Nuevas miradas a la Feria del Libro
Una editora que solo publica a mujeres, una librera argentina que inaugura espacio en Madrid y dos autores que se estrenan en la novela charlan sobre la industria, la vocaci¨®n y la precariedad
Dos a?os despu¨¦s de haber terminado Estar¨¦ sola y sin fiesta (Lumen), donde Sara Barquinero (Zaragoza, 27 a?os) emprende un viaje en busca de la desconocida autora de un diario ¨ªntimo, la novela desembarc¨® en las librer¨ªas este jueves. No era la primera vez que Barquinero imaginaba su nombre impreso en una cubierta: hab¨ªa escrito varios libros que terminaron en un caj¨®n, y este lo hab¨ªa remitido a 15 editoriales de las que, en su mayor¨ªa, ni siquiera obtuvo respuesta. Apenas un par de d¨ªas antes de que el t¨ªtulo se colocara en las estanter¨ªas, la escritora se declaraba consciente de que este logro ¡°es una de las mejores cosas¡± que le han pasado ¡°en la vida¡±.
A la sombra de unos ¨¢rboles que ya empiezan a desprenderse de sus hojas en el parque del Retiro ¡ªdonde se celebra la Feria del Libro de Madrid, desde el viernes y hasta el 26 de septiembre, tras una edici¨®n frustrada por la pandemia¡ª, charlan junto a la joven autora otros tres heterog¨¦neos habitantes del mundillo del libro. En un contexto actual tan competitivo como inestable, desde sus particulares atalayas todos pueden presumir, como Barquinero, de haberlo conseguido. De uno u otro modo, los cuatro se las han arreglado para hacerse un hueco en esta ambiciosa y ambicionada industria. El poeta Alejandro Sim¨®n Partal (Estepona, 38 a?os) acaba de publicar su primera novela, La parcela, en Caballo de Troya; la librera Andrea Stefanoni (Buenos Aires, 45 a?os), que antes gestionaba la monumental El Ateneo Grand Splendid de Buenos Aires, inaugur¨® recientemente La Mistral, su negocio propio en Madrid; y Sol Salama (Madrid, 35 a?os), que en su d¨ªa trabaj¨® para un gran grupo, ahora dirige su editorial, Tr¨¢nsito, un proyecto enfocado en la literatura escrita por mujeres que ha publicado t¨ªtulos como Quiltras, de Arelis Uribe, y Primera persona, de Margarita Garc¨ªa Robayo.
Vivir con la literatura
Si bien Barquinero es la ¨²nica novel absoluta (o casi: ya hab¨ªa sacado una obra de teatro), todos acaban de debutar en cierto modo: Sim¨®n Partal se estrena en la novela, Stefanoni arranca como su propia jefa y Salama, que ya abri¨® Tr¨¢nsito en 2018, se dispone a expandir sus miras y su plantilla. Portadores de una ¡°vocaci¨®n¡± que probablemente se da por sentada en oficios como los suyos, los cuatro reconocen que, a fin de cuentas, estos son, como tantos otros, trabajos de los de remangarse y bajar al barro. ¡°La literatura es una labor que no sabe de horarios porque nace de una urgencia¡±, apunta Sim¨®n Partal. Y eso, a la postre, como agrega Stefanoni, se traduce en esto: ¡°Todos le dedicamos el d¨ªa entero y nuestros d¨ªas libres¡±. La disponibilidad es total, pero ni eso garantiza que alcance para ganarse la vida. ¡°Yo no aspiro a vivir de la literatura¡±, reconoce Barquinero, formada en Filosof¨ªa, ¡°sino m¨¢s bien a encontrar un trabajo relacionado con las letras: quiz¨¢s en una librer¨ªa, o dando clases¡¡±.
Ah¨ª, en esas palabras, se encuentra la pieza que los une: la precariedad que todo lo acecha.
¡ªAh¨ª veo una diferencia con Latinoam¨¦rica, y es que una de mis mejores amigas, escritora mexicana, tiene bastantes ayudas ¡ªdice Barquinero.
¡ªAqu¨ª tambi¨¦n hay muchas autoras, autores que viven de las de la residencia, de las subvenciones ¡ªinterviene Sim¨®n Partal¡ª. La literatura no es necesariamente vender libros, sino todo lo que rodea al hecho de escribir. Y aunque no se puede vivir de la mano de la literatura, s¨ª se puede vivir con la literatura.
