¡®Veinte a?os de Sol¡¯ o c¨®mo olvidar el pasado con un implante en el cerebro

He le¨ªdo con sumo gusto esta primera novela de Eva Cruz (Santa Cruz de Tenerife, 1973), a quien hasta ahora conoc¨ªamos por sus trabajos en la radio y la televisi¨®n o por sus traducciones. Tal y como anuncia el t¨ªtulo, Veinte a?os de Sol cubre una amplia etapa de la vida de Sol Zarza, desde la formaci¨®n del car¨¢cter en la adolescencia y juventud hasta la crisis de 2021, que deriva en una ruptura con lo que hasta entonces conform¨® lo axial de su existencia: el matrimonio con Teo Santana y la i...

He le¨ªdo con sumo gusto esta primera novela de Eva Cruz (Santa Cruz de Tenerife, 1973), a quien hasta ahora conoc¨ªamos por sus trabajos en la radio y la televisi¨®n o por sus traducciones. Tal y como anuncia el t¨ªtulo, Veinte a?os de Sol cubre una amplia etapa de la vida de Sol Zarza, desde la formaci¨®n del car¨¢cter en la adolescencia y juventud hasta la crisis de 2021, que deriva en una ruptura con lo que hasta entonces conform¨® lo axial de su existencia: el matrimonio con Teo Santana y la inquebrantable y c¨®mplice amistad con Mati. Y pese a la incomodidad que de joven le produc¨ªa ¡°ser hija de¡± y a la discrepancia ideol¨®gica, Sol mantendr¨¢ intacta la relaci¨®n con su padre, ¡°el gran Eduardo Zarza¡±: ¡°Embaucador, revendedor de casas, promotor de hipotecas encadenadas¡±, modelo de ¡°empresario hecho a s¨ª mismo, que ven¨ªa de la nada¡±.

Padre e hija son las dos figuras centrales en torno a las que gira esta novela, construida a base de escenas o cap¨ªtulos m¨¢s bien breves, lo cual redunda en una intensidad narrativa (eliminando tramos innecesarios y concentr¨¢ndose en las experiencias decisivas) y permite al lector o¨ªr a los personajes y verlos directamente porque, incluso cuando el relato se conf¨ªa a un narrador, este var¨ªa los puntos de vista o focos, en beneficio de la pluralidad o el multiperspectivismo, para as¨ª resaltar con nitidez las complejas relaciones que se dan entre ellos. El desorden temporal ¡ªen el relato no se sigue la recta l¨ªnea cronol¨®gica¡ª y el contrapunto entre pasado y presente producen tambi¨¦n similares efectos, as¨ª como una escritura muy medida y de gran eficacia en p¨¢rrafos que resumen o concluyen un conflicto, un episodio o una situaci¨®n. Adem¨¢s, la habilidad ling¨¹¨ªstica de la autora le permite conjugar diversos c¨®digos narrativos e incluso jergas, construir s¨ªmiles certeros, anudando hilos narrativos que parecen distantes. Por ejemplo, las investigaciones hist¨®ricas de Sol (profesora universitaria) sobreponi¨¦ndose a la vida cotidiana y a los hilos de la intriga.

Tambi¨¦n es un acierto combinar en ¨¦sta la madeja de emociones, afectos o intereses que ligan o distancian a los distintos personajes, con el experimento neurol¨®gico de la doctora Tagle, al que se someten Eduardo (voluntariamente), Sol y Melania, una joven emigrante rumana que, despu¨¦s de muchas ratas de laboratorio, es la primera cobaya humana que sirve para probar el neuroestimulador: un diminuto implante que se instala en el cerebro y genera impulsos el¨¦ctricos que impiden que este nos juegue malas pasadas.

La l¨ªnea narrativa de estos neuroingenieros o ¡°paisajistas del cerebro¡± a?ade desaz¨®n y un enorme inter¨¦s a la lectura de esta novela, que tambi¨¦n participa de lo detectivesco: se formulan preguntas, se plantean hip¨®tesis, se buscan pruebas para confirmar ¡°que la percepci¨®n y la conciencia suceden en el cerebro que percibe, que el cerebro es una m¨¢quina predictiva que crea la realidad adem¨¢s de interpretarla, y que los dolores del alma se localizan en lugares concretos de los l¨®bulos frontales y temporales¡±. Y as¨ª, tras el implante, Melania olvidar¨¢ su pasado de gimnasta de ¨¦lite y la anorexia padecida; Eduardo, a Matilde; y Sol, a su marido y a su amiga. El tratamiento consiste en desactivar la comunicaci¨®n entre tres ¨¢reas del cerebro ¡ªla am¨ªgdala, el hipocampo y la corteza prefrontal¡ª, es decir, la memoria a corto y a largo, m¨¢s las emociones asociadas a los recuerdos ya desactivados. ¡°Perder¨¢s otras cosas por el camino. Pero yo creo que te va a compensar¡±, le dice a Sol la doctora Tagle. Igual que a nosotros nos compensa la lectura de esta novela.

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