¡®Chicas malas¡¯ 20 a?os despu¨¦s: el triunfo de las villanas
La pel¨ªcula original se estren¨® en 2004 y marc¨® a varias generaciones de mujeres que crecieron en las d¨¦cadas de los noventa y los dos mil. Ahora, se han limado los chistes por los que ha pasado mal el tiempo
La pel¨ªcula original de Chicas malas, m¨¢s conocida internacionalmente por su t¨ªtulo en ingl¨¦s, Mean Girls, es un filme ic¨®nico para millones de personas en todo el mundo. Se estren¨® en 2004 y marc¨® a muchas de las mujeres que crecieron en las d¨¦cadas de los noventa y los dos mil. Tiene su propio d¨ªa internacional ¡ªel 3 de octubre¡ª y todo el que se considera fan sabe de sobra que los mi¨¦rcoles solo se viste de rosa. A los seguidores se les ha concedido un regalo, a veces envenenado: un remake de la pel¨ªcula original, que se estren¨® el 12 de enero en Espa?a y que ha recaudado ya 92 millones de euros en todo el mundo. Eso s¨ª, ha tenido que recoger todos los cambios culturales ocurridos en estas dos d¨¦cadas.
A pesar de ser considerada por muchos una t¨ªpica comedia rom¨¢ntica, el humor del filme de 2004 de Mark Waters es inteligente, sat¨ªrico y pol¨ªticamente incorrecto por una buena causa, la de retratar el sexismo, el racismo o la homofobia imperantes en esa ¨¦poca. Transmite, sin caer en lo cursi ni en lo obvio, un mensaje positivo: que hay que tratar bien a la gente. ¡°Es una comedia pasada de vueltas que, en una era en la que las pelis para adolescentes sal¨ªan como churros, destacaba por su mala leche en comparaci¨®n al resto, que eran m¨¢s suaves¡±, explica Ainhoa Marzol, autora de la newsletter de tendencias culturales G¨¢rgola Digital. ¡°Su salida en 2004 coincide con los inicios de Facebook y Myspace, y sus frases se convirtieron en protomemes que han acompa?ado a aquellos adolescentes durante toda su vida¡±, a?ade.
Justo dos d¨¦cadas despu¨¦s, los directores Samantha Jayne y Arturo P¨¦rez Jr. le han dado un lavado de cara y la han vuelto a presentar ante el p¨²blico. Una responsabilidad tit¨¢nica, teniendo en cuenta que de la pel¨ªcula original sali¨® un musical de Broadway y que la nueva versi¨®n, que es una pel¨ªcula musical, ten¨ªa que estar a la altura de ambos sin dejar de lado las elevadas expectativas de sus seguidores.
Las villanas ahora son las hero¨ªnas
El papel de mujer villana se ha resignificado en estos 20 a?os. Lindsay Lohan interpretaba a Cady Heron, una t¨ªpica protagonista, t¨ªmida, reci¨¦n llegada al instituto, ingenua, maleable y con buenos valores al principio. Rachel McAdams hac¨ªa de Regina George, la villana al uso, ego¨ªsta y egoc¨¦ntrica. Pero en 2024, la protagonista del cartel de la pel¨ªcula ya no es la ni?a buena. Es Regina George, interpretada por Rene¨¦ Rapp. Ella es la estrella del show. Ahora el p¨²blico quiere ser como la mala.
Lo mismo ha pasado con otros personajes femeninos de estos cl¨¢sicos generacionales, como High School Musical. Sus fans endiosan ahora a Sharpay Evans (Ashley Tisdale), personaje con muchas pretensiones y grandes aspiraciones concebido para ser malvado. Tambi¨¦n ha ocurrido as¨ª con la antagonista de Gossip Girl, Blair Waldorf (Leighton Meester), que con el paso de los a?os se ha convertido en el verdadero icono de la serie. En gran parte, este fen¨®meno est¨¢ propiciado por el empoderamiento de la mujer durante estas dos d¨¦cadas. Que una mujer tenga un car¨¢cter fuerte y sea ambiciosa se ve, cada vez m¨¢s, como algo positivo e inherente a la persona, y no como algo desagradable.
¡°Creo que esto viene de la fascinaci¨®n con el poder femenino que tenemos las chicas cuando somos adolescentes. Regina es mala pero astuta, tiene poder de manipulaci¨®n y momentos en los que es tan arrogante que no ve sus fallos, no tiene un arco de redenci¨®n real¡±, a?ade Marzol. ¡°Tambi¨¦n¡±, prosigue, ¡°tiene que ver con que Rene¨¦ Rapp, que interpreta a Regina en pantalla y que la ha encarnado en el musical durante a?os, empieza a tener una carrera con muy buen despegue. Es mucho m¨¢s f¨¢cil hacer marketing alrededor de su figura que en torno a la de cualquier otro actor¡±.