¡ªEsa es la clave ¡ªconcluye Stefanoni¡ª. No se trata de vivir de la literatura, sino con la literatura.
Autora adem¨¢s de librera (en 2015 public¨® con Seix Barral La abuela civil espa?ola, a partir de la memoria de su familia), con 23 a?os de experiencia en Argentina, Stefanoni conoce ¨ªntimamente los recovecos de una industria que cree que deber¨ªa mejorar en la escala de lo m¨ªnimo. ¡°?Qu¨¦ significa vivir de un libro?¡±, plantea. ¡°Si en toda tu vida escribiste tres libros y quieres vivir de los derechos de autor, no vas a vivir de los libros. Ser¨ªa rid¨ªculo pensarlo. Pero si te montas un panorama acorde a tu forma de ver la vida, ya sea en la docencia, o como Sol con la editorial, o yo con la librer¨ªa¡, entonces s¨ª vas a poder vivir con los libros¡±.
Maneras de empezar
Con los suyos, Salama empez¨® a ganarse el sueldo primero como trabajadora de Penguin y, m¨¢s tarde, tras la subversi¨®n emocional que le supuso el fallecimiento de su padre, como empresaria por cuenta propia. De igual manera, fue su ocupaci¨®n anterior en El Ateneo Grand Splendid lo que llev¨® a Stefanoni a intentar establecer su propio negocio. Tambi¨¦n hubo un desgarro como detonante. ¡°Siempre quise vivir en Madrid y, una vez que no estuvo m¨¢s mi abuela, que era por quien me quedaba en Buenos Aires, pude tomar la decisi¨®n y me vine. No lo dud¨¦¡±, recuerda. Ocho meses despu¨¦s, La Mistral abr¨ªa sus puertas.
En el caso de los dos autores, sus primeros pasos en el negocio fueron casi diametralmente opuestos. Con varios libros de poes¨ªa (Una buena hora, Visor; La fuerza viva, Pre-Textos, entre otros) editados antes de dedicarse a la misi¨®n ¡°funcionarial¡± que imponen los ritmos de escritura de una novela ¡ª?la suya describe la relaci¨®n de un profesor de literatura espa?ol y un joven sirio en el norte de Francia, donde ¨¦l vivi¨® una ¨¦poca¡ª, Sim¨®n Partal consigui¨® su primer contrato, con Renacimiento, casi por casualidad, pidiendo el contacto en una caseta de la Feria del Libro de Sevilla. ¡°Fue el primer sitio en el que pregunt¨¦¡±, sonr¨ªe el escritor, que despu¨¦s recay¨® en Caballo de Troya a trav¨¦s de su actual editor invitado, Jon¨¢s Trueba. ¡°Me pregunt¨® si ten¨ªa algo, ley¨® la novela y le gust¨®¡±. Despu¨¦s de varios intentos fallidos, Barquinero, que entre otros envi¨® su manuscrito precisamente al sello joven de Penguin, acab¨® fichada por Lumen tras la recomendaci¨®n de Luna Miguel, quien fue la anterior editora de Caballo de Troya.
Escribir, editar o vender libros viene siempre de la mano de una educaci¨®n lectora. La de Barquinero se fundamenta en dos pilares que poco tienen que ver el uno con el otro: uno es ¡°la gran novela americana del siglo XX¡±, la de autores como David Foster Wallace o Don DeLillo, y el otro, las ¡°novelistas francesas¡± en la l¨ªnea de Marguerite Duras. ¡°Siempre ando pendiente de lo que se mueve en el extranjero¡±, cuenta la escritora, que calcula que ¡°la mitad¡± de los libros que pasan por sus manos vienen de la mesa de novedades. ¡°Me interesa mucho la literatura femenina que tiene que ver con una cierta marginalidad¡±, apunta sobre su percepci¨®n de a d¨®nde se dirigen las tendencias. ¡°Creo que se nota una cierta vuelta a la trama¡±, agrega, ¡°y, desde hace unos tres a?os, en Norteam¨¦rica, los premios dan cada vez m¨¢s importancia a las voces que no son de hombres blancos¡±.
