Seun Kuti, las mil danzas del ¡®afrobeat¡¯

Una canci¨®n no cambia el mundo, pero puede ayudarnos a repensar qu¨¦ sociedad queremos. Dir¨ªase que Seun Kuti lleva tatuado ese apotegma, heredado de su padre, el gran Fela Kuti. De ah¨ª sus textos comprometidos con el porvenir africano, pero a la vez repletos de advertencias sobre una sociedad global cada vez m...

Una canci¨®n no cambia el mundo, pero puede ayudarnos a repensar qu¨¦ sociedad queremos. Dir¨ªase que Seun Kuti lleva tatuado ese apotegma, heredado de su padre, el gran Fela Kuti. De ah¨ª sus textos comprometidos con el porvenir africano, pero a la vez repletos de advertencias sobre una sociedad global cada vez m¨¢s alejada de los principios elementales de equidad y justicia. Seun, el mejor administrador del legado de su padre ¡ªde cuya banda, Egypt 80, se encarg¨® siendo muy joven¡ª lleva en las venas la vibraci¨®n genuina del afrobeat, pero no quiere pasar a la historia solo como el guardi¨¢n de la herencia familiar. Tambi¨¦n como el creador que mantiene el latido mientras toma otros pulsos. De ah¨ª que trabaje con productores de diferentes colores musicales a la b¨²squeda de c¨®digos propios, de un lenguaje sonoro que diferencie sus discos, a la vez que se encuentra en directo con la sombra hamletiana de su progenitor.

Publicado seis a?os despu¨¦s de ¡®Black Times¡¯, en el nuevo trabajo hay una canci¨®n con la rapera Sampa The Great

Heavier Yet (Lays The Crownless Head) es su nuevo y reciente ¨¢lbum, publicado seis a?os despu¨¦s del celebrado Black Times. En esta ocasi¨®n, Lenny Kravitz ejerce de productor ejecutivo, y comparte direcci¨®n art¨ªstica con Sodi Marciszewer, ingeniero y productor que fue de Fela Kuti (¨¦l aport¨® sus credenciales a Underground System, el ¨²ltimo ¨¢lbum de estudio del patriarca del afrobeat). Kravitz acerca a Seun a los territorios de la m¨²sica negra reformulada en Estados Unidos; Marciszewer se encarga de mantener lustrosos los patrones africanos. T.O.P. (un gui?o a M.O.P., el partido pol¨ªtico fundado por Fela), que abre el disco, echa a andar con un riff de guitarra en bucle, para recordarnos despu¨¦s que existi¨® Otis Redding y que Seun puede emular sin problemas a Van Morrison.

Todo eso ocurre mientras se resalta el componente highlife del afrobeat. Dey, que cuenta con otro hijo ilustre (Damian Marley), enreda el corpus nigeriano con el funk, el reggae y el rap. Stand Well Well, una pieza inspirada en el libro Un mundo feliz, de Aldous Huxley, es una abrasadora explosi¨®n de ritmo y cadencia vocal, arropada por el jazz de atm¨®sferas sudafricanas que cre¨® Hugh Masekela, y que tiene su r¨¦plica, igual de brillante, en Emi Aluta, un tributo a los revolucionarios que han sido y son, canci¨®n en la que los motivos de jazz apuntan ahora a Etiop¨ªa, y la voz de Seun se une a la de la cantante y rapera de Zambia Sampa The Great. Love And Revolution, que Seun dedica a su esposa, rebosa arreglos soul, y Move, toda una llamada a no dormirse en la comodidad de la indiferencia, cierra la oferta volviendo al juego de guitarras y metales.

Tras un primer ¨¢lbum (Many Things, 2008) producido por el mago franc¨¦s de la african¨ªa Martin Meissonnier, Seun Kuti se puso en manos de Brian Eno y John Reynolds con From Africa With Fury: Rise (2012). Pese a las declaraciones de felicidad de las dos partes, dio la impresi¨®n de que Seun sali¨® algo escaldado de la experiencia. As¨ª que para A Long Way to the Beginning (2014) y el mencionado Black Times (2018) llam¨® a Robert Glasper, revoltoso creador de ritmos negroides. ?l puso la semilla. Ahora, con Kravitz y Marciszewer, Seun Kuti recoge otra buena cosecha.