De la Gran Recesi¨®n al Gran Confinamiento

Esta es una verdadera guerra mundial (¡­) Las otras guerras mundiales se localizaron en determinados continentes con muy poca participaci¨®n del resto (¡­), pero esto afecta a todo el mundo. No es algo localizado. No es una guerra de la que puedas escapar¡±. Estas palabras de Len¨ªn Moreno, el anterior presidente de Ecuador, reflejan lo que ha significado la pandemia en una generaci¨®n de ciudadanos. Conviene no olvidarlo: en el registro hist¨®rico del capitalismo nunca ha habido un momento en el que cerca del 95%...

Esta es una verdadera guerra mundial (¡­) Las otras guerras mundiales se localizaron en determinados continentes con muy poca participaci¨®n del resto (¡­), pero esto afecta a todo el mundo. No es algo localizado. No es una guerra de la que puedas escapar¡±. Estas palabras de Len¨ªn Moreno, el anterior presidente de Ecuador, reflejan lo que ha significado la pandemia en una generaci¨®n de ciudadanos. Conviene no olvidarlo: en el registro hist¨®rico del capitalismo nunca ha habido un momento en el que cerca del 95% de las econom¨ªas del mundo sufrieran una brutal contracci¨®n simult¨¢nea, como ocurri¨® en el primer semestre de 2020. M¨¢s de 3.000 millones de adultos fueron despojados de sus trabajos de la noche a la ma?ana o empezaron, no sin problemas, a trabajar desde casa. Cerca de 1.600 millones de j¨®venes vieron interrumpida de golpe su educaci¨®n presencial. A ese momento se lo ha denominado Gran Confinamiento. Adam Tooze, el historiador brit¨¢nico que mejor cont¨® la crisis financiera de 2008 (Crash. Cr¨ªtica), disecciona ahora en El apag¨®n el impacto que la covid ha tenido en el sistema capitalista, y las respuestas p¨²blicas que se le ha dado.

En diciembre de 2019 apareci¨® un virus desconocido en una ciudad china a 1.000 kil¨®metros de Pek¨ªn y en cuesti¨®n de semanas la econom¨ªa mundial se detuvo abruptamente: los aviones permanecieron en tierra, las cadenas de suministros se rompieron y sectores completos (como el turismo o el transporte, reflejos superiores de la movilidad de las personas) redujeron su actividad a cero. Ni siquiera los mercados financieros pudieron preservarse de un colapso que provoc¨® la ca¨ªda m¨¢s r¨¢pida y fuerte de las Bolsas de valores desde 1929. De la noche a la ma?ana el mundo cambi¨®, y el a?o 2020 devino en un parteaguas entre dos ¨¦pocas. Todo ello manifest¨® una fragilidad extrema. Incluso el cambio clim¨¢tico, considerado el primer problema de la humanidad, fue sustituido en las preocupaciones de la gente por un virus microsc¨®pico.

La covid se desparram¨® en un contexto geopol¨ªtico muy determinado, en el que China, el pa¨ªs donde apareci¨®, se encontraba en guerra comercial con una buena parte del planeta. Entre el d¨ªa en que Xi Jinping, el l¨ªder chino, reconoci¨® p¨²blicamente el brote del coronavirus (20 de enero de 2020) y el d¨ªa de la toma de posesi¨®n de Joe Biden de la presidencia de EE UU transcurri¨® un a?o exacto, con millones de muertes y decenas de millones de enfermos. Gracias a la ca¨ªda de Occidente debido al confinamiento, 2020 fue el primer a?o en que China super¨® a todos sus rivales para convertirse en el destino mundial favorito de la inversi¨®n extranjera. En su primera conferencia como presidente, Biden declar¨® rotundo: ¡°China tiene un objetivo general y no se lo critico, pero tiene el objetivo de convertirse en el pa¨ªs l¨ªder del mundo y en el pa¨ªs m¨¢s poderoso del planeta. Eso no va a ocurrir durante mi mandato, porque EE UU va a seguir creciendo y expandi¨¦ndose¡±.

A lo largo de la historia ha habido pandemias m¨¢s letales. Lo novedoso ahora ha sido la magnitud de la respuesta. Para contener sus consecuencias, el apoyo p¨²blico (de los gobiernos) a los hogares, las empresas y los mercados ha alcanzado dimensiones desconocidas en tiempos de paz. Esta crisis no solo ha sido, con diferencia, la recesi¨®n m¨¢s pronunciada desde la Segunda Guerra Mundial, sino que, adem¨¢s, es cualitativamente ¨²nica porque nunca se hab¨ªa tomado la decisi¨®n colectiva, aunque descoordinada y desigual, de paralizar grandes sectores de la econom¨ªa mundial. Ello porque la covid se mov¨ªa tan r¨¢pido como el avi¨®n o el tren de alta velocidad. El Fondo Monetario Internacional dijo: ¡°Una crisis como nunca se ha visto¡±.

La respuesta inmediata de la pol¨ªtica econ¨®mica se bas¨® en lo que el mundo hab¨ªa aprendido de la Gran Recesi¨®n. En vez de austeridad, la pol¨ªtica fiscal pas¨® a ser m¨¢s amplia y r¨¢pida; las intervenciones de los bancos centrales, m¨¢s espectaculares. Si se combinaban mentalmente ambas pol¨ªticas, la fiscal y la monetaria, se confirmaban las ideas esenciales de las doctrinas econ¨®micas que en el pasado hab¨ªa defendido el keynesianismo radical y que, seg¨²n Tooze, se hab¨ªan modernizado recientemente con tesis como la teor¨ªa monetaria moderna: las finanzas estatales no est¨¢n tan limitadas como las de los hogares. Si una autoridad planeaba organizar la financiaci¨®n como algo m¨¢s que un asunto t¨¦cnico, ello es en s¨ª mismo una opci¨®n pol¨ªtica. Como Keynes hab¨ªa recordado a sus lectores, ¡°cualquier cosa que podamos hacer tambi¨¦n podemos permit¨ªrnosla¡±.

Tooze se plantea en El apag¨®n algo muy interesante: si esta pol¨ªtica supone al fin la muerte de la ortodoxia que ha prevalecido desde la d¨¦cada de los a?os ochenta, cuando penetra como un tornado la revoluci¨®n conservadora y el neoliberalismo. Tras sus reflexiones concluye que lo ocurrido durante 2020, el a?o de la soledad, es una crisis integral de la era neoliberal en lo que respecta a sus ingredientes medioambientales, a sus fundamentos sociales, econ¨®micos y pol¨ªticos internos y al orden internacional.

Este an¨¢lisis ayudar¨¢ a encontrar el nuevo rumbo hist¨®rico, una vez que los cient¨ªficos sociales m¨¢s doctrinarios se han quedado sin aliento. El libro comienza afirmando que si hubiera una sola palabra que pudiera resumir lo sucedido, ella ser¨ªa sin duda la ¡°incredulidad¡±. M¨¢s de 400 p¨¢ginas despu¨¦s, Tooze lo finaliza con una sentencia m¨¢s rotunda. Si nuestra primera reacci¨®n fue la de incredulidad, la consigna para afrontar el futuro deber¨ªa ser: ¡°Todav¨ªa no hemos visto nada¡±.

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