Sin una gran biblioteca de referencia, la afici¨®n de Sim¨®n Partal naci¨® de los vol¨²menes dedicados a las biograf¨ªas de personajes ¡ªWalt Whitman, por ejemplo¡ª que descubri¨® en la enciclopedia Larousse que hab¨ªa en su casa. Otras memorias, las de David Bowie, le llevaron a seguir el rastro de los escritores a los que el m¨²sico admiraba, y as¨ª, de una forma ¡°azarosa¡±, fue perfilando sus gustos hasta acabar estudiando Filolog¨ªa Hisp¨¢nica. Hoy lee ¡°m¨¢s novedades de las que me gustar¨ªa¡±, se r¨ªe, ¡°porque es algo de lo que va a permanecer muy poco¡±, aunque tambi¨¦n reconoce que la poes¨ªa joven est¨¢ atravesando un momento de esplendor en Espa?a. ¡°Nunca ha habido m¨¢s lectores, concursos, festivales, presentaciones¡¡±, dice, ¡°aunque a veces tambi¨¦n ocupa demasiado espacio en prensa, y las voces adultas quedan olvidadas. Y hay que tener en cuenta que la poes¨ªa es un camino largo¡±.
Otras Am¨¦ricas
Si para una joven escritora como Barquinero la separaci¨®n entre la literatura espa?ola y en espa?ol resulta casi imperceptible (¡°no tengo una perspectiva colonial¡±, asegura), para una profesional con experiencia a uno y otro extremo del Atl¨¢ntico como Stefanoni tampoco se puede afirmar que a Espa?a y Am¨¦rica Latina las separe un oc¨¦ano de diferencias. De este lado se publica m¨¢s cantidad y en Argentina los libros est¨¢n exentos de IVA, como subraya con disgusto por la situaci¨®n en Espa?a, pero la rotaci¨®n de novedades, el abrir cajas y colocar y retirar vol¨²menes de los anaqueles se mueve en todas partes al mismo ritmo vertiginoso. ¡°S¨ª siento que aqu¨ª el p¨²blico est¨¢ m¨¢s feliz, que es como m¨¢s flexible a la hora de que le recomiendes cosas nuevas, y eso es hermoso para un librero¡±, a?ade Stefanoni, que asegura haber recibido una inesperada y ¡°linda¡± acogida a su librer¨ªa, con la que aspira a convertirse en punto de referencia para los amantes de la poes¨ªa.
Salama, que ha publicado a muchas autoras latinoamericanas en Tr¨¢nsito y se plantea exportar a aquel continente a partir de 2022, percibe que en Espa?a ¡°nos estamos animando como nunca a explorar una literatura latina que antes no le¨ªamos. Aqu¨ª antes se le¨ªa a los mismos autores, pocos y casi todo hombres; era algo como ex¨®tico. Desde hace unos cuantos a?os estamos prestando mucha m¨¢s atenci¨®n a escrituras latinoamericanas muy diversas¡±, aventura. ¡°A estas autoras se las recibe con mucha expectaci¨®n y con muchas ganas, porque llevamos a?os desde las editoriales d¨¢ndoles cabida y creo que, entre todas, estamos educando a los lectores, que quiz¨¢ antes eran m¨¢s vagos a la hora de coger libros con un espa?ol que no es el suyo. Por otro lado, me da la sensaci¨®n, aunque no estoy segura, de que quiz¨¢ en Latinoam¨¦rica han estado siempre muy con las antenas puestas en lo de afuera y que ahora no tanto, pues est¨¢n leyendo lo suyo con mucha intensidad y mejorando, por lo que observo, la distribuci¨®n interna de cada pa¨ªs¡±.
Con Colombia como pa¨ªs invitado en la feria, se abre una ventana privilegiada desde donde introducirse en el jard¨ªn de las letras latinoamericanas. Como subraya Salama, no son pocas las propuestas que surgen con regularidad de editoriales espa?olas como la suya (quiz¨¢, barrunta, se d¨¦ una ¡°sobreproducci¨®n¡± que no siempre resulta positiva). Solo hace falta encontrar el momento para la lectura. ¡°Nos pasa, supongo, a todos los editores independientes: en los primeros a?os hay que hacerlo todo y vamos rob¨¢ndole tiempo a eso, que es lo m¨¢s importante. Es peligroso, porque pueden escap¨¢rsenos joyitas¡±, lamenta. ¡°Tambi¨¦n quiero leer un poco m¨¢s por ocio. Noto en el ¨¢nimo que leo poco otras cosas. Y tengo muchas ganas de leer de todo. Ahora mismo coger¨ªa Los galgos, los galgos, de Sara Gallardo; Isla Decepci¨®n, de Paulina Flores, o algo de ciencia ficci¨®n feminista de Consonni¡±.
