¡®Deseo de ser ¨¢rbol¡¯, contra la represi¨®n de la sexualidad disidente

En Deseo de ser ¨¢rbol, ?ngelo N¨¦store retoma algunos motivos de libros anteriores para avanzar otro pelda?o en su discurso acerca de la identidad queer. Si en entregas previas la po¨¦tica del cuerpo se articulaba en torno a la idea de un organismo mutante, reciclando la imagen posmoderna del c¨ªborg (a ella tambi¨¦n alu...

En Deseo de ser ¨¢rbol, ?ngelo N¨¦store retoma algunos motivos de libros anteriores para avanzar otro pelda?o en su discurso acerca de la identidad queer. Si en entregas previas la po¨¦tica del cuerpo se articulaba en torno a la idea de un organismo mutante, reciclando la imagen posmoderna del c¨ªborg (a ella tambi¨¦n alude la incursi¨®n musical de N¨¦store, con el single Poeta c¨ªborg pecador), ahora el conflicto se remonta a las implacables leyes de la herencia. En la primera parte del poemario, la reconstrucci¨®n simb¨®lica del universo de la infancia y de sus constelaciones afectivas se concibe como una lucha entre el reconocimiento y la disociaci¨®n.

As¨ª, el cuerpo individual, ¡°que se expande y malgasta¡±, supone una encarnaci¨®n a escala reducida del ¡°cuerpo inmenso / de la casa familiar¡±. Como apuntan Sara Torres en el pr¨®logo y Rosa Berbel en el ep¨ªlogo, las convenciones dom¨¦sticas no solo reproducen un orden pol¨ªtico, sino que reprimen una sexualidad que desaf¨ªa la normatividad masculina y rechaza sus signos externos. Esa tensi¨®n se ejemplifica en ¡®Era tan rubio y d¨®cil¡¯, donde el vello incipiente en las manos del adolescente se convierte en denigrante letra escarlata: ¡°Y cuanto m¨¢s elogiabas mis manos, / m¨¢s pensaba yo / que era un monstruo¡±.

Frente a ese mundo opresivo, que se sintetiza en la liturgia sacrificial de la eucarist¨ªa (¡°T¨®malo y come de ¨¦l, / ahora es tuyo, padre¡±), la segunda parte del libro se propone ¡°romper el falso techo¡± y levantar un hogar al margen de los v¨ªnculos familiares. La fugacidad de la existencia y el poder omn¨ªmodo de la muerte se al¨ªan ahora con la danza de Eros y con la ¡°leve dentellada¡± del deseo. En contraste con el ¨¢rbol apenas sensitivo de Rub¨¦n Dar¨ªo, el que planta N¨¦store aspira a dar fruto y recibir abrazos. M¨¢s all¨¢ del peso secular de la genealog¨ªa, los versos finales apuestan por mirar atr¨¢s sin ira y seguir adelante: ¡°Sacudirme la historia / de los hombros. / Celebrar el polvo¡±. En definitiva, he aqu¨ª un extraordinario elogio de la diversidad que no se deja encerrar en celdas binarias ni reducir a credos maniqueos.

Puedes seguir a BABELIA en Facebook y Twitter, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.