El litio, la mano que mover¨¢ el mundo

En 1757, el emperador Qianlong, de la dinast¨ªa Qing, estableci¨® el Sistema de Cant¨®n. Todos los puertos chinos quedaban cerrados al comercio internacional, salvo el de Cant¨®n, la actual Guangzhou. El objetivo era controlar los riesgos pol¨ªticos y econ¨®micos del intercambio con los europeos, llamados en el decreto imperial ¡°b¨¢rbaros extranjeros¡±. M¨¢s de tres siglos despu¨¦s, Occidente ha respondido de una manera similar a la pujanza china en las tecnolog¨ªas fundacionales del siglo XXI, com...

En 1757, el emperador Qianlong, de la dinast¨ªa Qing, estableci¨® el Sistema de Cant¨®n. Todos los puertos chinos quedaban cerrados al comercio internacional, salvo el de Cant¨®n, la actual Guangzhou. El objetivo era controlar los riesgos pol¨ªticos y econ¨®micos del intercambio con los europeos, llamados en el decreto imperial ¡°b¨¢rbaros extranjeros¡±. M¨¢s de tres siglos despu¨¦s, Occidente ha respondido de una manera similar a la pujanza china en las tecnolog¨ªas fundacionales del siglo XXI, como las redes de telecomunicaciones o la movilidad el¨¦ctrica.

La guerra de las bater¨ªas (Errata Naturae) se centra en el litio, pero la mirada de Lukasz Bednarski es m¨¢s amplia. El metal es un s¨ªmbolo del cambio ligado a la descarbonizaci¨®n y la digitalizaci¨®n, que China quiere aprovechar para mover el eje del mundo. Lleg¨® tarde a la industrializaci¨®n y al mundo propulsado por combustibles f¨®siles, pero la transici¨®n hacia la movilidad el¨¦ctrica es su oportunidad. Los primeros cap¨ªtulos parecen una actualizaci¨®n de El libro de las maravillas de Marco Polo y dejan en evidencia lo poco que sabemos de China y la cantidad de lugares comunes que utilizamos. Pensamos que es un pa¨ªs que s¨®lo produce grandes cantidades de elementos en serie, pero el ensayo se abre con el discurso del actual presidente Xi Jinping en 2012, en el que defend¨ªa su tradici¨®n creativa, concretada en inventos como el papel, la p¨®lvora o la br¨²jula.

Para Bednarski, el sector del litio es un ejemplo de c¨®mo funciona el modelo chino. El Estado detecta la necesidad estrat¨¦gica de desarrollar un sector industrial y se buscan formas de lograr una transferencia de conocimientos. Normalmente, a trav¨¦s de empresas conjuntas con socios extranjeros. Una vez adquiridos, se ponen en marcha programas de apoyo a empresas y proyectos locales con una visi¨®n a largo plazo que contrasta con la movilidad e inmediatez de la econom¨ªa occidental, centrada en la generaci¨®n de valor al accionista. En el modelo chino, prevalece la visi¨®n colectiva y estrat¨¦gica con m¨¢s voluntad de innovaci¨®n de la que pensamos. En el programa de instalaci¨®n de cargadores el¨¦ctricos, diez ciudades probaron diferentes sistemas para ver sus pros y sus contras. Cruzar el r¨ªo tanteando las piedras.

El libro recorre la historia de varias empresas chinas que tienen los ingredientes del viejo sue?o americano del emprendedor con visi¨®n de futuro. Eso s¨ª, con la presencia constante del Estado, ya sea para respaldar la expansi¨®n internacional, ya sea para evitar los vaivenes en la cotizaci¨®n de la materia prima. Bednarski recoge las palabras de un ejecutivo japon¨¦s que se ve obligado a buscar proyectos en Europa porque, en Asia, Am¨¦rica Latina y Australia, el dinero chino est¨¢ por todas partes. El ensayo se mueve al tri¨¢ngulo del litio: Chile, Bolivia y Argentina. En el primer pa¨ªs, se centra en la historia de Julio Ponce, yerno de Pinochet y uno de los principales actores del sector, mientras que, en Bolivia, analiza la influencia de la miner¨ªa en los movimientos pol¨ªticos, como la defenestraci¨®n de Evo Morales. Por ¨²ltimo, recorre los principales proyectos de gran movilidad el¨¦ctrica, como aviones, barcos o submarinos, y sus problemas de autonom¨ªa y seguridad. El ensayo est¨¢ escrito desde un gran conocimiento del sector y quiz¨¢ se echa en falta una mirada m¨¢s divulgativa en las cuestiones t¨¦cnicas.

En 2016, la empresa automovil¨ªstica alemana Daimler cerr¨® Li-tec, un fabricante de bater¨ªas de iones de litio que ten¨ªa una tecnolog¨ªa muy avanzada, pero cuyos costes de producci¨®n eran muy elevados por la escasa demanda. A?os despu¨¦s, la Uni¨®n Europea ha entendido que no puede fiarlo todo a la generaci¨®n de valor privado ni depender de cadenas de suministro globales, sino que debe volver a producir. Pero, ?con qu¨¦ modelo?, ?cu¨¢l debe ser la presencia de las administraciones?, ?Occidente puede competir con China con su modelo de empresa basado en el dividendo a corto plazo? Esa es la pregunta clave que deja el libro.

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