SUS FAVORITOS COMO LECTORES
ANDREA STEFANONI
Antes de aterrizar en Espa?a, la librera (Buenos Aires, 45 a?os) se curti¨® a los mandos de El Ateneo Grand Splendid de su ciudad, considerada una de las librer¨ªas m¨¢s bellas del planeta. En el espacio que antes ocupaba el teatro Arenal, su local junto a la Puerta del Sol, La Mistral, se inspira en la sobriedad de las librer¨ªas inglesas.
Libros.?Algunos de la poeta rumana Ana Blandiana: Primera persona del plural, El tal¨®n vulnerable y Variaciones sobre un tema dado (Visor).
Librer¨ªas.?Espacios con ¡°encanto¡± como La Buena Vida, Ocho y Medio y Amapolas, en Madrid. En Barcelona, La Central, ¡°donde me pas¨¦ horas¡±.
ALEJANDRO SIM?N PARTAL
Formado en Filolog¨ªa Hisp¨¢nica, el escritor (Estepona, 38 a?os) imparte clases de m¨¦trica en la Universidad de Zaragoza e investiga en la Universidad checa de Ostrava. Del ¡°mirar atr¨¢s¡± de la novela a la ¡°promesa¡± de la poes¨ªa, elige la ¡°fluidez¡± entre g¨¦neros.
Libros.?La verdad ignorada (C¨¢tedra), de Emilio Peral Vega, un libro sobre homoerotismo ¡°necesario en este tiempo de odio¡±, y la ¡°cautivadora¡± Buena mar (Alfaguara), de Antonio Lucas. Tambi¨¦n una autora ¡°casi secreta¡±: Maria van Rysselberghe.
Librer¨ªas.?Las suyas de siempre: Luces, en M¨¢laga; La Fuga, en Sevilla, y Tipos Infames, en Madrid.
Editoriales.?¡°Dos que sigo muy de cerca: Trotta y C¨¢ntico¡±.
SOL SALAMA
Con experiencia en ¡°un par de trabajos¡± anteriores en el sector y un m¨¢ster de edici¨®n en su curr¨ªculo, Salama (Madrid, 35 a?os) ha publicado en su editorial, Tr¨¢nsito, a autoras como Fernanda Tr¨ªas y Katixa Agirre.
Libros.?Apuesta por su cat¨¢logo: Esta herida llena de peces, de Lorena Salazar Masso; Yo, mentira, de Silvia Hidalgo; Tres truenos, de Marina Closs.
Librer¨ªas.?¡°Las de barrio, que suelen estar m¨¢s ordenadas que las grandes¡±. ?Nombres? Sin Tarima, Cervantes y C¨ªa, Lata Peinada y Tipos Infames en Madrid; Nollegiu, en Barcelona.
Editoriales.?Alpha Decay, Malas Tierras, Volcano. ¡°Las admiro¡±.
SARA BARQUINERO
La autora (Zaragoza, 27 a?os), que estudi¨® Filosof¨ªa, est¨¢ a punto de finalizar su contrato como investigadora en formaci¨®n en la Complutense. Ya proyecta otras dos novelas: una en torno al suicidio y la depresi¨®n y otra sobre el terremoto de Lisboa.
Libros.?Asylum Road (Alpha Decay), de Olivia Sudjic; en poes¨ªa, Desde las gradas (Letraversal), de Juanpe S¨¢nchez, y un ¡°cl¨¢sico¡±: La familia real (P¨¢lido Fuego), de William T. Vollmann.
Librer¨ªas.?En Zaragoza, Ant¨ªgona.
Editoriales.?Tr¨¢nsito (¡°me flipa¡±), Alpha Decay, Editorial 16, Kriller 71.
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