¡®La fuerza¡¯, de Xaime Mart¨ªnez: un ¡®cachopo w¨¦stern¡¯ entre la precariedad y la gracia
La primera novela del poeta asturiano evoca a Simone Weil y la ruralidad a trav¨¦s de un protagonista letraherido con el que el autor se r¨ªe de s¨ª mismo y de lo rid¨ªculo de huir del propio destino
Una tarde de diciembre, durante la proyecci¨®n de Un amor de las 19.40 en los cines de mi barrio, el nombre de Simone Weil se apareci¨® en la pantalla, y en la fila de butacas siguiente a la m¨ªa, ocho espectadoras de un club de lectura que hab¨ªan ido juntas para celebrar a Sara Mesa, pegaron un chillido fan¨¢tico por el que sent¨ª simpat¨ªa: ¡°?S¨ª¨ª¨ª¨ª¨ª Simone Weillllll!¡±. El amor hacia la fil¨®sofa francesa se ha multiplicado por 100.000 en los ¨²ltimos a?os. Pero Weil no s¨®lo es la fil¨®sofa de cabecera de Rosal¨ªa, seg¨²n muestran las redes sociales de la motomami, ni tampoco es un simple reclamo h¨ªpster y milenial del personaje de Nat en la adaptaci¨®n de Isabel Coixet. Simone Weil ya es un faro ideol¨®gico para una nueva generaci¨®n de fil¨®sofos, de narradores y de poetas que se beben sus ideas sobre la belleza, la crueldad y el arraigo, quiz¨¢, precisamente, en un tiempo de maldad, fealdad y desarraigo como al que su generaci¨®n precaria se ha tenido que enfrentar.
De Simone Weil es tambi¨¦n la cita que abre la primera novela de Xaime Mart¨ªnez, cuyo t¨ªtulo, para no despistar sobre su evidente homenaje a la fil¨®sofa m¨ªstica, no es otro que La fuerza. Originalmente escrita y publicada en asturiano, La fuerza es la historia de un escritor ¡ªotro, s¨ª¡ª que no puede escribir ¡ªotro, s¨ª¡ª, y que acaba en un pueblo ¡ªotro, s¨ª, pero no teman ustedes, pues la trama de esta otra novela neorrural no es un tost¨®n¡ª de la Asturias vaciada para poder cumplir con su labor de escritura, aunque la vida en el extra?o pueblo de Chaneces le lleve a una serie de delirantes contratiempos en los que se mezclan m¨ªstica, estafas, vaqueiros y disparos. El protagonista de La fuerza se llama Mart¨ªn Feito y es una suerte de Orlando, pues, como el personaje de Virginia Woolf, tiene visiones al so?ar, y su curiosidad le lleva a mezclarse con un grupo de guerrilleros tan precarios e idealistas como ¨¦l, que se esconden en las cercan¨ªas del pueblo, y que tienen ansias de grandeza pol¨ªtica. Aqu¨ª queda demostrado, con las maneras folcl¨®ricas de los vecinos de Chaneces a los que Feito investiga, que todo pensamiento ultranacionalista es un pensamiento mafioso. As¨ª que, ?cu¨¢l es la l¨ªnea que separa el arraigo del chovinismo? ?Qu¨¦ es lo que nos lleva tantas veces a doblegarnos ante la fuerza de una identidad que ni siquiera sabemos si es la nuestra?
Se nota que Xaime Mart¨ªnez es poeta, uno de los buenos, y tambi¨¦n se nota que es humilde, pues solo una mente t¨ªmida y honesta es capaz de esconder as¨ª el humor cabr¨®n que vertebra todo este cachopo w¨¦stern. Resulta inevitable preguntarse si acaso la visi¨®n territorial que nos presenta, si acaso esta burla pistolera no es tambi¨¦n una met¨¢fora de un sistema editorial del que su Mart¨ªn Feito es v¨ªctima, aunque tambi¨¦n verdugo. ?Hay que replegarse a las modas, a las est¨¦ticas y a los temas de la ¨¦poca para que la voz de uno se escuche? ?Hay que rendirse a la industria para llevarse una palmadita en la espalda? Mart¨ªnez escribe sin que nada de todo eso le importe un pito. Si trae la ruralidad, si trae a Simone Weil y si trae a un protagonista modernito y letraherido, es quiz¨¢ para re¨ªrse de s¨ª mismo y de lo rid¨ªculo que resulta a veces querer huir de nuestro destino. Y al final, esta alabanza de una inevitabilidad casi mitol¨®gica es lo que convierte La fuerza ¡ªa pesar de sus lugares comunes de novelista primerizo¡ª en una gamberrada tan apetecible.
La fuerza?
Malas Tierras, 2023
176 p¨¢ginas. 19,90 euros
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