El remake suaviza o elimina algunas de las bromas m¨¢s ofensivas
En esta nueva pel¨ªcula, ni las tribus urbanas de la cafeter¨ªa est¨¢n segregadas por etnias ni el entrenador deportivo del colegio se l¨ªa con alumnas menores de edad. Tina Fey, que escribi¨® el guion de la primera, ha tomado ahora tambi¨¦n las riendas para asegurarse de que la historia no cambia ni un ¨¢pice, pero ha introducido arreglos en el plano del humor. Algunas bromas de la entrega de 2004, que no habr¨ªan sido consideradas moralmente adecuadas en la actualidad, se han rebajado o directamente omitido, a pesar de que son uno de los principales atractivos del largometraje. Los chistes o t¨®picos racistas, como el de los ¡°chinos empollones¡± o la famosa frase del ic¨®nico personaje de Amanda Seyfried ¡ªChicas malas fue su primera pel¨ªcula¡ª: ¡°Pero si eres de ?frica, ?por qu¨¦ eres blanca?¡±, se han borrado, y muchas de las expresiones hostiles de Regina George sobre su peso tambi¨¦n se han rebajado sutilmente.
Pero el remake conserva esa gracia ¨¢cida que caracteriza el primer largometraje e introduce nuevos chistes que tienen que ver, por ejemplo, con las redes sociales. Lo de ¡°Este es Damian, es insoportablemente gay¡± se ha quedado, aunque en un guion mucho m¨¢s respetuoso que el anterior con la orientaci¨®n sexual de sus personajes. Y vuelven a aparecer la cr¨ªtica al sistema educativo y la falta de educaci¨®n sexual en los colegios de forma incluso, m¨¢s cruel. ¡°No hag¨¢is el amor, pod¨¦is quedar embarazadas y morir¡±, comentario del entrenador Carter en una clase de salud en la pel¨ªcula de 2004, se convierte 20 a?os despu¨¦s en: ¡°Las chicas est¨¢n trastornadas por una cosa que se llama hormonas¡±.
Marzol explica que, m¨¢s que un puro remake de la pel¨ªcula original, Samantha Jayne y Arturo P¨¦rez Jr. han hecho una adaptaci¨®n al cine del musical de Broadway. ¡°Ese musical ha tenido a?os para limar todas las asperezas y partes m¨¢s conflictivas¡±, explica. ¡°Creo que es posible mantener esos chistes o hacer otros nuevos adaptados al tiempo que mantienen esa esencia gamberra, y hay ejemplos de que funciona¡±. Marzol destaca el ejemplo del remake de Scott Pilgrim vs. The World de Edgar Wright, que se ha estrenado recientemente en Netflix. ¡°No han borrado sus partes m¨¢s conflictivas, sino que se han reconocido, incluido y luego explorado y corregido a trav¨¦s de la propia trama. La han seguido haciendo totalmente pasada de rosca, pero sin caer en clich¨¦s burdos que la har¨ªan ofensiva. En Chicas malas podr¨ªan haber hecho lo mismo f¨¢cilmente¡±.
La pel¨ªcula de 2024 nunca se anunci¨® como musical
Ni el vestuario, ni el reparto, ni las canciones han estado exentas de pol¨¦mica en redes sociales. Todas ellas se han convertido en un debate internacional, pero ha habido una pol¨¦mica que ha sobrepasado con creces al resto. Una parte de la audiencia abandon¨® las salas del cine en el momento en que se dio cuenta de que la pel¨ªcula era, en realidad, un musical, algo que hab¨ªa sido intencionadamente ocultado en los avances del largometraje.
¡°Los tr¨¢ileres de musicales funcionan muy mal en pruebas con p¨²blico. No est¨¢n dirigidos a una audiencia tan amplia como la de una comedia normal, y los grandes estudios prefieren ir a por lo seguro¡±, explica Marzol. No es la primera pel¨ªcula en levantar esta pol¨¦mica. Lo mismo ha ocurrido con producciones recientes como Wonka y probablemente ocurra con la adaptaci¨®n de El color p¨²rpura, cuyos avances esconden la parte musical. Surge as¨ª el debate popular sobre si disimular la naturaleza del producto es o no publicidad enga?osa por parte de Hollywood. Marzol concluye: ¡°Estamos en el punto ¨¢lgido de alergia al cringe, lo que tambi¨¦n causa una crisis en la suspensi¨®n de incredulidad. Es un mal momento para pel¨ªculas en las que la gente se pone a cantar de la nada¡±.
Babelia
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