¡®El exclaustrado¡¯, de ?lvaro Pombo: razones y caprichos de la insustancialidad
El autor galardonado en 2024 con el Premio Cervantes construye una ¨®pera bufa en torno a cuatro personajes y logra una novela que golpea al retratar las relaciones humanas en tiempos de zozobra
Del ¨²ltimo premio Cervantes ¡ªqu¨¦ bien concedido¡ª puede decirse, como de pocos autores, que ha forjado una prosa tan excepcional como distintiva. La coexistencia del habla popular ¡ªcallejera m¨¢s bien, en sus modismos y expresiones m¨¢s coloristas¡ª con la jerga filos¨®fica y teol¨®gica, salpicada de arca¨ªsmos y neologismos, de citas y alusiones a las culturas minoritaria y de masas, ha dado a su prosa un car¨¢cter mestizo de rara eficacia est¨¦tica. Pero lo que es a¨²n m¨¢s...
Del ¨²ltimo premio Cervantes ¡ªqu¨¦ bien concedido¡ª puede decirse, como de pocos autores, que ha forjado una prosa tan excepcional como distintiva. La coexistencia del habla popular ¡ªcallejera m¨¢s bien, en sus modismos y expresiones m¨¢s coloristas¡ª con la jerga filos¨®fica y teol¨®gica, salpicada de arca¨ªsmos y neologismos, de citas y alusiones a las culturas minoritaria y de masas, ha dado a su prosa un car¨¢cter mestizo de rara eficacia est¨¦tica. Pero lo que es a¨²n m¨¢s admirable es que con esa prosa Pombo ha creado un tipo de narraci¨®n que responde a una ¨¦pica de la conciencia moral, en la que la exposici¨®n ¡ªy an¨¢lisis¡ª de las vicisitudes de la conciencia de sus personajes adquiere una hondura y una matizaci¨®n asombrosas, sin dejar por ello de admitir en su decurso la iron¨ªa sutil o la broma chusca. Nadie como ¨¦l ha contado la bondad y la maldad, la bondad lesiva y la maldad solidaria, la contradicci¨®n, el ego¨ªsmo y la culpa en un mundo del que parece haber sido desterrada la significaci¨®n de lo humano. Lo hizo en sus Relatos sobre la falta de sustancia (1977) y lo ha seguido haciendo, con obras maestras como El metro de platino iridiado (1990), Donde las mujeres (1996) o Contra natura (2005) hasta El exclaustrado, una formidable tragedia bufa sobre la insustancialidad.
En esta ocasi¨®n, Pombo ha ideado una trama de c¨¢mara, por as¨ª decir, en la que se entrelazan cuatro personajes: el provecto Juan Cabrera, que abandon¨® la vida de monje benedictino para dedicarse a leer y escribir enclaustrado en un piso del barrio de Arg¨¹elles (como el propio autor, con el que comparte unos cuantos rasgos); su guapo y liviano sobrino Jaime; el profesor de Derecho Ant¨®n Rubial; y la mujer de este, Petri, antigua camarera (y lo que surgiera) en el bar de copas Machupichu. El antagonista de Cabrera es Rubial, quien, siendo novicio, hab¨ªa sido expulsado del convento por una denuncia de Cabrera que le provoc¨® un rencor invencible. Si Cabrera est¨¢ acosado por la voz de una conciencia perforante que le vuelve extra?o en una realidad disgregada e insulsa, Rubial reina en ese mundo de individualismo feroz como un mefistof¨¦lico manipulador sin asomo de conciencia. El exclaustrado Cabrera, que dej¨® de creer en la gracia pero le obsesiona la ¨¦tica derivada de la obra de Sartre (sobre todo de El idiota de la familia y de El ser y la nada, que se citan y glosan), es el eje alrededor del que giran, en sucesivas visitas, su sobrino, Rubial y Petri, ejemplos los tres de narcisismo, ignorancia e insustancialidad en formas diversas.
El deseo de venganza de Rubial cuando descubre que el t¨ªo de su alumno fue el culpable de su expulsi¨®n opera como causa eficiente de los hechos que se van desarrollando. ?l mueve los hilos de Jaime y Petri, utiliz¨¢ndolos a su antojo, haci¨¦ndoles sentir, pensar y actuar como le conviene, como ¡°figurantes de una ficci¨®n abotargada¡±, seg¨²n ¨¦l mismo. Mientras tanto, el bueno de Cabrera sigue recluido en su esfera de abstracciones morales y teol¨®gicas, medio absorto en un libro que nunca escribir¨¢ sobre la posibilidad de una religiosidad atea, quiz¨¢ algo no muy distinto a lo que Pombo ha llamado en otras ocasiones la ¨¦tica del cuidado (de los otros, se entiende). Poco a poco los v¨ªnculos entre los personajes se estrechan y complican y, sin que Pombo tenga que intervenir como demiurgo intruso (salvo al final, cuando afirma que se trata de un ¡°relato despiadado¡±), vamos asistiendo, con creciente desasosiego, al crecimiento de la cat¨¢strofe hasta la explosi¨®n final. Pombo grad¨²a muy bien el camino que conduce a ella y logra una novela que golpea al retratar, con la distorsi¨®n de un cuadro de Bacon, las relaciones humanas en tiempos de zozobra.
El exclaustrado
Anagrama, 2024
228 p¨¢ginas. 17,90 euros