Andr¨¦s Trapiello: la fiesta contin¨²a
El escritor publica ¡®?ramos otros¡¯, la divertida vigesimocuarta entrega de sus diarios, uno de los empe?os narrativos m¨¢s ins¨®litos y tenaces de la literatura espa?ola
La irregular regularidad de Andr¨¦s Trapiello en la publicaci¨®n de sus diarios bajo el t¨ªtulo com¨²n de Sal¨®n de pasos perdidos tiene algo de fecha lit¨²rgica para un buen pu?ado de lectores. Sigue el escritor embarcado en uno de los inventos m¨¢s ins¨®litos y tenaces de la literatura espa?ola, probablemente europea o quiz¨¢ incluso mundial. Una de las paradojas m¨¢s singulares de una obra en marcha tan gigantesca es que persisten en cada tomo sobre todo los rasgos de continuidad antes que de ruptura o cambio: se siguen pareciendo a s¨ª mismos de forma congruente y pasmosa, aunque sea verdad que antes ?ramos otros, como dice el t¨ªtulo de esta vigesimocuarta entrega con las anotaciones originarias de 2010 y reescritas ahora, como suele hacer el autor de libros que edita ahora en su propio sello, Ediciones del Arrabal, tras muchos a?os a cargo de Pre-Textos.
El club de damnificados por sus retratos al carb¨®n, a ratos agrio, no deja de crecer, aunque haya reincidencias delatoras
La batalla de las dudas ¨ªntimas sobre la naturaleza misma del proyecto se vuelve carne narrativa en este y est¨¢ infiltrada en muchas de sus p¨¢ginas a cuenta de amigos y lectores ¡ªun entrometido y ya casi habitual JG¡ª, inquietos por la magnitud creciente del volumen que desplaza una obra iniciada en 1990 con el tomito de El gato encerrado y sin que falte nada de lo mejor que ha habido siempre en ellos. Sigo entrando en sus p¨¢ginas con el ¨¢nimo festivo y la sorpresa de reencontrar viva la comicidad mate y contenida, la libertad de un retrato cruel y visible (o detectable), la obstinaci¨®n de los prejuicios literarios y est¨¦ticos contra la modernidad vanguardista e informalista que est¨¢n ah¨ª casi desde el origen ¡ªesta vez le toca la sorna y la sangre literaria a Rafael Alberti¡ª y siguen tambi¨¦n las pac¨ªficas iluminaciones de instantes vividos en la intimidad de la familia, los hijos y la vida rumiante de escritor que ha dejado de sentirse excluido de la sociabilidad literaria y lleva tiempo dando tumbos por Espa?a y el extranjero bolo tras bolo (aunque todav¨ªa siga habiendo plazas que se resisten). Reaparecen los amigos y las rutinas, pero esta vez manda sobre el tomo la reedici¨®n ampliada de Las armas y las letras como nervio interno, sin que comparezca en el volumen la reescritura radicalizada de lo que antes era frescura gamberra en un libro pionero (en 1994) para releer la literatura partida por la guerra.
El club de damnificados por sus retratos al carb¨®n, a ratos agrio, no deja de crecer aunque haya reincidencias delatoras, como es el caso de C¨¦sar Antonio Molina, o Pere Gimferrer, o la venenosa narraci¨®n que tiene a Rafael Conte como protagonista, y algunos otros m¨¢s que no merecen el rejonazo, o no as¨ª, como Manuel V¨¢zquez Montalb¨¢n. En el tradicional campeonato entre sus lectores por identificar el episodio de mejor y m¨¢s sostenida comicidad habr¨¢ un enconado litigio porque en este caso hay dos candidaturas: una es el relato irresistiblemente divertido del gol de Iniesta y el partido entero ¡ªcon un AT falsamente desatento y una falsa M desentendida¡ª y la otra somete a un escrutinio sangrante el juguete c¨®mico con el que Eduardo Mendoza gan¨® el Premio Planeta, Ri?a de gatos: le ha bastado a Trapiello el truco de obviar el c¨®digo propio de una farsa grotesca para malmeter contra la novela y el novelista y divertir al lector al que le d¨¦ igual tanto una cosa como la otra.
?ramos otros. Sal¨®n de pasos perdidos
Ediciones del Arrabal, 2023
491 p¨¢ginas. 32,90 euros
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