Sin carreteras secundarias

Eugenio Reyes no es un hombre al que le apasione la moda. No es consumidor compulsivo de la informaci¨®n sobre las tendencias. Ni espectador asiduo de pasarelas. No, no es persona habitual de los front-rows ni de su aflictiva banalidad. No luce gafas de sol sobredimensionadas, ni aletea su smartphone de forma procaz. Sus tics son m¨¢s peculiares. Eugenio Reyes tiene una par¨¢lisis cerebral. Estaba condenado a ser mero concurrente en la indistinci¨®n de las gradas. All¨¢ donde los focos no llegan. Pero se rebel¨®. Primer asalto. Eugenio quer¨ªa montar una pasarela de moda para evidenciar lo velado. ¡°Es lo m¨¢s medi¨¢tico¡±. Cierto es, la hegemon¨ªa de la moda resiste en todos los medios. Llam¨® a algunas puertas: ¡°A muchas, se me rompi¨® la mano de tanto repiquetear¡±. Glups.

No fue todo: hizo algunos buenos amigos. ¡°Francis Montesinos ha estado ah¨ª desde el principio. ?l es el verdadero motor de este proyecto¡±. Otros patrones, otros modelos eran posibles, como una revisi¨®n al alza y un replanteamiento de los mismos. ¡°Aunque da un poco de miedo lo grande que se est¨¢ haciendo¡±. Acto seguido se enfunda una chaqueta de incuestionable estampado Montesinos y se lanza con paso medido, pero conocedor, al escenario. El foco a ¨¦l. Esta es la historia.

La gram¨¢tica actual de la moda y la solidaridad coinciden de nuevo en la Pasarela Alma, organizada por la Fundaci¨®n Aixec, que se celebr¨® en la ma?ana del domingo en el teatro Principal de Valencia con el fin de mostrar que las personas con par¨¢lisis cerebral son ¡°ciudadanos de primera¡± y abogar por el reconocimiento de sus derechos. Es para esta fundaci¨®n, perteneciente a Cruz Roja, un escenario reivindicativo de primer orden, donde mostrar la presencia y la capacidad de las personas con par¨¢lisis cerebral a trav¨¦s de su participaci¨®n en la Pasarela, tanto en el desfile de moda como en el montaje esc¨¦nico.

La Pasarela Alma es un escenario reivindicativo de primer orden donde mostrar su capacidad

Una presentadora king-size de letras tomar, Maruja Torres, que lo ten¨ªa bien claro: ¡°En estos tiempos tan oscuros, o caminamos todos juntos de la mano o no saldremos de esta¡±. El p¨²blico, que abarrota el teatro, aplaude al accionarse ese mecanismo antiguo, ¨²ltimamente en bastante desuso, que es la esperanza. ¡°La vida es un viaje donde no pueden existir carreteras secundarias. Nadie es secundario¡±. Tras la presentadora en pleno paroxismo solidario, y altamente contagioso, lo que es de agradecer con la-que-est¨¢-cayendo, el grupo esc¨¦nico de Aixec realiza una coreograf¨ªa de esas que golpean a las conciencias. Bien hecho. Mejor resuelta.

Llega el turno de los dise?adores. La moda como otra cosa. S¨ª, s¨ª, cr¨¦anme. Dolores Cort¨¦s y su ba?o. Alejandro S¨¢ez y su punto. La simplicidad nude de Tonuca. El regreso en negro de Zambrano. La excentricidad de Carlos Haro. El buen patronaje de Jaime Piquer. El sat¨¦n duchesse de Paco Fortea. El clasicismo de Momp¨®. La frescura actual de Drago Krasimirov. Mikel Suay y su ceremonia para hombres. La costura gentil de Valent¨ªn Herraiz. Los total black de Noelia Navarro. La piel de Higinio Mateu. El (no) naif de Siglo Cero. Y el cierre integrado, con cuatro modelos con discapacidad, de Francis Montesinos.