El Gobierno de Milei remueve a su embajador en Espa?a
Roberto Bosch era un superviviente de la gesti¨®n del peronista Alberto Fern¨¢ndez
El embajador argentino en Madrid, Roberto Bosch, tiene las horas contadas. El Gobierno de Javier Milei ha decidido removerlo de su cargo tras meses de estar en la mira de la Casa Rosada. Bosch es un diplom¨¢tico de carrera de ¡°perfil muy bajo¡±, seg¨²n lo definen en la Canciller¨ªa argentina, y un superviviente de la gesti¨®n del peronista Alberto Fern¨¢ndez. Cuando se produjo el cambio de Gobierno, en diciembre del a?o pasado, ocupaba el segundo lugar en la embajada, debajo de Ricardo Alfons¨ªn, hijo del expresidente radical Ra¨²l Alfons¨ªn. La canciller de entonces, Diana Mondino, decidi¨® dejarlo en Madrid en reemplazo del embajador saliente. Bosch siempre fue consciente de que no era un pura sangre mileista y que su salida era s¨®lo cuesti¨®n de tiempo. El reemplazo de Mondino por Gerardo Werthein aceler¨® los tiempos. El nuevo canciller asumi¨® con el mandato de Milei de identificar dentro de la Cancilleria a ¡°impulsores de agendas enemigas de la libertad¡±.
Como diplom¨¢tico de carrera, Bosch trabaj¨® con gobiernos de todos los colores pol¨ªticos. Pero su paso por Madrid coincidi¨® con los repetidos conflictos entre Milei y el presidente de Espa?a, Pedro S¨¢nchez. La crisis entre ambos escal¨® el 19 de mayo pasado, cuando el argentino se sum¨® en Madrid a un multitudinario mitin de Vox. Desde el escenario, Milei arremeti¨® personalmente contra S¨¢nchez y tach¨® de ¡°corrupta¡± a su esposa, Bego?a G¨®mez. ¡°No saben qu¨¦ tipo de sociedad y pa¨ªs puede producir el socialismo y qu¨¦ cala?a de gente atornillada en el poder y qu¨¦ niveles de abuso puede llegar a generar. Aun cuando tenga la mujer corrupta, se ensucia y se tome cinco d¨ªas para pensarlo¡±, ha dicho, aludiendo al periodo de reflexi¨®n que se tom¨® S¨¢nchez en aquel momento para decidir si continuaba en el cargo tras las denuncias contra su esposa.
Tras el esc¨¢ndalo, que se sald¨® con la retirada de la embajadora de Espa?a en Buenos Aires, Mar¨ªa Jes¨²s Alonso, se supo que Bosch hab¨ªa informado que la de Milei hab¨ªa sido ¡°una visita privada¡± y no una oficial, cuyos gastos corren por cuenta del Estado. Fue un error considerado grave por la Casa Rosada, que enfrentaba por entonces cuestionamientos sobre c¨®mo se financiaban los constantes viajes del presidente para recibir premios o participar de mitines partidarios en el exterior.
Argentina no respondi¨® a la salida de la embajadora Alonso y dej¨® en su puesto a Bosch, quien, sin embargo, ya estaba muy golpeado y, sobre todo, inc¨®modo por los constantes desplantes de Milei. La llegada de un nuevo canciller y la purga ideol¨®gica en el Palacio San Mart¨ªn terminaron por sellar su suerte. No hay nombre a¨²n para reemplazarlo. La semana pr¨®xima, adem¨¢s, se instalar¨¢ definitivamente en Buenos Aires el nuevo embajador enviado por Madrid, Joaqu¨ªn Mar¨ªa de Ar¨ªstegui Laborde, con lo que se da por superada la crisis con Buenos Aires. El diplom¨¢tico ya fue recibido por Werthein, pero dej¨® Argentina durante unos d¨ªas mientras resuelve la log¨ªstica de su traslado desde Bogot¨¢, su ¨²ltimo destino diplom¨¢tico.
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