Historia oral del ¡®stand¡¯ de EL PA?S en Arco
Desde 1993, el expositor del diario en la feria ha sido un reflejo de todas las tendencias del arte espa?ol. De Miquel Barcel¨® y Alberto Garc¨ªa-Alix a Concha Jerez y Jaume Plensa, este ¨²ltimo escogido para el espacio del diario en esta edici¨®n, los grandes nombres recuerdan su participaci¨®n en esta cita
La primera vez que EL PA?S decidi¨® participar en Arco, en 1993, la feria ten¨ªa muy poco que ver con lo que es ahora. Dirigida entonces por Rosina G¨®mez-Baeza, la 12? edici¨®n se celebr¨® en el Palacio de Cristal de la Casa de Campo y las transacciones (escasas), se hac¨ªan en pesetas. El metro cuadrado del stand se pagaba a 15.000 pesetas, pero hubo muchos galeristas que no pudieron asumir el coste porque la recesi¨®n no permit¨ªa muchas alegr¨ªas. Se reforz¨®, en cambio, la presencia de institucio...
La primera vez que EL PA?S decidi¨® participar en Arco, en 1993, la feria ten¨ªa muy poco que ver con lo que es ahora. Dirigida entonces por Rosina G¨®mez-Baeza, la 12? edici¨®n se celebr¨® en el Palacio de Cristal de la Casa de Campo y las transacciones (escasas), se hac¨ªan en pesetas. El metro cuadrado del stand se pagaba a 15.000 pesetas, pero hubo muchos galeristas que no pudieron asumir el coste porque la recesi¨®n no permit¨ªa muchas alegr¨ªas. Se reforz¨®, en cambio, la presencia de instituciones, revistas especializadas y publicaciones diarias de informaci¨®n general. EL PA?S se estren¨® con dos de los artistas m¨¢s exitosos del momento: Miquel Barcel¨®, en representaci¨®n de El Pa¨ªs Semanal, y Alberto Garc¨ªa Alix, por Babelia. Del mallorqu¨ªn se expusieron obras originales junto a fotograf¨ªas de Jean Marie del Moral publicadas meses atr¨¢s. Garc¨ªa-Alix eligi¨® una selecci¨®n personal de sus fotograf¨ªas. Ambos repetir¨ªan su presencia protagonista en varias ocasiones.
Representar a un peri¨®dico en una feria de arte contempor¨¢neo era un territorio desconocido hasta entonces, pero los artistas invitados han asumido el riesgo desde el primer momento. Las obras exhibidas han sido realizadas expresamente para EL PA?S salvo en la edici¨®n de 2000, cuando el pabell¨®n del peri¨®dico se convirti¨® en un peque?o museo del arte del siglo XX. Se vieron obras de Pablo Palazuelo, Antoni T¨¤pies, Eduardo Chillida, Carmen Laff¨®n, Luis Gordillo, Susana Solano, adem¨¢s de fot¨®grafos como Isabel Mu?oz, Cristina Garc¨ªa Rodero o Alberto Schommer.
Otra sorprendente edici¨®n fue la de 2012 con el artista callejero Neko. En la inauguraci¨®n, el grafitero apareci¨® encapuchado y, armado con un spray, pint¨® la palabra ¡°crisis¡± sobre una pared del stand de EL PA?S. El p¨²blico que pasaba por all¨ª se puso a aplaudir y el muro qued¨® embadurnado de rosa. Cuatro vigilantes rodearon al artista en cuesti¨®n de dos minutos y le exigieron que mostrase de manera inmediata su identificaci¨®n, con la amenaza de llamar a la polic¨ªa. El incidente finalmente qued¨® en nada porque se trataba de una acci¨®n art¨ªstica en vivo: ¨¦l era el representante escogido por el diario aquel a?o. Las motivaciones con las que han trabajado los artistas son muchas, como recuerdan aqu¨ª algunos de los m¨¢s destacados.
