¡®Un futuro anterior¡¯: tratado de amor contempor¨¢neo

En sus clases sobre est¨¦tica Hegel dej¨® una de las grandes definiciones del esp¨ªritu de la novela de formaci¨®n: ¡°Casarse con una muchacha es un fin vulgar, y s¨®lo se convierte en fant¨¢stico mediante la vuelta de tuerca de la fantas¨ªa (¡­). Surgen dificultades: polic¨ªa, padres, Estado, la desgracia de que haya leyes, todas esas barreras con las que combate el caballero (¡­). Al final de esos a?os de aprendizaje es cuando el h¨¦roe ha aprendido a fondo ...

En sus clases sobre est¨¦tica Hegel dej¨® una de las grandes definiciones del esp¨ªritu de la novela de formaci¨®n: ¡°Casarse con una muchacha es un fin vulgar, y s¨®lo se convierte en fant¨¢stico mediante la vuelta de tuerca de la fantas¨ªa (¡­). Surgen dificultades: polic¨ªa, padres, Estado, la desgracia de que haya leyes, todas esas barreras con las que combate el caballero (¡­). Al final de esos a?os de aprendizaje es cuando el h¨¦roe ha aprendido a fondo (¡­), ha conquistado a la doncella, ¨¦sta es ya su esposa y ¨¦l un hombre como otro cualquiera. Obtiene un empleo o administra sus bienes (¡­). Se inmiscuye el gobierno de la casa y ah¨ª la novela se interrumpe, llegan los ni?os y la gran modorra¡±.

Tambi¨¦n ¨¦sta es la estructura de Un futuro anterior, nuevo ejemplo de las cualidades del escritor argentino Mauro Libertella (Ciudad de M¨¦xico, 1983): el narrador y Leticia se gustan. Son muy j¨®venes. Parecen destinados a estar juntos, pero ambos comienzan relaciones estables con otras parejas. Esa imposibilidad les dura 10 a?os, durante los cuales son amantes secretos. El v¨ªnculo que los une es m¨¢s fuerte. Fuerte en tanto que oculto y no vivido, ¡°futuro anterior¡±. Luego se liberan, construyen una casa, tienen una hija.

Adelantar la trama no supone un perjuicio a Un futuro anterior. Brilla por muchos m¨¦ritos. En su acoso al gran tema del amor rom¨¢ntico sobresale, por decirlo de alguna manera, la capacidad anal¨ªtica propia de la novela de primer amor (de Constant a Radiguet). Por eso, Un futuro anterior tiene el encanto y la frescura de aquellos peque?os tratados sentimentales de soltura ¡°cl¨¢sica¡±, el estilo breve, d¨²ctil y elegante, esquivo a la solemnidad. Y desde una atenci¨®n minuciosa consigue desmenuzar la moral del amor contempor¨¢neo ¡°en una ¨¦poca previa a los celulares con internet y a las redes sociales, as¨ª que el mundo era todav¨ªa un poco m¨¢s ¨ªntimo, menos delator¡±. Aunque, no obstante, el amor entre el narrador y Leticia es un secreto en una comunidad cerrada de amigos. Es decir, una pasi¨®n ad¨²ltera (otro t¨®pico cl¨¢sico) bajo la amenaza de lo p¨²blico.

La escritura de Libertella brilla de manera singular en el an¨¢lisis de esta ¡°doble vida¡±: los celos, rivalidades, sutiles tramas psicol¨®gicas y cobard¨ªas a destiempo. ¡°Nunca fui tan contempor¨¢neo de m¨ª mismo: viv¨ªa en el presente absoluto, sin met¨¢foras de futuro¡±, escribe. E inevitablemente la novela decae cuando los amantes se juntan y llega la gran modorra. Dejan de mirarse para atender a las pautas comunes de una vida normal, el f¨²tbol de los lunes, la construcci¨®n de una casa, hasta la sobrecarga de citas literarias¡­ Un convencionalismo que se contagia al propio estilo de Libertella, su nueva morosidad e incluso el boicoteo a lo que hab¨ªa sido un sabio uso de lo autobiogr¨¢fico. Porque Libertella practica una escritura de una profunda autenticidad. Es decir, no tiene la necesidad de declararse autobiogr¨¢fica (tan decantado es su car¨¢cter ¡°impersonal¡±), pero, no obstante, no pretende ocultarse. Una tensi¨®n sutil que desaparece, por ejemplo, en los breves excursos que el narrador le dedica a Julia, la hija reci¨¦n nacida: ¡°Volviste con tu mam¨¢, la postal era id¨ªlica, irrepetible¡±. Y, as¨ª, tenemos la sensaci¨®n de haber asistido a un maravilloso momento de vida y literatura (durante m¨¢s de la mitad de Un futuro anterior) y a una coda feliz pero aburrida.

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