La gran novela social de Luisa Carn¨¦s llega al teatro

Un olor dulz¨®n a horno de pasteler¨ªa invade al espectador en cuanto entra en la sala. All¨ª le espera una coqueta confiter¨ªa, mostradores de madera, jugosas bandejas con bollos y dulces, licoreras, exquisitas tartas y un enorme y elegante escaparate desde el que se intuye el traj¨ªn de una c¨¦ntrica calle del Madrid de los a?os treinta del siglo pasado. Es el mismo sal¨®n de t¨¦ donde Luisa Carn¨¦s, gran narradora y una de las voces m¨¢s importantes en la novela social de los a?os anteriores a la Guerra Civil, trabaj¨® como empleada durante un tiempo. Las experiencias que all¨ª vivi¨® las traslad¨® a su obra m¨¢s exitosa, Tea Rooms, un retrato sobrecogedor de los sue?os, miedos y luchas de las mujeres trabajadoras de la ¨¦poca que, por primera vez, llega al teatro.

Laila Ripoll dirige esta funci¨®n, con seis actrices sobre el escenario (Paula Iwasaki, Mar¨ªa ?lvarez, Elisabet Altube, Clara Cabrera, Silvia de P¨¦ y Carolina Rubio), que es toda una denuncia de las desigualdades sociales y un grito contra la miseria y el sufrimiento de aquellas mujeres explotadas y acostumbradas a obedecer y callar. Tea Rooms se estrena este jueves en el Teatro Fern¨¢n G¨®mez, de Madrid, donde se representar¨¢ hasta el 24 de abril.

Fue en 2016 cuando comenz¨® la recuperaci¨®n de las novelas y reportajes de esta periodista y escritora, militante del Partido Comunista de Espa?a (PCE), que falleci¨® el 8 de marzo de 1964 en un accidente de tr¨¢fico en M¨¦xico, pa¨ªs donde se exili¨® tras la Guerra Civil. A la publicaci¨®n de Tea Rooms (editorial Hoja de Lata) y De Barcelona a la Breta?a (Renacimiento) sigui¨® la de sus Cuentos completos dos a?os m¨¢s tarde. Carn¨¦s hab¨ªa nacido en 1905 en Madrid, en el seno de una familia muy humilde, y pronto empez¨® a trabajar en distintos talleres y f¨¢bricas. ¡°El descubrimiento de esta autora y esta obra tan comprometida y profunda ha sido para m¨ª algo extraordinario¡±, confiesa Laila Ripoll, directora art¨ªstica del teatro Fern¨¢n G¨®mez, que ley¨® Tea Rooms gracias a un regalo y desde el primer momento supo que aquella historia, narrada en primera persona por Matilde, el alter ego de la autora, ten¨ªa que pisar un teatro. ¡°Es una novela que ped¨ªa a gritos ser representada en un escenario¡±, a?ade Ripoll, que ha cuidado la inmersi¨®n del p¨²blico en el ambiente algo claustrof¨®bico de la trastienda de ese sal¨®n de t¨¦, donde a trav¨¦s de las conversaciones de estas mujeres trabajadoras se va entretejiendo la historia. Y es en la intimidad de ese espacio, donde, ya sea en susurros o a gritos, el espectador va entrando en las vidas y preocupaciones de todas estas empleadas, las del hambre, las de los abrigos remendados y los patios h¨²medos, las que sub¨ªan siempre por la escalera de servicio. ¡°Era la demostraci¨®n de dos sociedades enfrentadas¡±, a?ade la autora en la obra.

La miseria, las huelgas, los despidos, la prostituci¨®n, los abortos ilegales y, tambi¨¦n, los amores convocan a un grupo de mujeres diferentes, valientes y decididas, fr¨ªvolas o despreocupadas, tambi¨¦n alguna dura e implacable, pero todas ellas unidas en la lucha por la supervivencia y la dignidad. ¡°Es un documento novelado de lo que vivieron muchas mujeres en aquella ¨¦poca, pero que perfectamente se puede trasladar al mundo de hoy. La mayor¨ªa de lo que se cuenta en la novela es actual¡±, seg¨²n Ripoll, que ha contado con la ayuda y el apoyo de los nietos de Carn¨¦s, quien termina describiendo el mundo ¡°carro?ero¡± y la sociedad ¡°podrida¡± que le toc¨® vivir, pero que lanza un grito de esperanza y de fe por abrir un ¡°nuevo camino¡±.