Miquel Barcel¨®
Pintor. Felanitx (Mallorca), 68 a?os. Particip¨® en 1993, 2000 y 2005
¡°Acababa de regresar de una larga estancia en Mal¨ª. Creo que era el a?o del golpe de Estado. En esas fechas ten¨ªa una exposici¨®n en Mosc¨², lugar por aquel entonces muy excitante. El cuaderno monogr¨¢fico africano de EL PA?S, traducido al cir¨ªlico, se convirti¨® en el cat¨¢logo de mi exposici¨®n en Prava Galer¨ªa. Conoc¨ª a muchos j¨®venes artistas, a menudo interesantes. Con alguno conservo amistad y nos visitamos de tanto en tanto. No vendimos absolutamente nada. Cost¨® Dios y ayuda recuperar mis cuadros africanos (eran cuadritos de menos de 50 cent¨ªmetros, a veces de un palmo, que pint¨¦ en mi piragua en un largu¨ªsimo viaje en el R¨ªo N¨ªger). Los cuadros los colgu¨¦ reproduciendo la disposici¨®n de las primeras exposiciones suprematistas: Malevich, Rochenko¡ Posmodernismo puro y duro. Me acuerdo ahora m¨¢s de las resacas que de las borracheras¡±.
Alberto Garc¨ªa-Alix
Fot¨®grafo. Le¨®n, 69 a?os. Particip¨® en 1993, 2000 y 2010.
¡°No recuerdo la primera edici¨®n compartida con Barcel¨®, pero conservo recuerdos n¨ªtidos de mi participaci¨®n en 2010, cuando expuse fotograf¨ªas in¨¦ditas agrupadas bajo el t¨ªtulo de Una perpetua fuga. Eran retratos en blanco y negro que reflejaban la faceta m¨¢s cruda y realista. Se vieron esas fotos originales acompa?adas de m¨²sica del artista argentino Daniel Melingo. Tambi¨¦n escrib¨ª un texto sobre las fotograf¨ªas expuestas que se public¨® en Babelia. Como an¨¦cdota, recuerdo que vinieron los entonces pr¨ªncipes, Felipe y Letizia. Nicol¨¢s Combarro, el comisario, les fue mostr¨¢ndoles la exposici¨®n. Yo soy muy t¨ªmido y, en cuanto pude, me escap¨¦¡±.
Montserrat Soto
Fot¨®grafa. Barcelona, 64 a?os. Particip¨® en 2003 con Manolo Vald¨¦s.
¡°Por aquel entonces estaba trabajando en la serie de los invernaderos, fotograf¨ªas que fueron tomadas principalmente en Almer¨ªa y en Fuerteventura. El entorno de estos invernaderos refleja en las fotograf¨ªas los problemas de inmigraci¨®n y los cambios de nuestra estructura agr¨ªcola. Detr¨¢s de esas calles vac¨ªas, escondemos uno de los grandes problemas del siglo XXI. Son grandes metapaisajes de pl¨¢stico que llegan al mar. Lugares vivos, habitados y latentes, construidos ¨²nicamente de pl¨¢stico y grapas son lugares invisibles con una m¨¢xima calidad productiva y una m¨ªnima presencia¡±.
Joan Fontcuberta
Fot¨®grafo. Barcelona, 69 a?os. Particip¨® en la edici¨®n de 2007.
¡°Ocupar el stand de EL PA?S me permiti¨® mostrar una panor¨¢mica de mi trabajo a un p¨²blico especializado en un tiempo en que la fotograf¨ªa se consolidaba como disciplina art¨ªstica en el mercado del arte. De la experiencia, me quedo con una an¨¦cdota de la visita de autoridades al stand. El entonces rey Juan Carlos se plant¨® delante de un fotomontaje en el que yo aparec¨ªa disfrazado de monje ortodoxo haciendo surfing sobre un delf¨ªn. Con expresi¨®n intrigada, me pregunt¨®: ¡°Pero aqu¨ª hay truco, ?verdad?¡±. ¡°Claro¡±, le respond¨ª. ¡°El delf¨ªn estaba amaestrado.¡± Asinti¨® y sigui¨® la visita, pero se detuvo y musit¨® sonriendo: ¡°?Amaestrado?¡±.
