¡®Tea Rooms¡¯: una inmersi¨®n teatral en el universo de las mujeres proletarias de Luisa Carn¨¦s
La dramaturga y directora Laila Ripoll adapta con fidelidad la gran novela social de la autora madrile?a del 27
Desde la primera escena se adivinan las premisas de este espect¨¢culo: pedagog¨ªa, compromiso social y transparencia narrativa. Son las mismas intenciones que impulsan la escritura de Luisa Carn¨¦s, autora madrile?a de la generaci¨®n del 27 que tuvo que huir a M¨¦xico tras la Guerra Civil. Su exilio hizo que su obra cayera en el olvido y solo en los ¨²ltimos a?os se ha empezado a revalorizar con la reedici¨®n de sus cuentos, sus memorias y algunas de sus novelas, entre ellas ...
Desde la primera escena se adivinan las premisas de este espect¨¢culo: pedagog¨ªa, compromiso social y transparencia narrativa. Son las mismas intenciones que impulsan la escritura de Luisa Carn¨¦s, autora madrile?a de la generaci¨®n del 27 que tuvo que huir a M¨¦xico tras la Guerra Civil. Su exilio hizo que su obra cayera en el olvido y solo en los ¨²ltimos a?os se ha empezado a revalorizar con la reedici¨®n de sus cuentos, sus memorias y algunas de sus novelas, entre ellas Tea Rooms, publicada originalmente en 1934. Su recuperaci¨®n supuso un descubrimiento para muchos lectores porque retrata con realismo y claridad casi period¨ªstica los problemas de la clase trabajadora de su ¨¦poca desde la perspectiva de las mujeres, lo que no abunda en la historia de la literatura.
Entre esos lectores sorprendidos se cuenta la dramaturga y directora Laila Ripoll. Tanto que decidi¨® montar una adaptaci¨®n teatral de la novela que acaba de estrenarse en el teatro Fern¨¢n G¨®mez de Madrid. Se nota durante toda la funci¨®n su devoci¨®n por la obra original. El esfuerzo por que quede claro lo que Carn¨¦s quiso contar. Quiz¨¢ por eso la primera parte del espect¨¢culo resulta demasiado expositiva. Es cierto que la presentaci¨®n de personajes en el tono realista que adopta el montaje (tirando a costumbrista) requiere su tiempo, pero el conflicto dram¨¢tico se demora.
No obstante, la funci¨®n se sigue con inter¨¦s sobre todo porque Ripoll dibuja de maravilla a sus protagonistas (todas mujeres) y las actrices las interpretan con emoci¨®n. Matilde, alter ego de Carn¨¦s y que hace las veces de narradora, nos las va descubriendo a medida que ella misma las va conociendo: son sus compa?eras de trabajo en un sal¨®n de t¨¦ con ¨ªnfulas del centro de Madrid. Por debajo de sus uniformes impecables (la est¨¦tica recuerda a las series de ¨¦poca espa?olas que proliferan en televisi¨®n) van aflorando sus dramas personales, las condiciones laborales extremas, la vida miserable que llevan cuando terminan la jornada. Pero esto ¨²ltimo solo lo sabemos por lo que se cuentan entre ellas, pues todo sucede deliberadamente en el entorno profesional, fuera del ¨¢mbito dom¨¦stico en el que se suele presentar a las mujeres. Con acierto, la directora apenas deja asomar en su adaptaci¨®n a los personajes masculinos de la novela, de los que solo sabemos por referencias o porque de vez en cuando aparecen proyectados como sombras (a veces inquietantes) en una pantalla. Esta no es su historia.
Tea Rooms
Texto: Luisa Carnés. Versión y dirección: Laila Ripoll. Reparto: Paula Iwasaki, Silvia de Pé, María Álvarez, Carolina Rubio, Elisabet Altube, Clara Cabrera. Teatro Fernán Gómez. Madrid. Hasta el 24 de abril.
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