La generaci¨®n que se rebela contra los viajes
Un malestar moderno que se colectiviza en las protestas en diversas ciudades del pa¨ªs ha invadido la narrativa, el ensayo, el cine o la banda sonora que nos acompa?ar¨¢ este verano
¡°Para qu¨¦ viajar si puedo ver las cosas en Google Earth¡±. Cuando la madre de la escritora y artista visual Mayte G¨®mez Molina solt¨® esto sin iron¨ªa mientras charlaban, la granadina se qued¨® en shock. ¡°Yo no ten¨ªa m¨¢s de 20 a?os y pensaba que aquello era una burrada, algo que ten¨ªa que ver con un ser derrotado por la comodidad¡±, cuenta la ganadora del Premio Nacional de Poes¨ªa Joven 2023. A sus 31, ya no piensa igual. Cuando viaj¨® con su madre a Par¨ªs porque la hermana se hab¨ªa mudado all¨ª por trabajo, entendi¨® perfectamente lo que quiso decir. El choque entre lo que hab¨ªa imaginado y lo que se...
¡°Para qu¨¦ viajar si puedo ver las cosas en Google Earth¡±. Cuando la madre de la escritora y artista visual Mayte G¨®mez Molina solt¨® esto sin iron¨ªa mientras charlaban, la granadina se qued¨® en shock. ¡°Yo no ten¨ªa m¨¢s de 20 a?os y pensaba que aquello era una burrada, algo que ten¨ªa que ver con un ser derrotado por la comodidad¡±, cuenta la ganadora del Premio Nacional de Poes¨ªa Joven 2023. A sus 31, ya no piensa igual. Cuando viaj¨® con su madre a Par¨ªs porque la hermana se hab¨ªa mudado all¨ª por trabajo, entendi¨® perfectamente lo que quiso decir. El choque entre lo que hab¨ªa imaginado y lo que se encontr¨® dio pie a El s¨ªndrome Par¨ªs, un poema que se incluye en su ¨²ltimo libro, Circuito cerrado de vigilancia (Cielo Santo, 2024): ¡°Llegu¨¦ all¨ª y todo era / exactamente igual que en las fotos / menos la basura las ratas / las / personas sin hogar la / polic¨ªa por todas partes / El Five Guys de los Campos El¨ªseos / Me sent¨ª /triste/ [...] Ojal¨¢ exista remoto / un lugar sin fotografiar / un trozo de tierra que se quede / sin pisar / donde no lleguen nuestros impulsos / las franquicias¡±. No es que G¨®mez Molina hubiese idealizado la capital francesa. Tampoco ten¨ªa especial ilusi¨®n por visitarla. ¡°Lo que no esperaba es que fuese como Madrid y como Chicago y como Barcelona y como Roma y como Berl¨ªn, todo a la vez. Esa visita afect¨® mucho la manera en la que ahora me relaciono con viajar¡±, cuenta a prop¨®sito de esa disonancia que tantas sufrimos, cuando, esperando una experiencia local y aut¨¦ntica, acabamos comparando el tama?o de los Zara de sus avenidas con los de las nuestras.
El s¨ªndrome Par¨ªs no es su ¨²nico texto que problematiza el turismo. En Friheten, la reflexi¨®n que el escritor Pol Guasch ha etiquetado como su ¡°poema hit¡±, nos advierte: ¡°A lo mejor preferir¨ªas pagar facturas en vez de / cocinar salm¨®n sobre piedras ardiendo al lado de una cascada / preferir¨ªas ir al bar de siempre a ver amigas / nuevas y antiguas / que en una panader¨ªa te saluden / y no pagarle a alguien en Bali para que un mono amaestrado / coja tu m¨®vil / y simule que hace contigo un selfie / porque si no sabes qui¨¦n eres / cuando paseas por tu ciudad / siento destriparte la historia: / tampoco lo sabr¨¢s en Indonesia / y no pasa nada, / pero mejor no te gastes 3.000 euros¡±. Cuando recit¨® este poema en el festival Bivac del CCCB de Barcelona en 2023, caus¨® alg¨²n disgusto entre las asistentes. Un par se le acercaron despu¨¦s, avergonzadas, sinti¨¦ndose se?aladas y culpables por haber ido a encontrarse por 3.000 euros a la otra punta del planeta. ¡°Un desplazamiento geogr¨¢fico no es un desplazamiento de identidad. Una no cambia m¨¢gicamente cuando se alquila el Airbnb que le hace so?ar con una agricultora ecol¨®gica en los Alpes italianos o una artista conceptual en Se¨²l. Eres la misma persona. Creo que pagamos por abandonarnos, ese el mayor gancho comercial: la suspensi¨®n del ser. Pero eso nunca sucede¡±, alerta la autora. En otro de sus textos sobre un viaje por trabajo a Mil¨¢n, La madonnina (in¨¦dito para S Moda), escribi¨®: ¡°Todos los turistas creen que son mejores que los otros turistas, m¨¢s listos y menos invasivos¡±. Esa identidad, que nunca ser¨¢ la nuestra, vista como el villano contempor¨¢neo al que se?alar, el papel que nadie quiere interpretar.