Jaume Plensa
Escultor. Barcelona, 69 a?os. Particip¨® en 2008 y es el invitado en 2025.
¡°En la obra Entre sue?os del a?o 2008, el rostro de una mujer hecho de luz con los ojos cerrados estaba rodeado de cientos de zapatos usados. Aunque parecieran abandonados, son el documento fiel que guard¨¦ para siempre en la memoria de todos los caminos que han recorrido. Migraciones, desplazamientos, destrucci¨®n, dolor, muerte¡ El ser humano, a pesar del sufrimiento que conlleva la p¨¦rdida y el tr¨¢nsito, tiene la enorme capacidad de iluminar la oscuridad, de alumbrar a los desheredados en busca de futuro, de encender nuestras vidas llen¨¢ndolas de esperanza. Uno de los problemas m¨¢s traum¨¢ticos del mundo actual es la destrucci¨®n de sociedades y culturas y, como consecuencia de ello, las grandes migraciones. Si en la primera versi¨®n los zapatos eran el documento po¨¦tico que certificaba el desplazamiento, en la segunda versi¨®n, que realic¨¦ en 2009, eran cantos rodados de m¨¢rmol blanco que perpetuaban el tr¨¢nsito de los caminos. La tercera versi¨®n que presento en Arco 2025 es un conjunto de rostros de mujeres de distintos or¨ªgenes geogr¨¢ficos esculpidos en alabastro, que interact¨²an entre bloques de piedra sin tallar, que nos hablan de b¨²squeda y reconstrucci¨®n, de vida y de luz. Demos una oportunidad a su futuro¡±.
Liliana Porter
Artista multidisciplinar. Buenos Aires, 84 a?os. Particip¨® en 2015.
¡°El tema de aquella instalaci¨®n era ¡°el lector¡±, y consist¨ªa en una acumulaci¨®n de libros, diarios y revistas sobre los que se encontraban algunos figurines en lugares estrat¨¦gicos, sentados o parados. Estaban fuera de escala con respecto a los libros, pues eran mucho m¨¢s peque?os. Algunos de ellos eran lectores. Otros eran caminantes o viajeros. Sus presencias agigantaban los libros o inversamente reduc¨ªan la medida de los personajes. De un tiempo a esta parte, utilizo en mi obra una especie de elenco que consiste en objetos que descubro en mercados de pulgas o casas de antig¨¹edades. Nunca los modifico. Con ellos puedo construir lo que yo llamo situaciones, que me permiten plantear ideas o reflexiones sobre la condici¨®n humana¡±.
Cristina Iglesias
Escultora. San Sebasti¨¢n, 68 a?os. Particip¨® en 2016.
¡°El Pabell¨®n de los Sue?os (Elliptical Galaxy) fue una obra que exploraba el lenguaje, la memoria y la luz. Un espacio entre lo real y lo intangible, donde signos y sombras crean una estructura envolvente y habitable. Un laberinto suspendido, compuesto por 52 pantallas de celos¨ªa de hierro, que contienen un fragmento de Solaris (1961) de Stanislaw Lem, novela de ciencia ficci¨®n que describe un oc¨¦ano protoplasm¨¢tico capaz de leer el subconsciente y materializar los recuerdos. Aqu¨ª, las palabras se transforman en un jerogl¨ªfico visual y po¨¦tico. La luz p¨²rpura, un material esencial en la obra, proyecta sombras que la desdibujan y reconstruyen. Como en el expresionismo alem¨¢n, luz y sombra revelan emociones profundas, transformando la percepci¨®n del visitante en cada paso¡±.
Daniel Canogar
Artista visual. Madrid, 61 a?os. Particip¨® en la edici¨®n de 2017.
¡°Cuando EL PA?S me invit¨® a usar su espacio en la feria empec¨¦ a trabajar sobre dos ideas: Ten¨ªa que ser algo relacionado con el diario y las noticias y quise crear una obra algor¨ªtmica generativa en tiempo real, Ripple. Para m¨ª, fue un hito importante porque era una de mis primeros trabajos de este tipo. Era algo alineado con los tiempos algor¨ªtmicos, donde yo ten¨ªa poco control. El resultado respond¨ªa a los v¨ªdeos que la p¨¢gina web del diario iba introduciendo en sus ediciones. El resultado fue un tapiz digital que descend¨ªa por la pared renov¨¢ndose constantemente¡±.
