Los libros vienen de Par¨ªs
La narrativa francesa protagoniza un curso editorial repleto de grandes nombres y valores seguros
En la industria editorial espa?ola, todo debe ser nuevo: ya se trate de un libro reci¨¦n escrito o del rescate de un cl¨¢sico. No en vano, la rutilante palabra reedici¨®n empieza a ser sin¨®nimo de reimpresi¨®n, tan mec¨¢nica. Todo es susceptible de ser convertido en frase para faja desde que en las librer¨ªas mandan m¨¢s las mesas que las estanter¨ªas debido a la vertiginosa rotaci¨®n de t¨ªtulos.
Todo lo anterior tiene una consecuencia oto?al: las editoriales vuelven del verano cargadas de grandes nombres capaces de saciar el hambre posvacacional, competir con la campa?a del libro ¡°de texto¡±, in...
En la industria editorial espa?ola, todo debe ser nuevo: ya se trate de un libro reci¨¦n escrito o del rescate de un cl¨¢sico. No en vano, la rutilante palabra reedici¨®n empieza a ser sin¨®nimo de reimpresi¨®n, tan mec¨¢nica. Todo es susceptible de ser convertido en frase para faja desde que en las librer¨ªas mandan m¨¢s las mesas que las estanter¨ªas debido a la vertiginosa rotaci¨®n de t¨ªtulos.
Todo lo anterior tiene una consecuencia oto?al: las editoriales vuelven del verano cargadas de grandes nombres capaces de saciar el hambre posvacacional, competir con la campa?a del libro ¡°de texto¡±, inducir una ¨²ltima sacudida a la tarjeta de cr¨¦dito, hacer cumbre en la campa?a navide?a y deslizarse por las aguas del a?o nuevo hasta que el deshielo les permita resucitar por Sant Jordi y las ferias del libro.
Vargas Llosa: escribir bien, escribir mal
Alberto Manguel, autor de Una historia de la lectura, tiene la teor¨ªa de que Mario Vargas Llosa es como un gran fot¨®grafo ciego: su c¨¢mara ve la realidad mejor que sus ojos. La c¨¢mara ser¨ªan sus ficciones, y los ojos, sus opiniones pol¨ªticas. Es una tesis tan interesante como discutible, pero lo cierto es que el autor del mantra ¡°votar bien, votar mal¡± parece incapaz de escribir mal. Despu¨¦s de una serie de libros dignos, hace cuatro a?os volvi¨® a la gran novela con Tiempos recios, demostrando que el Nobel no hab¨ªa atrofiado su talento. El pr¨®ximo marzo cumplir¨¢ 88 a?os, pero antes, el 26 de octubre, publicar¨¢ Le dedico mi silencio (Alfaguara), una mezcla de ficci¨®n y ensayo protagonizada por un hombre que busca escribir el libro perfecto sobre un tema que, como al propio Vargas, le obsesiona: el vals peruano. No hay utop¨ªa pol¨ªtica sin banda sonora. A veces no es un himno militar sino La flor de la canela.
Historias de las dos orillas
Si la m¨²sica (el heavy metal esta vez) atraviesa esa historia de antigua amistad que es La Armada Invencible, de Antonio Ortu?o (Seix Barral), la historia peruana (pero la del virreinato) atraviesa la nueva novela de Santiago Roncagliolo, El a?o en que naci¨® el demonio (en el mismo sello). Y si el paso de los a?os es decisivo en la coral Mediod¨ªa en el tiempo, de Jos¨¦ Mar¨ªa Guelbenzu (Siruela), tambi¨¦n lo es, con un pie en cada orilla del Atl¨¢ntico, en No te ver¨¦ morir (Seix Barral), de Antonio Mu?oz Molina: Espa?a y Estados Unidos sirven de escenarios para la reflexi¨®n sobre un antiguo amor que permite al escritor viajar del presente al pasado sin hacer concesiones. Ni de fondo ni de forma: la primera frase de la obra es un prodigio de hipotaxis que ocupa 70 p¨¢ginas de un total de 240.. Otro valor seguro para cualquier rentr¨¦e es Arturo P¨¦rez-Reverte, que esta vez narra una intriga a puerta cerrada en El problema final (Alfaguara).
A veces el riesgo editorial tambi¨¦n da sus frutos. La literatura en espa?ol vive su particular estallido ¡ªno diga bum¡ª de libros escritos por mujeres, algo que este curso confirman Guadalupe Net?tel (con los cuentos de Los divagantes, Anagrama), Lorena Salazar Masso con Maldeni?a (Tr¨¢nsito), Carlota Gurt con Biograf¨ªa del fuego (Libros del Asteroide), Elisa Victoria con Otaberra (Blackie Books) o Elisa Ferrer con El holand¨¦s (Tusquets, otro paso hacia la conversi¨®n de Benidorm en territorio imaginario; recuerden Spanish Beauty, de Esther Garc¨ªa Llovet).
Dentro de ese estallido tienen un protagonismo especial las autoras argentinas, que este oto?o podr¨ªan ocupar su propia mesa de novedades. Ah¨ª est¨¢n Leticia Martin, que gan¨® el renacido Premio Lumen con Vladimir, el relato dist¨®pico, c¨®mo no, de un apag¨®n en Buenos Aires, y sus paisanas Paula Klein, Agustina Bazterrica o Paula V¨¢zquez, librera en Lata Peinada que publica La librer¨ªa y la diosa (tambi¨¦n en Lumen), una reivindicaci¨®n feminista de la maternidad que podr¨ªa funcionar como el reverso de Contra los hijos, de Lina Meruane. La autora chilena, por cierto, publica un volumen de cuentos, Avidez, en P¨¢ginas de Espuma, el sello que celebra por todo lo alto la vuelta de un referente del g¨¦nero en Espa?a: Eloy Tiz¨®n (Plegaria para pir¨®manos).
