¡®Los hechos de Key Biscayne¡¯, de Xita Rubert: Voltaire en Miami

El otro d¨ªa , habl¨¦ con una amiga sobre Los hechos de Key Biscayne, la ¨²ltima novela de Xita Rubert (Barcelona, 1996), obra galardonada con el Premio Herralde de Novela 2024 ex aequo a la escritora chilena Cynthia Rimsky. Y el caso es que me afan¨¦ ¡ªno s¨¦¡ª en sacarle todos los defectos que, bajo mi punto de vista, encontr¨¦: que si la novela empezaba en la segunda parte (m¨¢s visceral, musculosa), que si no ten¨ªa un argumento como tal, que s...

El otro d¨ªa , habl¨¦ con una amiga sobre Los hechos de Key Biscayne, la ¨²ltima novela de Xita Rubert (Barcelona, 1996), obra galardonada con el Premio Herralde de Novela 2024 ex aequo a la escritora chilena Cynthia Rimsky. Y el caso es que me afan¨¦ ¡ªno s¨¦¡ª en sacarle todos los defectos que, bajo mi punto de vista, encontr¨¦: que si la novela empezaba en la segunda parte (m¨¢s visceral, musculosa), que si no ten¨ªa un argumento como tal, que si, ?ay! todos esos exorcismos con la figura del padre negligente; que si a veces me sublevaba porque no sab¨ªa hacia d¨®nde me conduc¨ªa la narraci¨®n. En fin, me engoril¨¦ para terminar diciendo: ¡°Ya que ambientas una novela en Miami, que al menos se tat¨²e un conejito de Playboy, ?no¡­? Me da igual que tenga 12 a?os, ?como si tiene 56! Si tiene edad para ver un pene por internet, que apechugue¡±. Mientras me pon¨ªa estupenda, aquello que me hab¨ªa hecho sonre¨ªr al leerla, en cambio, floreci¨®, y comenc¨¦ a re¨ªrme de lo en serio que me hab¨ªa tomado a m¨ª misma. El libro ¡ªm¨¢s all¨¢ del gusto personal¡ª hab¨ªa conseguido provocar que me hiciese preguntas y que discrepase con ¨¦l wagnerianemente, algo que no siempre sucede (o muy poco).

Record¨¦ entonces, por un lado, algunas de sus frases de enunciaci¨®n cristalina, ¡°que alguien est¨¦ desamparado no significa que sea inofensivo¡± o ¡°a la fealdad, aunque sea verdadera, uno se acostumbra hasta atenuarla; la belleza siempre parece nueva, una y otra vez¡±. Por el otro, la representaci¨®n que hac¨ªa Rubert de la cultura de las chicas, de su violencia al nacer cercada por seg¨²n qu¨¦ hombres, y de c¨®mo esta arranca su imaginario en la adolescencia. Tambi¨¦n me baj¨® sobre los ojos un verso de la banda Alcal¨¢ Norte ¡ªme pareci¨® que ven¨ªa muy al caso, por los daddy issues¡ª, cuando se dice en la canci¨®n Los Chavales: ¡°Sangra el falo de Lacan¡±. Sobre esto ¨²ltimo, me hizo bien acordarme de que el humor y las coincidencias ¡ªtanto en la vida como en la literatura¡ª siempre encuentran formas de ser audaces, tal y como sucede en la novela de Xita Rubert.

Si me est¨¢n leyendo las chicas, hola. Esta novela es lo m¨¢s parecido a que un fil¨®sofo psicoanalice Chicas malas y que en lugar del Burn Book alguien hubiese puesto en pantalla un Quijote, pero una edici¨®n curiosa, la de Florencio Sevilla y Antonio Rey, quiz¨¢. Si me est¨¢n leyendo los dem¨¢s, hola tambi¨¦n. Los hechos de Key Biscayne es una historia en la que un profesor de Harvard espa?ol se traslada para un a?o acad¨¦mico de Boston a Miami con sus dos hijos sin el consentimiento desde Espa?a de la madre de las criaturas. La narradora se pasea por su propia pastoral norteamericana, y es una voz volteriana, a lo C¨¢ndido, que segmenta sus recuerdos en cinco momentos y un ep¨ªlogo. A lo largo del libro, su autora, con elegancia, perora sobre la libertad y el trauma, y logra recordarnos con inteligencia que la novela de ideas, como molde creativo, vuelve a interesar a los escritores, y ojal¨¢ lo haga a sus futuros lectores, como lo hizo en su momento El padre de Blancanieves, de Bel¨¦n Gopegui o, m¨¢s recientemente, Pau Luque en ?u.