Un hombre diferente

La difusi¨®n de la obra del escritor argentino Pedro Mairal (Buenos Aires, 1970) en nuestro pa¨ªs es muy curiosa. Es finalista en el Premio Herralde de 2001 con Una noche con Sabrina Love, que luego es llevada al cine en su pa¨ªs. Publica en Argentina El a?o del desierto en 2005, que llega a Espa?a cinco a?os m¨¢s tarde. Sin embargo, no es hasta 2016 cuando Pedro Mairal alcanza en Espa?a gran notoriedad con La uruguaya, como si antes nunca hubiera publicado nada. Ahora se rescata ...

La difusi¨®n de la obra del escritor argentino Pedro Mairal (Buenos Aires, 1970) en nuestro pa¨ªs es muy curiosa. Es finalista en el Premio Herralde de 2001 con Una noche con Sabrina Love, que luego es llevada al cine en su pa¨ªs. Publica en Argentina El a?o del desierto en 2005, que llega a Espa?a cinco a?os m¨¢s tarde. Sin embargo, no es hasta 2016 cuando Pedro Mairal alcanza en Espa?a gran notoriedad con La uruguaya, como si antes nunca hubiera publicado nada. Ahora se rescata Salvatierra, publicada originalmente en Argentina en 2008.

Si en El a?o del desierto primaba el aliento audazmente imaginativo, o una cronometrada libertad a la hora de apurar el realismo para que dejara de ser tal, en Salvatierra se despliega un relato aparentemente realista desde el principio, con tintes incluso naturalistas, pero del cual emana una historia fant¨¢stica. Salvatierra es un pintor casi secreto que al morir dej¨® a sus hijos una herencia herm¨¦tica. Cuatro kil¨®metros de rollos donde el pintor (mudo desde los nueve a?os debido a un accidente) plasm¨® cada minuto de su vida. Miguel, el hijo menor (su hermano mayor Luis se suma luego a la aventura), es el principal encargado de llevar a cabo algunas gestiones alrededor de la ins¨®lita obra: rescatarla del almac¨¦n donde estaba escondida o abandonada, y tramitar su traslado a un museo holand¨¦s, tras intentar rescatarla de la tutela patrimonial del municipio. Y aqu¨ª comienza el trabajo de desciframiento de la obra. Miguel se ve en uno de los rollos cuando era peque?o, circunstancia que le depara una peque?a sorpresa emocional, tal vez porque no esperaba tal atenci¨®n de su padre. Miguel y Luis descubren otro d¨ªa a una mujer que no es su madre, una presencia hiriente en la memoria de la progenitora. Todas son escenas reveladoras de un hombre diferente al que conoc¨ªan.

Pedro Mairal crea un espacio narrativo distinto al que exig¨ªa su historia, el espacio literario que no espera el lector. Los rollos pict¨®ricos, llenos de inc¨®gnitas, son las p¨¢ginas que se leen. Son su historia secreta. Mairal hace de pronto que su escritura desaparezca de nuestro foco de atenci¨®n. S¨®lo nos importa la obra enigm¨¢tica de Salvatierra.

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