Turista son los otros
¡°Turismo es como llamamos a viajar cuando lo est¨¢n haciendo los dem¨¢s¡±, escribi¨® la fil¨®sofa Agnes Callard en El caso contra el viaje, el ensayo de The New Yorker que m¨¢s emociones enfrentadas despert¨® en la conversaci¨®n digital el verano pasado. En ese escrito orgullosamente esc¨¦ptico contra la idea del viaje ¡ªG. K. Chesterton dijo que ¡°empeque?ec¨ªa la mente¡± y Ralph Waldo Emerson lo ve¨ªa como ¡°para¨ªso para idiotas¡±¡ª recog¨ªa parte del runr¨²n de muchos frente a los estragos sociales, ecol¨®gicos y culturales de la masificaci¨®n tur¨ªstica en el siglo XXI. Ese desasosiego se recoge ahora en pancartas y pintadas furtivas con el cl¨¢sico Tourists go home. Tras las multitudinarias marchas de M¨¢laga, Palma (Mallorca) o en las Islas Canarias, Barcelona escenifica este s¨¢bado la que se espera sea su manifestaci¨®n m¨¢s masiva contra el turismo bajo el lema Prou! (?Basta!).
No sorprende que este malestar moderno que se colectiviza en las calles haya invadido la narrativa, el ensayo, el cine o la banda sonora que nos acompa?e este verano. Una rebeli¨®n multicanal de una generaci¨®n de creadores criados en la democratizaci¨®n tur¨ªstica de un planeta sobreexplotado y moribundo. Educados sentimentalmente en el reflejo de su pantalla, reniegan de esa m¨¢xima no escrita que ven¨ªa a decir que quien se moviese y buscase mejores encuadres para sus fotos cogiendo vuelos por dos duros, alcanzar¨ªa mejor vida. Son los que viven bombardeados por reels de ¡°secret places¡± y para¨ªsos escondidos en su m¨®vil y que a su vez han contemplado c¨®mo eran sus calas, sus miradores y sus propios pisos los que acababan secuestrados por la especulaci¨®n de la pujante econom¨ªa de la experiencia. La mayor¨ªa han desmontado el ideal rom¨¢ntico e ilustrado del viaje como rito de paso para la transformaci¨®n espiritual y exclusivamente personal. Todos problematizan esa supuesta v¨ªa de escape y se preguntan por las responsabilidades colectivas frente a una industria depredadora en la que ya nadie parece ganar.
Los nietos del ¡®Spain is different¡¯
Miguel de Unamuno explor¨® una identidad nacional decadente en sus cr¨®nicas de viajero ilustre por Espa?a y Portugal. Juan Goytisolo reflej¨® la pobreza de los campos de N¨ªjar. ¡°No hay invierno en Canarias¡±, escribi¨® Carmen Laforet, que lleg¨® a redactar una gu¨ªa tur¨ªstica de Gran Canaria en 1961. Hoy, los hijos y nietos del Spain is different que sentenci¨® Fraga escriben novelas sobre camareras explotadas en la Costa del Sol que sue?an con que las echen en su ¨²nico d¨ªa libre (Verano sin vacaciones, de la periodista Ana Geranios); sagas familiares enriquecidas y envenenadas por la especulaci¨®n tur¨ªstica en Mallorca (Les cendres a la piscina, de Laura Gost, premio Proa 2023) o ensayos para infiltrarse en los comit¨¦s de empresa de los hoteles de lujo que se han comido a Barcelona (Estuve aqu¨ª y me acord¨¦ de nosotros, de Anna Pacheco).
