Sara Herrera Peralta: el bordado como gran met¨¢fora de la vida
El poemario ¡®El piar de los p¨¢jaros y el goteo del agua que cae del techo¡¯ y la novela ¡®Me fui como una tormenta¡¯ nacen de una investigaci¨®n sobre el trabajo de Louise Bourgeois para plantear otras preguntas sobre la literatura y el arte y la memoria
No es muy frecuente que aparezcan dos libros simult¨¢neos de una misma autora, como ocurre estos d¨ªas con Sara Herrera Peralta (Trebujena, 1980), pero la lectura combinada de ambos le da todo el sentido del mundo a la operaci¨®n, puesto que la novela (abiert¨ªsima en todos los sentidos, pero novela a fin de cuentas) Me fui como una tormenta y el poemario El piar de los p¨¢jaros y el goteo del agua que cae del techo nacen de un mismo proyecto de investigaci¨®n en torno a la artista Louise Bourgeois, a qu...
No es muy frecuente que aparezcan dos libros simult¨¢neos de una misma autora, como ocurre estos d¨ªas con Sara Herrera Peralta (Trebujena, 1980), pero la lectura combinada de ambos le da todo el sentido del mundo a la operaci¨®n, puesto que la novela (abiert¨ªsima en todos los sentidos, pero novela a fin de cuentas) Me fui como una tormenta y el poemario El piar de los p¨¢jaros y el goteo del agua que cae del techo nacen de un mismo proyecto de investigaci¨®n en torno a la artista Louise Bourgeois, a quien Herrera reivindica tambi¨¦n como escritora mientras interroga una parte muy particular de su producci¨®n, las piezas bordadas que Bourgeois realiz¨® en sus ¨²ltimos a?os, que pasan por ser obras menores para la cr¨ªtica aunque a ella no se lo parecen en absoluto.
A partir de esa tarea de origen acad¨¦mico, la autora se hace preguntas sobre s¨ª misma que conducen a otras preguntas sobre la literatura y el arte y la memoria que luego se entrecruzan y ramifican hasta desbordar por completo cualquier posibilidad de caracterizar su literatura mediante un ¨²nico tema central. Sin embargo, ?ay!, ya saben ustedes que hoy en d¨ªa estamos obsesionados con que los libros tengan cada uno su temita, lo m¨¢s claro y reconocible posible para que todos tengamos a qu¨¦ atenernos.
Esta exigencia, digamos, ambiental se cuela en las p¨¢ginas de la novela y del poemario, a veces a modo de presi¨®n interna (la propia autora se pregunta por los l¨ªmites o direcciones de su trabajo), otras veces como cuestionamiento externo. En este segundo sentido, es curioso (?y, al menos para m¨ª, extra?amente divertido!) que las interrogaciones lleguen de la mano de dos editores que en su momento desestimaron estos libros que finalmente han aparecido en Consonni y La bella Varsovia. En Me fui como una tormenta, Herrera reproduce la carta de rechazo de un editor que se muestra algo confundido respecto de lo que ¡°busca¡± la novelista; en el poemario, nos explica algo estupefacta que otro sello descart¨® publicarla porque se les ¡°escapaba el tema de la maternidad¡±. Es bonito que Herrera introduzca en su obra la confesi¨®n de las inseguridades e iluminaciones que conlleva el proceso de b¨²squeda de editor; pero hay algo m¨¢s latiendo en esas dos an¨¦cdotas rescatadas por la autora.
Ese algo m¨¢s tiene que ver, insisto, con la imposibilidad de reducir las escuetas doscientas p¨¢ginas que suman los libros a un tema ¨²nico. Ni siquiera hay uno que vertebre de un modo incuestionable el conjunto, y esta es precisamente la clave para leer a Herrera, no en vano escoge la tarea del bordado, es decir, el tejido, como gran met¨¢fora (que no tema) para la escritura y la vida. No es una met¨¢fora nueva (adem¨¢s de los precedentes que menciona la propia Herrera, se me ocurre que tambi¨¦n la fil¨®sosa Donna Haraway la utiliza en Seguir con el problema), pero su capacidad sugestiva es inagotable, puesto que conlleva una reivindicaci¨®n de los espacios femeninos (pero tambi¨¦n un cuestionamiento de la herencia colectiva femenina), una idea de descentralizaci¨®n, un ritmo artesano, una materialidad tan sutil como perdurable.
En el caso de Herrera, hablar de/desde el bordado le permite interconectar su experiencia como expatriada (un t¨¦rmino tal vez excesivo si pensamos pol¨ªticamente su condici¨®n, pero que me parece v¨¢lido en t¨¦rminos de imaginaci¨®n po¨¦tica), su condici¨®n de nieta, hija y madre (esa que tant¨ªsimo descoloc¨® a un editor), la memoria de su infancia, el oficio literario y, en definitiva, el ¨²nico tema que nos ocupa verdaderamente a todos los que escribimos o leemos, si nos paramos a considerarlo seriamente: el paso del tiempo.
¡°Pienso en lo que se escribe sin trama¡±, escribe (claramente sin trama) Sara Herrera, ¡°como quien revisa una columna vertebral y no comprende por qu¨¦ duele la espalda¡±. Es una buena cita, me parece, para resumir la tarea que acomete la voz de esta novela y de estos poemas.
El piar de los p¨¢jaros y el goteo del agua que cae del techo
Bella de Varsovia, 2025
112 p¨¢ginas
13,90 euros
Me fui como una tormenta
Consonni, 2025
112 p¨¢ginas
16,90 euros