La arquitectura del v¨¦rtigo
El edificio residencial m¨¢s alto de Espa?a roza su altura m¨¢xima en Benidorm
La edificaci¨®n en vertical de la ciudad de Benidorm est¨¢ a punto de alcanzar un nuevo hito, que trasciende las fronteras valencianas. La estructura de las torre gemelas Intempo est¨¢ ya en el forjado de la altura 54, a uno y a pocos metros de llegar a la cima, situada en los 180 metros de altura sobre el suelo desde el que emerge. Ser¨¢ el edificio residencial m¨¢s alto de Espa?a. Los de Cajamadrid, la Torre de Cristal, la de Sacyr Vallermoso y Torre Espacio de Madrid, que son m¨¢s altos y est¨¢n en la capital espa?ola, son de oficinas.
El Intempo se a?adir¨¢ ahora al Gran Hotel Bali, de 186 metros, el edificio hotelero con mayor altura de la pen¨ªnsula. Junto con la Torre Lugano (158 metros), conformar¨¢ en el sky line de Benidorm un paisaje con tres de los 10 rascacielos m¨¢s altos de Espa?a. La capital tur¨ªstica valenciana confirma su hegemon¨ªa en este tipo de arquitectura, con 23 de los 100 edificios m¨¢s altos de Espa?a.
Conseguir llegar hasta la altura m¨¢xima del Intempo no es cualquier cosa. Las cifras de este edificio, como el paisaje que desde all¨ª se divisa, dan v¨¦rtigo. Aquello es como una peque?a ciudad donde ahora trabajan unos 120 operarios, 23 de los cuales llevan all¨ª seis a?os, metidos entre los encofrados de su estructura, trabajando con arn¨¦s en seg¨²n qu¨¦ condiciones. El resto son empleados de la quincena de empresas subcontratistas que se emplean en alguna de sus 269 viviendas.
Subir hasta arriba en uno de los dos montacargas es cuesti¨®n de cinco minutos. El ascenso ya da una idea de lo que espera. Durante la subida se nota un considerable descenso t¨¦rmico. El elevador sirve para los obreros y el material que puede transportarse a mano. Del resto se encargan dos gr¨²as, una para cada bloque, que puede levantar hasta 6.000 kilos. Con ellas se han llevado al sitio unos 17.000 metros c¨²bicos de hormig¨®n o tres millones de kilos de hierro. Y en dos semanas culminar¨¢ la estructura.
Benidorm alberga
Su responsable ha sido Julio Fern¨¢ndez, con 25 a?os de experiencia. El trabajo es paciente. Subir el material con la gr¨²a desde el suelo hasta la planta 55 cuesta m¨¢s de ocho minutos. Pero sus operarios se han adaptado. "Vas subiendo planta por planta y parece que siempre est¨¦s en el mismo sitio, ni sientes v¨¦rtigo, ni peligro, ni nada especial", nos dice. Son empleados mileuristas de la empresa Kronos, que asumi¨® la conclusi¨®n de la estructura con los mismos empleados tras quebrar la anterior contratista. "Es lo que hay", lamenta Julio tras recordar que hace unos a?os cobraba el doble por el mismo trabajo.
Milagrosamente, en la construcci¨®n de una estructura como el Intempo no ha habido un solo accidente laboral relevante. "Hemos tenido suerte", asegura el jefe de obras de Konos, David Mart¨ªnez, que se enfrent¨® a una obra de gran complejidad t¨¦cnica como es la uni¨®n de las dos torres con una especie de cono habitable que tiene una parte met¨¢lica y otra de hormig¨®n.
El Intempo, dise?ado por el despacho P¨¦rez Guerras, Ingenieros y Arquitectos Asociados, parti¨® con un presupuesto de 34 millones de euros, pero con toda probabilidad superar¨¢ los 50 millones. Una de las directoras facultativas de la obra, M? Carmen Bellvert, asegura que "afinar en un proyecto as¨ª es muy dif¨ªcil porque la cantidad de contratiempos es impredecible y la forma de muro cortina para la fachada no es habitual en Espa?a y requiere de muchos detalles constructivos".
La fachada, de hecho, requiri¨® de un proyecto espec¨ªfico que tuvo que ser sometido incluso al t¨²nel del viento, en Madrid. Una maqueta recre¨® el edificio, los bloques adyacentes y los accidentes geogr¨¢ficos naturales del interior de Benidorm. La conclusi¨®n es que la torre tuvo un buen comportamiento frente al viento, aunque fue sorprendente comprobar como el cono que une ambos bloques lo succiona.
En la construcci¨®n
El viento no es una cuesti¨®n menor para trabajar en altura. Cuando las rachas superan los 60 kil¨®metros por hora las gr¨²as y los montacargas no pueden funcionar por seguridad, as¨ª que para poder seguir y no parar la obra tienen que quedarse trabajos por hacer en las plantas bajas. Antonio S¨¢nchez, de la constructora Hilo Urbana, confirma que han llegado a estar una semana entera sin funcionar con normalidad por el viento "y cada jornada que se pierde por estas contingencias nos cuesta 6.000 euros".
Tampoco es f¨¢cil organizar el trabajo de tantas personas en decenas de plantas. Los montacargas disponen de un planillo de horarios por empresas para subir el material necesario con dos d¨ªas de previsi¨®n, hay camillas de evacuaci¨®n, botiquines y extintores y una planta t¨¦cnica de 1,80 metros de altura cada 10 plantas de viviendas, que dispone de un dep¨®sito de agua para incendios.
La obra parti¨® con 34 millones
Otro de los aspectos llamativos es que en un mundo en el que la mayor¨ªa de los trabajos recaen en hombres, dos arquitectas t¨¦cnicas se han turnado en la direcci¨®n de ejecuci¨®n de la obra, la encargada del proyecto por parte del arquitecto tambi¨¦n es mujer, como la responsable del proyecto del muro cortina, la gerente de la empresa estructurista y las dos f¨¦minas de la empresa de gesti¨®n.
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