¡®Los mitos de la inmigraci¨®n¡¯, de Hein de Haas: para entender la inmigraci¨®n, mejor no juzgarla
Hein de Haas, experto en migraciones, propone en un interesante libro estudiar sin prejuicios ideol¨®gicos un fen¨®meno ligado a imparables cambios sociales
Los movimientos migratorios son parte intr¨ªnseca de unos procesos de cambio social, cultural y econ¨®mico que afectan a nuestras sociedades. Y m¨¢s nos valdr¨ªa estudiar a fondo c¨®mo funcionan, dejando de verlos como un problema o como la soluci¨®n a nuestros problemas. Es lo que propone Hein de Haas, catedr¨¢tico de Sociolog¨ªa en la Universidad de ?msterdam, en su libro Los mitos de la inmigraci¨®n. Un texto que apuesta por una visi¨®n hol¨ªstica del tema, y al que se le puede objetar que s...
Los movimientos migratorios son parte intr¨ªnseca de unos procesos de cambio social, cultural y econ¨®mico que afectan a nuestras sociedades. Y m¨¢s nos valdr¨ªa estudiar a fondo c¨®mo funcionan, dejando de verlos como un problema o como la soluci¨®n a nuestros problemas. Es lo que propone Hein de Haas, catedr¨¢tico de Sociolog¨ªa en la Universidad de ?msterdam, en su libro Los mitos de la inmigraci¨®n. Un texto que apuesta por una visi¨®n hol¨ªstica del tema, y al que se le puede objetar que se centra demasiado en el Reino Unido y Estados Unidos.
Para hacerlo m¨¢s asequible, su autor lo ha dividido en lo que ¨¦l denomina ¡°22 mitos de la inmigraci¨®n¡±, en torno a los que giran una y otra vez los acalorados debates pol¨ªticos. Para empezar, precisa, es falso que la inmigraci¨®n est¨¦ desbocada y el mundo desarrollado a un paso de ser invadido por ingentes masas desesperadas. El porcentaje global de inmigrantes se mantiene m¨¢s o menos estable desde mediados del siglo pasado, y equivale al 3% de la poblaci¨®n mundial. En los pa¨ªses desarrollados, no obstante, el porcentaje asciende al 10% o 15%. Si nuestra percepci¨®n ha cambiado, obviamente, es porque en el siglo XIX y hasta mediados del XX eran los europeos los que emigraban, mientras ahora es Europa la que recibe inmigrantes.
El motor de la migraci¨®n internacional son los trabajos disponibles, ¡°y no la desigualdad ni la pobreza¡±
De Haas se vale de numerosos estudios para afianzar sus posiciones, aunque sabemos que en ciencias sociales nada es demostrable con exactitud matem¨¢tica. As¨ª, ¨¦l mismo puede parecer contradictorio cuando resta importancia al volumen de las entradas de inmigrantes ilegales, para se?alar despu¨¦s que han proliferado enormemente los traficantes (y con ellos su carga de personas, hay que suponer) desde los a?os noventa, por la implantaci¨®n en Europa de los acuerdos de Schengen. En realidad, subraya, estos inmigrantes sin papeles son tambi¨¦n ¡°trabajadores deseados¡±, en la medida en que nuestras econom¨ªas requieren grandes cantidades de mano de obra en sectores como la hosteler¨ªa, la agricultura, la sanidad, los cuidados a mayores, etc¨¦tera. De Haas culpa a los pol¨ªticos de mantener un doble juego, condenando la inmigraci¨®n ilegal y haciendo la vista gorda al mismo tiempo a las llegadas irregulares para satisfacer las demandas de muchos empleadores que se benefician as¨ª de abundante mano de obra barata.
Despu¨¦s de haber estudiado los movimientos migratorios en Marruecos, nuestro experto lleg¨® a la conclusi¨®n, reforzada tambi¨¦n por los trabajos de varios destacados soci¨®logos y ge¨®grafos, de que las ayudas econ¨®micas destinadas a promover el desarrollo de los pa¨ªses pobres con vistas a detener la emigraci¨®n obtienen el resultado opuesto. En primer lugar, suelen ser apenas migajas, y en segundo lugar, cuando esos pa¨ªses comienzan a desarrollarse, aumenta la emigraci¨®n desde ellos. Solo cuando se alcanza un desarrollo alto ese flujo decae hasta extinguirse.
De Haas critica a economistas y pol¨ªticos por su desconocimiento de los mecanismos reales que llevan a la gente a emigrar. Son los trabajos disponibles, ¡°y no la desigualdad ni la pobreza, el principal motor de la migraci¨®n internacional¡±, escribe. Adem¨¢s, ¡°la mayor demanda¡± es para ¡°trabajadores poco cualificados o con cualificaciones medias¡±. Quiz¨¢s por ese motivo, la llegada de trabajadores extranjeros no es beneficiosa para todos, aunque se venda as¨ª. Favorece sobre todo a los ricos y a las clases medias. ¡°Los grupos con ingresos m¨¢s bajos en las sociedades de destino, (¡) pueden llegar incluso a salir perjudicados, pues es m¨¢s probable que compitan por los mismos empleos¡±, se?ala De Haas. Tampoco es posible recurrir a la inmigraci¨®n para resolver el problema demogr¨¢fico de nuestras sociedades envejecidas, porque para conseguirlo necesitar¨ªamos promover unos niveles de inmigraci¨®n ¡°pol¨ªticamente inaceptables y nada realistas¡±.
Los mitos de la inmigraci¨®n
Traducci¨®n de Juanjo Estrella Gonz¨¢lez
Pen¨ªnsula, 2024
600 p¨¢ginas. 22,90 euros
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