Si en el reportaje Magaluf, m¨¦s enll¨¤ del mite (2020) Canyelles y Vives historiaban la deriva empobrecedora del turismo de masas o en el documental h¨ªbrido con la ficci¨®n, el costumbrismo y hasta el terror Magaluf ghost town (2021), Miguel ?ngel Blanca capturaba los anhelos de los locales Tere y Rub¨¦n y su relaci¨®n de amor-odio con los turistas vampiro que deambulan por sus calles, en el bailable Nostalgia Airlines (BankRobber, 2024), Maria Jaume firma el disco ideal para escuchar de camino a la playa cantando a l¡¯enyor (a?oranza) de una isla, Mallorca, que nunca m¨¢s ser¨¢. ¡°Trata sobre la inestabilidad de vivir entre Mallorca y Barcelona, dos lugares masificados por el turismo o la gentrificaci¨®n y c¨®mo esta incertidumbre afecta a nuestras relaciones. Es un ¨¢lbum sobre sentirse en una situaci¨®n l¨ªmite frente a un bum que ya no sabemos a d¨®nde nos lleva y sobre la p¨¦rdida de la experiencia horizontal que ten¨ªamos con los turistas en el pasado¡±, explica la cantante, de 25 a?os y nacida en Lloret de Vistalegre.
Jaume sabe que los sentimientos nos politizan m¨¢s que un manifiesto cargado de palabras comod¨ªn. Por eso canta sobre ir a enrollarse a playas sin invadir ¡ª¡±s¨¦ una cala sense guiris que no surt a cap ¡®review¡±, escuchado en Super mala pinta¡ª o sobre cuelgues con italianos que duran lo que su viaje en la isla ¡ª¡°Mercoled¨¬, un missatge que fa mal/ Venerd¨¬, cent DM¡¯s d¡¯Instagram/ Domenica, limoncello, i ja saps com va¡±, cantado en Xin xin i bye bye). En su ¨¢lbum conviven temas sobre la id¨ªlica convivencia entre extranjeros e isle?os en el pasado como Cala Rajada (¡°la escrib¨ª despu¨¦s de ver el documental Estrangers, de Elisa Banal, sobre la primera pensi¨®n que se abri¨® en esa cala en los sesenta, me fascin¨® ver las amistades que se pod¨ªan formar en aquella etapa primigenia¡±) o la deriva voraz de una isla que ha perdido su car¨¢cter en Hoteles, sol y playa, donde colabora con Pau Debon de Ant¨°nia Font. En ese tema incluye al inicio un extracto de Bajo el cielo de Palma, de Bonet de San Pedro. ¡°Esa canci¨®n siempre me la cantaba mi abuelo de ni?a y me parec¨ªa perfecta porque refleja muy bien c¨®mo ha cambiado nuestra relaci¨®n con la isla: de escribir canciones sobre por qu¨¦ venir a visitarnos, ahora cantamos pidiendo que no haya m¨¢s campa?as¡±, apunta. Tras leerse el ensayo de Anna Pacheco, la cantante forma parte del movimiento asambleario que ha calado en la isla y que bajo el lema Menys turisme, m¨¦s vida, planea otra gran marcha para el 21 de julio.
La ¨²til capa de invisibilidad
Mientras Vincenzo Latronico firm¨® en Las perfecciones (Anagrama, 2023) la mejor novela que se ha escrito hasta la fecha sobre la hipocres¨ªa y el ansia de belleza imposible de alcanzar del n¨®mada digital, ahora es una escritora coreana, Yun Ko-eun, la que apunta contra la farsa del viajero responsable y consciente con el ecosistema que visita. En La turista (Reservoir Books, 2024, con traducci¨®n de Sunme Yoon), la autora explora la historia de Yona, una trabajadora de una agencia de viajes especializada en paquetes a zonas de cat¨¢strofes naturales que acaba inmersa en una trama delirante en una isla del sudeste asi¨¢tico. Un destino vacacional venido a menos que busca desesperadamente volver a ser relevante en el mercado catastr¨®fico.
¡°La gente disfruta viajando a zonas de desastres; pero no les gusta reconocer que ellos mismos causan desastres a su paso¡±, reflexiona la narradora de la trama, donde tambi¨¦n dispara a esa sensaci¨®n de inmunidad que nos asalta cada vez que volamos a culturas distintas a la nuestra y observamos, de lejos, sus problem¨¢ticas (¡°se repet¨ªan una y otra vez que ellos no eran m¨¢s que turistas, que esa era lisa y llanamente su identidad¡±).
