El b¨²nker del lujo

El jefe de polic¨ªa del departamento uruguayo de Maldonado, Juan Balbis, se enfrenta a una jornada como cualquier otra en la principal ciudad de la zona, Punta del Este, uno de los lugares de reposo m¨¢s exclusivos de Am¨¦rica Latina. El banco suizo Julius Baer celebra un congreso con m¨¢s de 900 personas y, adem¨¢s, durante la ma?ana Mario Vargas Llosa, Premio Nobel de Literatura, tiene previsto pronunciar una conferencia en un renombrado hotel. Los dos acontecimientos tienen lugar a puerta cerrada y en un clima de privacidad que excluye a curiosos y a la prensa. Nada extraordinario en una localidad de unos 12.000 habitantes que eleva su poblaci¨®n hasta los 350.000 en verano, una poblaci¨®n compuesta sobre todo por extranjeros.

Balbis, hijo, nieto, hermano y padre de polic¨ªas, tiene un amplio despacho en un edificio colonial del centro de Maldonado. A pocos kil¨®metros de las playas espl¨¦ndidas y los edificios de lujo de Punta del Este se encuentra la modesta capital departamental, habitada mayoritariamente por uruguayos que viven del turismo y de la agricultura.

El jefe de polic¨ªa tiene a su cargo unos 14.000 agentes, junto a refuerzos provenientes de Interpol y de los servicios secretos de medio mundo. Adem¨¢s, cada a?o tiene que lidiar con ej¨¦rcitos de seguridad privada contratados por urbanizaciones de lujo y personalidades.

¡°El delito m¨¢s frecuente es el robo, generalmente los ladrones entran en las casas de los veraneantes que dejan alguna puerta o ventana abierta. Pero esos robos nunca son con violencia, podemos decir que aqu¨ª los episodios de secuestro o intimidaci¨®n pr¨¢cticamente no existen¡±, asegura Balbis.

Mick Jagger, Zidane, Shakira y Donald Trump, entre sus visitantes

En 2014, unos 200.00 turistas bajaron de los imponentes cruceros que llegan al balneario. Punta del Este ofrece el fuerte contraste de un mundo que parece perfecto: las calles est¨¢n m¨¢s limpias que en cualquier otra ciudad uruguaya y no existe la inseguridad que tanto ha aumentado en la capital, Montevideo. El agravio comparativo es tal que muchos uruguayos aseguran que Punta del Este no es Uruguay y hasta desprecian el brillo del balneario. Ning¨²n dirigente del izquierdista Frente Amplio se aventurar¨ªa a pasar sus vacaciones en la zona sin ser excomulgado por buena parte de su electorado.

El alcalde de Punta del Este, Mart¨ªn Laventure, tiene preparada de antemano la respuesta a esta inquietud: ¡°El turismo representa 2.000 millones de d¨®lares de ingresos para Uruguay, y Punta del Este, sin tener la cifra exacta, debe de supone el 60% de ese beneficio. Todo ese dinero no se queda aqu¨ª sino que sirve para que mejore todo el pa¨ªs¡±, asegura.

Para Laventure, la clave del ¨¦xito de la zona radica en la discreci¨®n de la seguridad y en la vastedad del territorio del departamento. ¡°Aqu¨ª puedes venir a que te vean o a que no te vean. Todos los d¨ªas tenemos personalidades que pueden hacer vida normal. La semana pasada nos enteramos de que estaba Alain Prost porque acud¨ªa a una panader¨ªa todos los d¨ªas, a Mick Jagger lo reconocieron una vez por casualidad en el puerto...¡±. La cantante Shakira, el exfutbolista Zinedine Zidane y el millonario estadounidense Donald Trump, por ejemplo, tienen imponentes fincas o apartamentos de lujo en Punta del Este.

El alcalde asegura que la zona supone el 60% del turismo del pa¨ªs

¡°Nuestro reto es conseguir que ¨¦ste sea un lugar de residencia permanente y para eso tenemos que estar a la vanguardia en servicios de salud, comunicaciones, infraestructuras. Queremos ser el ¨²ltimo lugar del mundo donde se pierdan ciertos valores como la convivencia¡±, a?ade Laventure.

Ser los ¨²ltimos del mundo en sufrir la violencia es una ardua tarea para el jefe de polic¨ªa de Maldonado, quien observa la modernidad desde su despacho, dominado por un imponente retrato de Jos¨¦ Gervasio Artigas, el libertador de Uruguay, y por varios s¨ªmbolos que indican su pertenencia a la masoner¨ªa, algo frecuente en las fuerzas del orden uruguayas. ¡°Me preocupan los cambios vertiginosos de la sociedad y la mutaci¨®n permanente de la delincuencia. Por eso tenemos que estar siempre actualizados y con una gran apertura mental para enfrentarnos a estos nuevos tiempos¡±, dice Balbis.

El lujo se extiende por Punta del Este, un b¨²nker de exclusividad en Latinoam¨¦rica.