¡®No¡¯, versos que iluminan

No es el cuarto libro de poemas de Francisco Jos¨¦ Mart¨ªnez Mor¨¢n (Madrid, 1981). Con ¨¦l ha estrenado el flamante premio Francisco Brines. Entre la metaf¨ªsica y lo experiencial, ...

No es el cuarto libro de poemas de Francisco Jos¨¦ Mart¨ªnez Mor¨¢n (Madrid, 1981). Con ¨¦l ha estrenado el flamante premio Francisco Brines. Entre la metaf¨ªsica y lo experiencial, No es un volumen compuesto por medio centenar de poemas, casi todos breves, que tienen algo de examen de conciencia: ¡°?Qu¨¦ puedo yo ense?aros, salvo calma, / paciencia, lucidez y decepci¨®n?¡±. Estamos ante un concepto complejo en cuyo significado se integran otros que, a su vez, se complementan: la mirada al exterior y la meditaci¨®n ¨ªntima, pero tambi¨¦n la lucidez respecto al texto po¨¦tico y a su funci¨®n. El poeta, profesor de instituto, no renuncia a trasladar al poema su experiencia cotidiana, ni a ofrecernos la contradictoria, casi escurridiza, evoluci¨®n de la relaci¨®n amorosa o de la amistad en tiempos de mudanza. Paciencia, lucidez y decepci¨®n, tres t¨¦rminos que remiten a la serenidad y que en No tienen algo de principios, de basamentos de una po¨¦tica en la que la austeridad expresiva conlleva una b¨²squeda de la intensidad, del pulso interior, de la emoci¨®n no solo est¨¦tica y no siempre explicable racionalmente.

El libro se estructura en cuatro cap¨ªtulos. En el primero se apunta una reflexi¨®n sobre la fragilidad de los momentos felices, sobre el demoledor papel que el tiempo juega ante lo vivido, mostrada con inteligentes y certeras met¨¢foras: la ceniza que sucede a la amapola, la rata que cruza un garaje y desaparece, la belleza que muere. Es la antesala de ¡®Teatro de sombras¡¯, donde nos muestra los secretos que oculta la noche. Un concepto que es niebla, es desuso, es muerte, oscuridad que solo aclara ante la visi¨®n de los alumnos adolescentes (¡°apuran la esperanza hasta los posos, / extreman los minutos. Son eternos¡±). En la tercera parte, ¡®No¡¯, asoma el reverso del mundo, su lado ciego, la promesa rota, hasta encontrar una suerte de verdad en la ¡®Coronaci¨®n¡¯ que se simboliza y representa en el viaje, en el amor, en una verdad que se alimenta de incertidumbre y que cierra el libro. En el fondo, esa verdad est¨¢ en el camino, es la vida, es el machadiano sendero siempre en construcci¨®n. Poes¨ªa que mira hacia dentro sin ocultar las grietas por las que la realidad exterior asoma. El Premio Francisco Brines ha empezado con buen pie. Una poes¨ªa con pulso meditativo y sin estridencias verbales que invita al pensamiento e ilumina.

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