Milei amenaza con una intervenci¨®n federal a la provincia de Buenos Aires, poderoso basti¨®n del peronismo
El presidente argentino denuncia un ¡°ba?o de sangre¡± tras la muerte de una ni?a de siete a?os en un robo y le exige al gobernador, Axel Kicillof, que renuncie a su cargo
Kim ten¨ªa siete a?os. El martes pasado, esperaba la luz verde en un sem¨¢foro en La Plata (60 kil¨®metros al sur de la ciudad de Buenos Aires) sentada junto a su madre en el coche familiar. Dos adolescentes abrieron la puerta de lado del conductor, sacaron a la mujer a rastras, se pusieron al volante y huyeron a toda velocidad. Cuando vieron a Kim, la arrojaron por la ventanilla. Como estaba atada al cintur¨®n de seguridad, la ni?a qued¨® colgada del coche, golpeando contra el pavimento. Tras recorrer algo m¨¢s de un kil¨®metro, los ladrones volcaron. El cad¨¢ver de Kim qued¨® enganchado en un guardab...
Kim ten¨ªa siete a?os. El martes pasado, esperaba la luz verde en un sem¨¢foro en La Plata (60 kil¨®metros al sur de la ciudad de Buenos Aires) sentada junto a su madre en el coche familiar. Dos adolescentes abrieron la puerta de lado del conductor, sacaron a la mujer a rastras, se pusieron al volante y huyeron a toda velocidad. Cuando vieron a Kim, la arrojaron por la ventanilla. Como estaba atada al cintur¨®n de seguridad, la ni?a qued¨® colgada del coche, golpeando contra el pavimento. Tras recorrer algo m¨¢s de un kil¨®metro, los ladrones volcaron. El cad¨¢ver de Kim qued¨® enganchado en un guardabarros. La pol¨ªtica aprovech¨® el estupor social y r¨¢pidamente convirti¨® a la ni?a en un bot¨ªn de guerra. Javier Milei pidi¨® el jueves la renuncia del gobernador de la provincia de Buenos Aires, el peronista Axel Kicillof, y lo amenaz¨® con una intervenci¨®n federal en su distrito. Desde el peronismo tomaron el guant y lo acusaron de ¡°destituyente¡±.
La inseguridad es un tema recurrente en Argentina. No es que el pa¨ªs sea especialmente violento, comparado con sus vecinos. Con cuatro homicidios cada 100.000 habitantes en 2024, est¨¢ lejos de otros pa¨ªses como Ecuador (38), Colombia (26) o Brasil (21). Pero cuando se pone la lupa sobre los distritos que rodean a la ciudad de Buenos Aires, donde viven 15 millones de personas y los ¨ªndices de pobreza y hacinamiento se disparan, la tasa sube en algunos casos hasta casi nueve muertes. Tras meses de relativa calma, entonces, alg¨²n hecho especialmente espantoso, como el de Kim, convierte la inseguridad otra vez en un asunto de debate p¨²blico.
?Por qu¨¦ ahora es diferente? Porque los sectores conservadores que exigen mano dura como respuesta al delito est¨¢n ahora en la Casa Rosada, con Milei como vocero. Este viernes, el presidente us¨® las redes sociales para atacar a Kicillof. ¡°Si le interesa el bienestar de los bonaerenses c¨®rrase del camino, renuncie y d¨¦jenos intervenir la Provincia. En un a?o nosotros vamos a terminar con la violencia¡±, le dijo en un posteo en el que consider¨® a Buenos Aires sumergida en ¡°un ba?o de sangre¡±. Minutos despu¨¦s, sus ministros replicaban uno tras otro los ataques contra Kicillof.
Kicillof no es un blanco fijo cualquiera. La provincia que gobierna es la m¨¢s grande, rica y poblada de Argentina. Es tambi¨¦n un basti¨®n electoral del peronismo; y el conurbano, el distrito donde la expresidenta Cristina Kirchner cosecha m¨¢s apoyos. Como el electorado de Buenos Aires define elecciones, lo habitual es que los gobiernos federal y provincial queden en manos del mismo partido. Hoy, el escenario no podr¨ªa ser peor: Milei necesita conquistar la provincia en las elecciones legislativas de octubre y Kicillof lucha por sobrevivir sin recursos, mientras libra su propia guerra personal con Cristina Kirchner por el control del peronismo.
D¨ªas atr¨¢s, Kicillof rompi¨® amarras con su mentora pol¨ªtica y creo una corriente interna que llam¨® Movimiento Derecho al Futuro. Sum¨® alcaldes y dirigentes que consideran que el liderazgo partidario de Kirchner est¨¢ agotado. Kirchner, que ostenta la presidencia del peronismo a nivel nacional, los considera, a todos ellos, traidores al movimiento, justo cuando es necesario enfrentar a la ultraderecha.
El ataque de Milei, sin embargo, obr¨® el milagro: logr¨® unir por un momento al peronismo. M¨¢ximo Kirchner, hijo de la expresidenta, dijo que, ¡°m¨¢s all¨¢ de las diferencias que hay dentro del partido¡±, Milei hab¨ªa tenido un ¡°comportamiento bravuc¨®n e inexplicable¡± al pedir una intervenci¨®n federal en la provincia de Buenos Aires. ¡°Cuando el gobernador demostr¨® la voluntad de dialogar [con Milei, tras el crimen de la ni?a], la respuesta que da el Presidente es berreta [ordinaria] y mediocre, Hay una irresponsabilidad muy grande por sugerir una intervenci¨®n¡±. Luego se sum¨® en la defensa de Kicillof su madre, quien lleva meses sin hablar con el gobernador. La expresidenta hizo suyo un comunicado del Partido Justicialista (PJ-peronismo) que acusa de Milei de promover ¡°un golpe institucional contra la provincia y su gobernador¡±, fruto de ¡°la desesperaci¨®n¡± por tapar ante la opini¨®n publica el esc¨¢ndalo de $Libra, la criptomoneda promocionada por el presidente que result¨® ser una gran estafa.
Kicillof consigui¨® el apoyo cerrado del kirchnerismo y de gobernadores y alcaldes de todas las corrientes internas del peronismo. Este viernes, dio una rueda de prensa en la ciudad de La Plata, sede del Ejecutivo provincial, rodeado dirigentes peronistas. ¡°No sea cobarde [Milei], deje Twitter y los delirios autoritarios¡±, dijo Kicillof. Y vincul¨® la inseguridad al narcotr¨¢fico, un delito que deben combatir las fuerzas federales, que dependen del presidente.
Detr¨¢s est¨¢ tambi¨¦n el reclamo a Milei por los dineros federales que dej¨® de enviar a las provincias y que explican buena parte del super¨¢vit fiscal alcanzado por la Casa Rosada en 2024. Kicillof le record¨® al presidente que el a?o pasado se qued¨® con 750 millones de d¨®lares de un fondo destinado a, justamente, financiar la seguridad en la provincia.
En cualquier caso, la amenaza presidencial de una intervenci¨®n federal quedar¨¢ solo en eso. La Constituci¨®n establece que solo es posible si est¨¢n en riesgo las instituciones democr¨¢ticas o hay una amenaza de invasi¨®n exterior. Debe ser adem¨¢s aprobada por el Congreso o pedida por el gobernador. Hoy no est¨¢n dadas ninguna de todas esas condiciones.
Suscr¨ªbase aqu¨ª a la newsletter de EL PA?S Am¨¦rica y reciba todas las claves informativas de la actualidad de la regi¨®n.