¡®La banda oriental¡¯, una f¨¢bula siniestra sobre otros miserables

Una nena y un perro. Adem¨¢s, una piscina, un invitado y un ejemplar de Los miserables, de Victor Hugo. Estos elementos se combinan en una narraci¨®n sin demasiadas palabras. Los personajes no hablan mucho, m¨¢s bien piensan; hablan las televisiones y las revistas, y aun as¨ª La banda oriental es cartesianamente eficaz como artefacto dram¨¢tico. El ambiente oprime, y la felicidad de los brasile?...

Una nena y un perro. Adem¨¢s, una piscina, un invitado y un ejemplar de Los miserables, de Victor Hugo. Estos elementos se combinan en una narraci¨®n sin demasiadas palabras. Los personajes no hablan mucho, m¨¢s bien piensan; hablan las televisiones y las revistas, y aun as¨ª La banda oriental es cartesianamente eficaz como artefacto dram¨¢tico. El ambiente oprime, y la felicidad de los brasile?os, que van a descansar a una casa del selecto barrio de Beverly Hills en Punta del Este, nos invita a pensar que nada es como parece ser. Brasil es el espacio m¨ªtico de una nena hu¨¦rfana que recogi¨® a un perro de la calle y vive con su t¨ªa, la criada de ese lugar de vacaciones. En Brasil la gente hace gimnasia, r¨ªe, es guapa, ve telenovelas y habla portugu¨¦s. Brasil es el pa¨ªs de quienes saben vivir. De la fe en Dios y de las imposiciones de manos. Del discurso del poder y del dinero.

La nena lo intuye porque, adem¨¢s, es permeable a los est¨ªmulos de un pensamiento positivo que nos llega desde hilarantes y terribles notas a pie de p¨¢gina. El mundo publicitario de las notas al pie ¡ªquiz¨¢ tambi¨¦n en los discursos acad¨¦micos las notas funcionen as¨ª¡ª choca con la realidad de la nena, la orfandad, el abandono, el trabajo de su t¨ªa, el cuerpo del perro que es, m¨¢s que nunca, un cuerpo de perro en sentido literal y figurado. Paloma Vidal crea una atm¨®sfera siniestra y misteriosa, en la que lo siniestro y misterioso no son estereotipos, sino amenaza del abuso y s¨ªntoma de los mundos enfrentados: lo que est¨¢ dentro y lo que est¨¢ fuera de la tele; las terror¨ªficas ficciones del mindfulness frente al triste pasado de las nenas, sus piernitas. La profesora Victoria Torres analiza muy acertadamente ¡°lo igual y lo distinto¡± borgiano en el libro: ¡°(¡­) el espa?ol y el portugu¨¦s, lo humano y lo animal, el adentro y el afuera¡±. Paloma Vidal escribe una historia sobre lo aspiracional hortera de esa fam¨¦lica legi¨®n que, en un momento dado, percibe la agresividad masiva, soterrada pero nunca suave, y responde con una leg¨ªtima acci¨®n: romperlo todo.

La prosa escueta, la sutil mezcla de g¨¦neros, la progresi¨®n narrativa, la precisi¨®n ¡ªLos miserables solo pod¨ªa ser Los miserables¡ª son piezas bien engrasadas para construir un significado. Pese a la percepci¨®n del peligro inminente y la oscuridad, la autora abre una ventana de entendimiento, protecci¨®n y amor entre los personajes socialmente d¨¦biles. Uno de estos personajes es el perro. Hacer pensar a un perro en una ¨¦poca en la que parece que las ventriloqu¨ªas de la ficci¨®n son irrespetuosas, intolerables modos de colonizaci¨®n ¡ªespecista, en este caso¡ª, no solo implica reconectar con la tradici¨®n cr¨ªtica del fabulismo, sino con esa aproximaci¨®n literaria a la realidad que propicia una forma de conocimiento distinta en el uso de la imaginaci¨®n y las incorrecciones. Incluso en el reto de tratar de acercarse a la propia voz es importante no desde?ar la m¨¢scara ni el argumento fant¨¢stico. Al final, de lo que se trata casi siempre es de conseguir que la ficci¨®n sea verdad en los libros sin caer en la trampa reaccionaria de que la verdad es ficci¨®n. Puede que la verdad solo sea el prop¨®sito del verbo. Eso ya es mucho y Paloma Vidal lo sabe bien.

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