Ganadora de varios premios literarios en Corea por su anterior novela y una colecci¨®n de relatos, esta autora de 44 a?os decidi¨® escribir La Turista tras obsesionarse durante d¨ªas con la isla flotante de basura y restos del tsunami de Jap¨®n en 2011. A ese inter¨¦s pasajero que la tuvo pegada a la pantalla se sum¨® su inquietud sobre c¨®mo uno se aleja de la cotidianidad en los viajes y c¨®mo esa distancia con la realidad es un mecanismo atractivo para explorar en la ficci¨®n. ¡°En La Turista, lo que desea la gente que viaja a una zona de desastre es satisfacer su propio ego¨ªsmo, que no es otra cosa que el alivio de estar vivo mientras se contempla la desgracia ajena¡±, apunta en un intercambio de correos electr¨®nicos.
Cansada de que todo se haya convertido en una escenograf¨ªa de la vida diaria del pr¨®jimo y que hasta esa basura flotante sea compartida compulsivamente en redes, Ko-eun cree que vivimos en una era de ¡°anarqu¨ªa tur¨ªstica¡± que est¨¢ muy lejos del modelo de turista sostenible que muchos quieren vender. ¡°A partir del instante en que somos turistas, nos convertimos en c¨®mplices de un delito contra el medioambiente¡±, cuenta. Ponernos ese disfraz no nos hace inocuos a lo que visitemos, un extra?amiento que quiso reflejar en su texto. ¡°Los turistas son observadores pasivos, seres que no est¨¢n involucrados en ning¨²n conflicto de inter¨¦s. Como viajeros que se quedan en un lugar por unos d¨ªas, es como si llevaran encima la ¡®capa de invisibilidad¡±, reflexiona. Por eso son tan atractivos para los especuladores del presente. Un turista no vota, no se queja de los apartamentos tur¨ªsticos en la reuni¨®n de la escalera y, definitivamente, un turista no sale a la calle a reclamar su derecho a una vida digna lastrada por la invasi¨®n de otros turistas. Protesta que esa vecina olvidar¨¢, m¨¢gicamente, cuando se ponga el disfraz de turista y reserve una oferta para volar hasta esa cala secreta que le ha chivado Instagram.
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Gu¨ªa de turistas culpables
NARRATIVA
El egoísmo del turista de catástrofes
La turista, Yun Ko-eun (Reservoir Books, 2024). Afilado y sutil eco-thriller donde una operadora de viajes de catástrofes se pregunta por qué la gente disfruta en lugares arrasados mientras no reconocen que ellos mismos causan desastres a su paso.
La hipocresía del nómada digital
Las perfecciones, Vincenzo Latronico (Anagrama, 2023). Una pareja de diseñadores gráficos que se cree bienpensante y de izquierdas viaja por el sur de Europa, mientras realquila su piso berlinés por Airbnb, a la búsqueda de alquileres más baratos y mejores encuadres de Instagram.
La camarera que sueña en su día libre con que la echen
Verano sin vacaciones, Ana Geranios (Piedra papel libros, 2023). Sobre qué significa servir y ser servido en la hostelería turística de España. Diario de una periodista que trabaja de camarera por dos duros y lo observa todo entre vuelta y vuelta por las mesas de la Costa del Sol.
POESÍA
Los turistas se creen mejores que el resto de turistas
Circuito cerrado de vigilancia, Mayte Gómez Molina (Cielo Santo, 2024).
“Hace tiempo mi madre me dijo
que para qué viajar si podía ver las cosas en Google Maps
Me horroricé entonces ahora
entiendo lo que quiso decir
perfectamente”
ENSAYO
Sobre turismo, trabajo y clase
Estuve aquí y me acordé de nosotros, Anna Pacheco (Nuevos Cuadernos Anagrama). Qué hace una periodista y escritora infiltrada en las reuniones del comité de empresa de varios hoteles de lujo de Barcelona.
CINE
Más allá del balconing y el mamading
Magaluf Ghost Town, de Miguel Ángel Blanca (2021). Entre el costumbrismo cómico y el drama de clase, en esta película documental, Tere y Rubén, dos residentes de Magaluf, se buscan la vida entre turistas borrachos a las cinco de la mañana y el ansia especulativa de la industria hotelera.
MÚSICA
Sé de una cala sin guiris ni reviews
Nostàlgia airlines, Maria Jaume (Bankrobber, 2024). Entre Barcelona y Lloret de Vistalegre, la mallorquina canta a la turistificación y la gentrificación y los sentimientos que genera un mundo de Hoteles, sol y playa.