¡®A la fresca¡¯: reinvidicaci¨®n na¨ªf del hablar por hablar
El ingenio ling¨¹¨ªstico del dramaturgo Pablo Rosal vuelve a brillar en su nueva obra, pero esta vez le falta mordida
Pablo Rosal es un dramaturgo muy personal y por eso nos gusta. No se atiene a modas estil¨ªsticas ni tem¨¢ticas, siempre volcado en la excavaci¨®n de la palabra. Excavaci¨®n, s¨ª: porque el lenguaje es el gran tema de sus obras, que suele dirigir ¨¦l mismo. Los que hablan (2020) retorc¨ªa hasta el absurdo la pr¨¢ctica de la conversaci¨®n, con Luis Bermejo y Malena Alterio en estado de gracia. El pasado septiembre estren¨® ...
Pablo Rosal es un dramaturgo muy personal y por eso nos gusta. No se atiene a modas estil¨ªsticas ni tem¨¢ticas, siempre volcado en la excavaci¨®n de la palabra. Excavaci¨®n, s¨ª: porque el lenguaje es el gran tema de sus obras, que suele dirigir ¨¦l mismo. Los que hablan (2020) retorc¨ªa hasta el absurdo la pr¨¢ctica de la conversaci¨®n, con Luis Bermejo y Malena Alterio en estado de gracia. El pasado septiembre estren¨® Hoy tengo algo que hacer, de nuevo con Bermejo, otro fest¨ªn de palabras. Ahora presenta A la fresca: una reivindicaci¨®n del sentarse a hablar por hablar, como acto de resistencia frente a las prisas de la vida contempor¨¢nea.
A la fresca es un ejercicio de buena escritura, gusto por la palabra y juego verbal. Pero esta vez no tan agudo. Tiene humor como las anteriores, pero el planteamiento argumental resulta demasiado obvio. Un escritor en crisis busca inspiraci¨®n en la casa de campo de sus abuelos, pero una vez all¨ª se encuentra con que sus familiares la han convertido en una vivienda tur¨ªstica hiperactiva. Esta trama nos la van relatando los tres protagonistas: el escritor, la limpiadora de la mansi¨®n y un alba?il al que el primero ha contratado para que le construya una caba?a donde refugiarse del jaleo. Mientras tanto, los tres personajes encuentran un ant¨ªdoto contra la embestida diaria de turistas, hermanos, t¨ªas, primos, portazos, carcajadas y cursos de relajaci¨®n estresantes: una charla diaria a la fresca. El asunto del que se hable es irrelevante, lo importante es dejarse llevar por las palabras.
Los primeros veinte minutos se hacen lentos. El relato se demora en presentaciones de personajes y situaci¨®n. Todo parece mejorar cuando por fin los protagonistas agarran sus sillas para conversar. En ese momento suponemos que va a empezar a brillar el ingenio ling¨¹¨ªstico del autor. Lo hace por momentos, pero en general le falta mordida. Nos perdemos en la acumulaci¨®n de aforismos na¨ªf: ¡°La intimidad hace cosquillas. El cielo hace re¨ªr. Hablar es respirar al mismo tiempo¡±.
No ayuda tampoco la est¨¢tica escenificaci¨®n de la compa?¨ªa Los Despiertos, que encarg¨® a Pablo Rosal que les escribiera y dirigiera una obra. Un texto tan florido necesita una interpretaci¨®n que lo sostenga con todo el cuerpo, no solo con la voz. A favor: la sobriedad sin estridencias con que el actor Israel Fr¨ªas encarna el personaje de la limpiadora.
A LA FRESCA
Texto y dirección: Pablo Rosal. Reparto: Alberto Berzal, Israel Frías y Luis Rallo. Nave 10 Matadero. Madrid. Hasta el 23 de febrero.