Organizaciones sociales y sindicales marchan contra el Gobierno de Milei: ¡°El hambre es un crimen¡±
Las entidades que representan a trabajadores y a desempleados se movilizan para denunciar que el Gobierno argentino ¡°est¨¢ sometiendo al hambre y la desocupaci¨®n a miles de familias¡±
Religiosidad popular y reclamos pol¨ªticos al Gobierno de Javier Milei se combinaron en una jornada de protesta que reuni¨®, como pocas veces en los ¨²ltimos a?os, a organizaciones sociales, sindicatos y organismos de derechos humanos de distintos sectores e ideolog¨ªas. En el d¨ªa de San Cayetano, patrono del pan y del trabajo, los manifestantes hicieron o¨ªr su denuncia en la Plaza de Mayo, en el coraz¨®n de Buenos Aires: ¡°?El hambre es un crimen!¡±, apuntaron, en la tarde de este mi¨¦rcoles. ¡°El Gobierno de Milei y [Victoria] Villarruel est¨¢ sometiendo al hambre y la desocupaci¨®n a miles de familias en todo el pa¨ªs¡±, advirtieron en un documento que se ley¨® en el cierre de la movilizaci¨®n.
Los datos oficiales indican que hoy la pobreza alcanza al 54,8% de los 46 millones de argentinos y la indigencia, al 20,3%: desde fin de 2023, cuando asumi¨® Milei, los pobres crecieron casi 10 puntos porcentuales y los indigentes, 6,5 puntos.
En ese contexto, la administraci¨®n del ultraderechista Milei ha puesto a las organizaciones sociales que nuclean a desocupados y trabajadores informales entre sus principales enemigos. ¡°Lamentamos que en una fecha religiosa donde la gente asiste de buena fe, la marcha hoy est¨¦ encabezada por figuras pol¨ªticas que son responsables del desastre econ¨®mico que el Gobierno hered¨®¡±, dijo el vocero presidencial, Manuel Adorni.
Bajo los gobiernos anteriores, las organizaciones sociales participaban de la distribuci¨®n de planes de ayuda econ¨®mica y algunos de sus l¨ªderes fueron funcionarios. El actual Gobierno ha denunciado irregularidades y ha iniciado causas judiciales contra diversos dirigentes. Tambi¨¦n ha suspendido el env¨ªo de alimentos a los comedores populares y ha puesto en marcha un protocolo de seguridad para impedirles a las organizaciones protestar en la v¨ªa p¨²blica.
¡°Paz, pan, tierra, techo y trabajo¡±, fue la consigna que vertebr¨® a la movilizaci¨®n. A la Uni¨®n de Trabajadores de la Econom¨ªa Popular (UTEP), habitual convocante de las marchas por San Cayetano, se sumaron los principales sindicatos del pa¨ªs: la Confederaci¨®n General del Trabajo (CGT) y las distintas vertientes de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA). Tambi¨¦n, organizaciones de izquierda, como el Polo Obrero, y de derechos humanos, como las Madres de Plaza de Mayo.
El primer cap¨ªtulo de la jornada tuvo lugar en el barrio porte?o de Liniers. Con mates y sillas tumbonas para amenizar la espera, cientos y cientos de personas hicieron fila desde la madrugada, como todos los d¨ªas 7 de agosto, para llevar sus pedidos y sus agradecimientos, ofrendas y promesas, al santuario de San Cayetano.
Dentro de la iglesia, el arzobispo de Buenos Aires, Jorge Garc¨ªa Cuerva, presidi¨® la misa central y dej¨® un mensaje para dirigentes y autoridades: ¡°Desde hace a?os, nuestra Patria est¨¢ herida, despojada de casi todo, medio muerta¡±, dijo. ¡°No queremos pasar de largo frente a tantos heridos al borde del camino de la vida, frente a tantos rostros concretos, v¨ªctimas de la exclusi¨®n. Hay muchas maneras de pasar de largo: vivir ensimismados, desentenderse de los dem¨¢s, ser indiferentes, o discutir en escritorios cifras de pobreza y de indigencia, esterilizadas de l¨¢grimas y humanidad¡±, afirm¨®.
En los alrededores del templo, ya se congregaban militantes de los movimientos sociales y gremiales. Hasta all¨ª se acercaron el arzobispo y otros sacerdotes para bendecir a los trabajadores y a sus herramientas. Despu¨¦s de la ceremonia, las organizaciones iniciaron una marcha hasta la Plaza de Mayo, donde se encontrar¨ªan con el grueso de los manifestantes. En la procesi¨®n, que dur¨® unas tres horas, se mezclaban crucifijos y figuras religiosas con carteles que exig¨ªan ¡°basta de hambre¡±.
Frente a la Casa Rosada, confluyeron miles de personas, desocupados y ¡°piqueteros¡±, trabajadores estatales, docentes, camioneros, obreros de la construcci¨®n y de otras ¨¢reas de la econom¨ªa. Se montaron ollas populares y puestos para recibir donaciones de alimentos para los comedores. En el centro de la plaza, d¨¢ndole la espalda a la sede del Gobierno, se ubic¨® el escenario donde se realiz¨® el acto principal.
Desde all¨ª hablaron dirigentes sociales, sindicales y de derechos humanos. ¡°Al hambre y al desempleo la forma de enfrentarlos es la unidad¡±, dijo Adolfo P¨¦rez Esquivel, premio Nobel de la Paz. ¡°Un gobierno que no est¨¢ al servicio del pueblo est¨¢ en contra del pueblo¡±, agreg¨® el referente del Servicio Paz y Justicia (Serpaj). ¡°El hambre es la peor violencia y los hambrientos se duplicaron en estos ocho meses¡±, sum¨® el secretario general de la CTA Aut¨®noma, Hugo Godoy. El ¨²ltimo discurso estuvo a cargo de Alejandro Gramajo, secretario general de la UTEP. Describi¨® una situaci¨®n social alarmante, asegur¨® que incluso quienes tienen trabajo se ven obligados a recurrir a los comedores populares para alimentar a sus familias: ¡°Nos est¨¢n empujando a la peor crisis humanitaria que tuvo el pa¨ªs¡±.
Suscr¨ªbase aqu¨ª a la newsletter de EL PA?S Am¨¦rica y reciba todas las claves informativas de la actualidad de la regi¨®n.