Antoni Muntadas
Artista multidisciplinar. Barcelona, 83 a?os. Particip¨® en 2020.
¡°El proyecto se titul¨® Palabras y Juan Herreros se ocup¨® del dise?o arquitect¨®nico. Planteaba una reflexi¨®n sobre el lenguaje a trav¨¦s de la transformaci¨®n en im¨¢genes de algunos t¨¦rminos seleccionados, en referencia directa a los medios de comunicaci¨®n, como opini¨®n, objetividad, fake news, responsabilidad, pol¨ªtica, ideolog¨ªa, democracia¡ El procedimiento remit¨ªa a decisiones ontol¨®gicas, semiol¨®gicas, tipogr¨¢ficas y de traducci¨®n, presentando una descomposici¨®n visual del proceso de p¨¦rdida de significado. El uso y abuso de ciertos t¨¦rminos conduce a una degradaci¨®n de su valor social y comunicativo. La instalaci¨®n para EL PA?S se apropiaba de la tipograf¨ªa caracter¨ªstica del diario, cuyo logotipo forma parte del imaginario colectivo de los medios impresos en Espa?a desde su fundaci¨®n en 1976¡å.
Juan Usl¨¦
Pintor. Santander, 70 a?os. Particip¨® en 2021.
¡°Recuerdo que s¨®lo pensaba en el mar. El periodo del confinamiento hab¨ªa sido duro y sobre todo muy machac¨®n. Durante d¨ªas y d¨ªas con la misma cantinela deprimente y devastadora de las cifras. En el encierro, en Nueva York, pensaba sobre todo en la familia y en la imagen del mar, me ayudaba a respirar. Paso habitualmente mucho tiempo en el estudio, voluntariamente encerrado, pero esto era diferente, no soportaba la idea de otro estado de sitio, un confinamiento obligatorio adobado con inciertas cantinelas y el juego macabro impl¨ªcito, el baile diario de las cifras al que cada d¨ªa se somet¨ªa a los ciudadanos a trav¨¦s de la televisi¨®n. Durante el confinamiento, hab¨ªa salido y hecho muchas fotos de aquella ciudad fantasma cuyos comercios y escaparates hab¨ªan sido cubiertos con chapas de madera. Viv¨ªamos una pesadilla real, en un edificio vac¨ªo porque todos los vecinos hab¨ªan abandonado la ciudad. Solos, Vicky [la artista Victoria Civera] y yo sub¨ªamos a la terraza a dar vueltas como hamsters y de nuevo a pintar o de vuelta al juego macabro de los n¨²meros, de la televisi¨®n. Cuando por fin pudimos regresar a Espa?a, todo fue diferente. Cog¨ª un d¨ªa a mi nieta Saja y nos fuimos a hacer fotos del mar, andamos por lugares altos de la costa para contemplar y sentir la enorme masa l¨ªquida en libertad. Hice muchas fotos y en el proyecto del stand de EL PA?S mezcl¨¦ tres fotos del mar con tres cuadros grandes y otras fotos del confinamiento encerradas en vitrinas. Una por cada d¨ªa de confinamiento.¡±
Concha Jerez
Artista multidisciplinar. Las Palmas de Gran Canaria, 84 a?os. Particip¨® en 2022.
¡°Mi instalaci¨®n Men¨²(s) del d¨ªa presentaba en pantallas de plasma toda una serie de realidades que a diario ingerimos como si fuesen men¨²s del d¨ªa, sobre mesas cubiertas de espejos, con platos y vasos llenos de cristales rotos intervenidos. Proced¨ªan de las redes, de cuentas de instagrammers, tiktokers, youtubers y programas de televisi¨®n de ni?os que cantan, como La Voz Kids, espacios televisivos de fomento de los juegos de apuestas y de programas del coraz¨®n, incluida La isla de las tentaciones¡±.