El 11-S de Chile
Este a?o se cumple medio siglo del golpe de Estado de Pinochet en Chile. Para explicar el lado de los que lo sufrieron en directo, Ariel Dorfman publica Allende y el museo del suicidio (Galaxia Gutenberg). Para conocer eso que llaman ¡°literatura de los hijos¡±, Lumen reedita La resta, de Alia Trabucco Zer¨¢n, una novela de carretera (en coche f¨²nebre) originalmente publicada en Espa?a por el sello Demipage.
Catal¨¢n en la intimidad y gallego en el bosque
En 2016 la editorial Anagrama lanz¨® un premio de novela en catal¨¢n y acert¨®, porque ha conseguido un cr¨¦dito poco habitual entre los lectores de las dos orillas del Ebro. Este a?o el galard¨®n ha sido para Andrea Genovart, cuyo Consum preferent ¡ªla fulgurante radiograf¨ªa de una Barcelona llena de fracturas¡ª ve ahora la luz en castellano: Consumir preferentemente. Con todo, puede que el nombre de mayor ¨¦xito en el palmar¨¦s del Llibres Anagrama sea Irene Sol¨¤ con Canto jo i la muntanya balla. La escritora de Malla fue una de las protagonistas de la pasada primavera catalana con Et vaig donar ulls i vas mirar les tenebres, que ve ahora la luz en versi¨®n castellana: Te di ojos y miraste las tinieblas. Campesino, coral, salvaje. As¨ª es el universo de Sol¨¤. De ah¨ª que no cueste emparentarlo con el del gallego Manuel Rivas, que re¨²ne en Trilog¨ªa de la tierra (Alfaguara) t¨ªtulos como Un mill¨®n de vacas, Los comedores de patatas y En salvaje compa?¨ªa. Esta ¨²ltima es una de las grandes novelas de las letras ib¨¦ricas contempor¨¢neas, esas que nunca daba tiempo a estudiar en los manuales de bachillerato. As¨ª nos ha ido.
Contar c¨®mo contar
De contar c¨®mo contar trata las brillantes conferencias reunidas por el colombiano Juan Gabriel V¨¢squez en La traducci¨®n del mundo (Alfaguara). A contar c¨®mo contarse consagr¨® el insobornable Rafael Chirbes los cientos de p¨¢ginas de unos diarios que ya forman parte de las grandes obras de la literatura espa?ola. Anagrama publica este oto?o la ¨²ltima entrega, que discurre entre 2007 y 2015, es decir, entre la publicaci¨®n de la exitosa Crematorio y su muerte. Los a?os en que empez¨® a decir que ya no escrib¨ªa novelas sino ¡°testamentos¡±.
El retour de Francia
El ingl¨¦s lleva a?os arrasando entre la literatura traducida en Espa?a y este curso no ser¨¢ una excepci¨®n, ya se trate de la nueva obra maestra de Ian McEwan (Lecciones, Anagrama), las nuevas 1.000 p¨¢ginas de John Irving (El ¨²ltimo telesilla, Tusquets), el National Book Award de Tess Gunty (La Conejera, Sexto Piso) o los pen¨²ltimos textos de ficci¨®n y no ficci¨®n de Lucia Berlin (Una nueva vida, Alfaguara, con pr¨®logo de Sara Mesa).
Pero un viejo fantasma recorre Europa. La literatura francesa fue tradicionalmente la m¨¢s influyente en Espa?a desde el siglo ?XVIII y hasta la posguerra, tan existencialista, tan estructuralista. De repente, el foco cruz¨® el canal de la Mancha y el Atl¨¢ntico. Incluso a futuros premios Nobel como Modiano o Le Cl¨¦zio les costaba encontrar editorial en Madrid y Barcelona. Los franceses llaman rentr¨¦e a este arranque de curso que nosotros no sabemos c¨®mo llamar. Este a?o el galicismo est¨¢ m¨¢s que justificado si pensamos en el desembarco de nombres como el propio Le Cl¨¦zio (con El amor en Francia, Lumen, un conjunto de relatos sobre la inmigraci¨®n y la marginaci¨®n en su pa¨ªs) o Virginie Despentes (con Querido capullo, Random House, una novela epistolar basada en las cartas entre una actriz y un escritor acusado por el MeToo, algo as¨ª como Las amistades peligrosas 2.0). Pero la lista es larga y est¨¢ llena de valores como Pascal Quignard, Fred Vargas, Yasmina Reza, Marcel Pagnol, Ren¨¦ Maran, David Diop, Miguel Bonnefoy, Sorj Chalandon, Vladimir Pozner, Sonia Devillers o incluso la bilba¨ªna criada en Par¨ªs Mar¨ªa Larrea. El t¨ªtulo de su libro, en Alianza, lo dice todo: Les gens de Bilbao naissent o¨´ ils veulent, es decir, Los de Bilbao nacen donde quieren.
Todo a cien
Otro autor franc¨¦s con un pie a cada lado de la frontera fue Jorge Sempr¨²n. Este a?o habr¨ªa cumplido un siglo y Tusquets lo celebra con el volumen colectivo Destino y memoria. Los mismos a?os cumplir¨ªan Italo Calvino, ?lvaro Mutis, Carlos Edmundo de Ory y Ramiro Pinilla. Igual que Ida Vitale, inagotable a sus 99. El 2 de noviembre cumplir¨¢ 100. En 2018 gan¨® el Cervantes y el premio FIL de la Feria de Guadalajara (M¨¦xico). Este a?o, esa feria tendr¨¢ como invitada de honor a Europa. El a?o que viene la protagonista ser¨¢ Espa?a. Preparen sus listas. Y sus cuchillos.
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