¡®Soy fan¡¯, brutal manual para la sumisi¨®n contempor¨¢nea

Como en una batalla en la que todo se ha dado por perdido ¡ªla identidad, el placer, el tiempo, lo real¡ª, la protagonista del brutal debut de Sheena Patel (Londres, 35 a?os), una treinta?era sin nombre, trata de abrirse camino por un asfixiante presente en el que todo la ningunea. Su trabajo, que para nada la tiene en cuenta ¡ªes la clase de trabajo aparentemente maravilloso y terror¨ªficamente precario que te hace volar a ciudades desconocidas de un d¨ªa para otro, para no saber qu¨¦ hacer exactamente una vez all¨ª, y que impide...

Como en una batalla en la que todo se ha dado por perdido ¡ªla identidad, el placer, el tiempo, lo real¡ª, la protagonista del brutal debut de Sheena Patel (Londres, 35 a?os), una treinta?era sin nombre, trata de abrirse camino por un asfixiante presente en el que todo la ningunea. Su trabajo, que para nada la tiene en cuenta ¡ªes la clase de trabajo aparentemente maravilloso y terror¨ªficamente precario que te hace volar a ciudades desconocidas de un d¨ªa para otro, para no saber qu¨¦ hacer exactamente una vez all¨ª, y que impide que tu vida sea algo planeable¡ª; su inexistente c¨ªrculo de amigos ¡ªah¨ª est¨¢ Melocot¨®n, su amiga del trabajo, con la que los l¨ªmites no est¨¢n nada claros¡ª; su tel¨¦fono m¨®vil, ese contenedor de redes sociales ¡ªen las que ella no es m¨¢s que un engranaje, parte de la masa, nada que en ning¨²n caso importe¡ª, y sobre todo ¨¦l. ?l es el hombre con el que ella quiere estar, un artista de relativa fama internacional, que vive aplastando corazones desesperados, consciente de su inexplicable poder de destrucci¨®n.

Patel, curtida en salas de guionistas ¡ªforma parte del colectivo 4 Brown Girls Who Write¡ª y tras las c¨¢maras ¡ªes ayudante de direcci¨®n¡ª, construye en Soy fan un collage que profundiza en la desorientaci¨®n contempor¨¢nea, pero sobre todo radiograf¨ªa c¨®mo se articula, se sostiene y se sufre ¡ªy disfruta: el placer es siempre un placer sadomasoquista a la vez deseado y no deseado¡ª una relaci¨®n t¨®xica. Porque, entre otras muchas cosas, la historia de la narradora es un manual de instrucciones sobre todo aquello que debe evitarse para no acabar atrapada en esa clase de relaci¨®n, una habitaci¨®n sin ventanas y con un altar ante el que postrarse. Su voz es todo lo que o¨ªmos en la p¨¢gina, y su ferocidad tiene mucho que ver con su rabia, pero tambi¨¦n con la necesidad de escapar. Corre, la voz de la protagonista, pero no sabe hacia d¨®nde dirigirse. No quiere esconderse, pero tampoco puede hacerlo, porque el mundo de hoy est¨¢ siempre a la vista, y lo est¨¢ para ser visto, no para que este la vea a ella.

El deseo de volver a ser vista como aquella primera vez se impondr¨¢ y, en su b¨²squeda, la narradora espera y renuncia y espera y se muestra siempre disponible

Los pedazos de relaci¨®n que se atisban, desordenados, podr¨ªan pasar por una exhibici¨®n de atrocidades. Sentimental y existencialmente hablando. La manera en que ¨¦l la seduce para, un instante despu¨¦s, abandonarla no a su suerte, sino a la clase de suerte de aquel que ha sido elegido para luego ser dese?chado, da una idea de la l¨®gica macabra en la que la protagonista est¨¢ a punto de sumirse. Y sumirse aqu¨ª significa someterse. Porque el deseo de volver a ser vista como aquella primera vez se impondr¨¢ y, en su b¨²squeda, la narradora espera y renuncia y espera y se muestra siempre disponible ¡ªcorre ante cualquier llamada, sea la hora que sea, est¨¦ haciendo lo que est¨¦ haciendo¡ª porque no puede permitirse no estarlo, ?y si ese d¨ªa es al fin el d¨ªa en que ¨¦l se decide a foll¨¢rsela? La forma en que las dem¨¢s ¡ªun peque?o ej¨¦rcito de amantes, m¨¢s su mujer y al menos otras dos relaciones estables¡ª tendr¨¢n que fastidiarse cuando eso ocurra habla de c¨®mo el castigo es siempre, pase lo que pase, femenino.

Pero hay otro v¨¦rtice en el tri¨¢ngulo, y no es el novio de la protagonista ¡ªpara la l¨®gica autodestructiva de la narradora, en exceso inofensivo¡ª, sino una mujer, conocida simplemente como ¡°la mujer con la que estoy obsesionada¡±, una estrella de Instagram ¡ªy escritora de best sellers¡ª, a la que la narradora acosa virtualmente. Lo sabe todo de ella, incluido el hecho de que est¨¢ liada con ¨¦l, y que parece tener el control de la relaci¨®n, ?y es esa la raz¨®n por la que la protagonista la sigue? No, la protagonista desea poseerla para poseer aquello que jam¨¢s tendr¨¢: una individualidad. Porque en el mundo turbocapitalista y exhibicionista de hoy, tener al margen de la masa ¡ªser rico, inventar un gusto aparentemente sencillo y presumir de ¨¦l¡ª es lo ¨²nico que te permite alejarte hacia el firmamento de las estrellas individuales. He aqu¨ª otro disparo valios¨ªsimo de Patel, el de la transformaci¨®n de las clases sociales en nuevos tipos id¨¦nticos de clases sociales, en el que lo ¨²nico que cambia es la apariencia, pero las diferencias siguen intactas.

Puedes seguir a BABELIA en Facebook y X, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.