¡®Pineda¡¯: flamenco elegante y vers¨¢til para una mujer luchadora

Patricia Guerrero (Granada, 34 a?os) es due?a de una personalidad flamenca holgada y equilibrada. Como int¨¦rprete, core¨®grafa y directora, lleva unos cuantos a?os y espect¨¢culos a las espaldas (a pesar de su juventud) que certifican ese hacer serio y vers¨¢til que la acompa?a dentro de la danza flamenca. Y anoche en Madrid todo esto se comprob¨® de nuevo en uno de los proyectos m¨¢s ambiciosos de su trayectoria: Pineda. Romance popular en tres estampas, primer espect¨¢culo que puso en pie el a?o pasado como directora del Ballet Flamenco de Andaluc¨ªa y que ayer inaugur¨® el nuevo Centro Danza Matadero, donde podr¨¢ verse hasta el 16 de febrero.

Aunque seguramente le sobre algo de metraje para poder ganar en rotundidad, Pineda se recibe como un montaje arm¨®nico y proporcionado, exigente y al mismo tiempo asequible, que navega por los opuestos en favor de la coherencia. Es decir, hay intensidad y dramatismo, pero tambi¨¦n silencios y contenci¨®n. La suma de todo ello, con transiciones de gran cohesi¨®n entre escenas, hace que el espect¨¢culo se deslice por la elegancia de lo sobrio. Como si todo esto fuera un reflejo pertinente de la identidad flamenca de Guerrero, que tambi¨¦n es ecl¨¦ctica, de tierra y de aire, enraizada y et¨¦rea.

Esta Pineda basada en la obra hom¨®nima de Federico Garc¨ªa Lorca, que respeta en buena parte el poema original de 1925, pone el foco en la mujer luchadora, individualista y empoderada que fue la de Granada (la madre, la enamorada¡­). Todo un acierto que la actualiza y la aleja de estereotipos de la ¨¦poca y comulga con otras mujeres de anteriores espect¨¢culos de Guerrero.

Pineda transcurre en una acertada (por clara y arm¨®nica) dramaturgia de Alberto Conejero, que permite seguir la historia de la protagonista, rebelde contra el absolutismo de Fernando VII, de manera amable y po¨¦tica. Tambi¨¦n ayuda a poner de manifiesto la coherencia de la compa?¨ªa, en la que se aprecian bailarines muy j¨®venes que vibran en la misma cuerda de derroche y moderaci¨®n. De todas las escenas destaca la grupal que corresponde a la Batalla del Albaic¨ªn, que firma la compa?¨ªa La Venidera, formada por Albert Hern¨¢ndez e Irene Tena, bailarines solistas del Ballet Nacional de Espa?a. Hay otros momentos de gran belleza. Por ejemplo, el d¨²o que Patricia Guerrero protagoniza junto al bailaor Eduardo Leal, que es tambi¨¦n repetidor de la compa?¨ªa. Lo sutil y lo delicado convergen en este paso a dos en el que prevalece la comunicaci¨®n corporal de los int¨¦rpretes en una cadencia que se aproxima al vals.

La presencia del bailaor Alfonso Losa como artista invitado afianza la flamencura m¨¢s terrenal del espect¨¢culo. Sus intervenciones, con ese baile robusto y categ¨®rico que le identifican, acent¨²an el dramatismo de lo jondo. Losa recibi¨® una gran ovaci¨®n en los aplausos.

El espect¨¢culo comienza con otro acierto: la presencia de 14 mujeres del Coro Femenino de la Asociaci¨®n Cultural ¡®Cruz de mayo Albaic¨ªn¡¯ (entre las que se encontraban la madre y la abuela de Patricia Guerrero) entonando el Romance de Mariana Pineda. Se trata de un gui?o h¨¢bil, pues acerca la obra al car¨¢cter popular que tambi¨¦n tiene y aporta color y proximidad. En el sentido musical, la direcci¨®n de Agust¨ªn Diassera y Dani de Mor¨®n tambi¨¦n ensalza el montaje con una composici¨®n colorista, aunque el sonido de la sala no le hizo justicia en alg¨²n momento de la velada en el que falt¨® limpieza.

La obra inaugur¨® el Centro Danza Matadero, nuevo espacio para la danza en Madrid dirigido por la bailaora y core¨®grafa Mar¨ªa Pag¨¦s y el hispanista y dramaturgo El Arbi El Harti

La obra inaugur¨® el Centro Danza Matadero, nuevo espacio para la danza en Madrid adscrito al ?rea de Cultura, Turismo y Deporte del Ayuntamiento, y dirigido por la bailaora y core¨®grafa Mar¨ªa Pag¨¦s y el hispanista y dramaturgo El Arbi El Harti. El centro, que ha presentado su programaci¨®n hasta el pr¨®ximo junio, albergar¨¢ compa?¨ªas de danza contempor¨¢nea, flamenca y neocl¨¢sica, nacionales e internacionales, en un intento de pluralidad. Sin embargo, hace unos d¨ªas en las redes sociales hubo cierto revuelo al conocerse el precio de las entradas (de 37, 45 y 50 euros para la mayor¨ªa de los espect¨¢culos), por considerarse demasiado alto si se quiere que la danza siga sumando espectadores y sea realmente inclusiva (una de las palabras que pueden leerse en la web del centro a la hora de definirlo) en el consumo de artes esc¨¦nicas.