha procesado este jueves al apropiador del nieto 133, que naci車 en cautiverio durante la 迆ltima dictadura y fue entregado por los militares a un matrimonio a mediados de los setenta. La denuncia fue presentada despu谷s de que Abuelas de Plaza de Mayo informara de la restituci車n el pasado 28 de julio. El juez llam車 a declarar al apropiador y el hombre, que tiene cerca de 90 a?os y era miembro de la Polic赤a de la provincia de Buenos Aires cuando recibi車 al ni?o, se neg車 a declarar 每la apropiadora, que era enfermera, ya falleci車每. El nieto restituido tiene 46 a?os y los an芍lisis gen谷ticos confirmaron que es hijo de Cristina Navajas, hoy desaparecida, y Julio Santucho.
La denuncia fue presentada por la unidad fiscal de la ciudad de La Plata, en la provincia de Buenos Aires, en comunicaci車n con la Comisi車n Nacional por el Derecho a la Identidad (Conadi). En el escrito, se expone que ※el nieto 133 fue v赤ctima de la supresi車n, retenci車n y ocultamiento§ de su identidad, que sufri車 la ※supresi車n del estado civil§ y que en su acta de nacimiento se incurri車 en un delito de ※falsedad de un documento p迆blico§. ※Esos tres delitos en un contexto de cr赤menes de lesa humanidad§, explica a EL PA?S Emanuel Lovelli, coordinador del equipo jur赤dico de Abuelas de Plaza de Mayo, querellante en la causa.
El nieto restituido, cuyo nombre no se ha hecho p迆blico, se realiz車 en abril de este a?o los an芍lisis gen谷ticos despu谷s de acercarse de manera espont芍nea a Abuelas de Plaza de Mayo, que busca a los ni?os que los militares robaron a sus madres detenidas-desaparecidas durante la 迆ltima dictadura (1976 y 1983). El hombre hab赤a sido anotado por sus apropiadores como hijo propio el 24 de marzo de 1977, en el primer aniversario del golpe militar, pero desde joven tuvo dudas sobre su identidad. Una hermana 20 a?os mayor le confes車 que no era hijo de quienes dec赤an ser sus padres y 谷l los enfrent車 en dos ocasiones, pero siempre lo negaron.
Los estudios confirmaron que es hijo de Cristina Navajas, detenida en julio de 1976 cuando estaba embarazada, y Julio Santucho, hermano menor del hist車rico guerrillero argentino Mario Roberto Santucho, fundador del Ej谷rcito Revolucionario del Pueblo (ERP). Tras el secuestro de Cristina, Julio, que en ese momento estaba en el exterior, consigui車 sacar a sus dos hijos peque?os del pa赤s y empez車 un largo exilio. Con los a?os, y gracias a los testimonios de supervivientes, la familia pudo saber que Cristina pas車 por al menos tres centros de detenci車n, donde fue torturada con brutalidad y donde dio a luz a su tercer hijo.
El 迆ltimo fue el Pozo de Banfield, una dependencia de la polic赤a de la provincia de Buenos Aires donde estuvieron detenidas alrededor de 300 v赤ctimas. Hay registro de que alrededor de 30 mujeres embarazadas pasaron por all赤 y que varios de los nietos restituidos por Abuelas de Plaza de Mayo nacieron en ese lugar. ※El Pozo de Banfield fue una maternidad clandestina y por eso no es casual que Cristina haya tenido a su hijo ah赤§, se?ala Lovelli. Desde octubre de 2020 se realiza el juicio por los delitos ocurridos en ese centro clandestino de detenci車n y tortura. La aparici車n del nieto 133, indica el abogado, ※irrumpi車 en la finalizaci車n del juicio§.
Argentina ha impulsado como pol赤tica de Estado la investigaci車n de las responsabilidades de las Fuerzas Armadas y de seguridad por secuestros, desapariciones forzadas, ejecuciones, torturas y apropiaciones de menores durante la 迆ltima dictadura, que termin車 hace cuatro d谷cadas. En los 迆ltimos a?os, tambi谷n comenzaron a juzgarse delitos de violencia sexual, por motivaci車n econ車mica, inteligencia y complicidades civiles. M芍s de 1.180 represores han sido condenados por delitos de lesa humanidad y, actualmente, hay abiertos 17 juicios orales que est芍n a cargo de la justicia federal.
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