El Ivex tendr¨¢ que pagar 1,8 millones a un banco por estafa
El Supremo considera al organismo responsable subsidiario del delito de su exdirector Jos¨¦ Mar¨ªa Tabares, que estuvo al frente del Ivex, fue condenado por estafa y falsedad
Las maltrechas arcas de la Generalitat recibieron ayer una mala noticia que viene de lejos. El Tribunal Supremo conden¨® al Instituto Valenciano de la Exportaci¨®n (Ivex), dependiente del Gobierno auton¨®mico, a hacer frente a una indemnizaci¨®n de 1,8 millones de euros a favor de la entidad belga KBC Bank. El motivo: la estafa cometida en los a?os noventa por el exdirector del Ivex Jos¨¦ Mar¨ªa Tabares contra distintos bancos internacionales. El Supremo considera, al contrario de lo que dict¨® en su d¨ªa la Audiencia de Valencia, que el organismo p¨²blico es responsable civil subsidiario de los desmanes de su exdirector y pr¨®fugo de la justicia.
El caso Ivex fue uno de los principales culebrones jur¨ªdicos de la pasada d¨¦cada en Valencia. Tabares represent¨® el papel principal. Nombrado director por el expresidente Eduardo Zaplana, el directivo dimiti¨® poco antes de que se estallara el esc¨¢ndalo. Fue denunciado por sus sucesores en el instituto por haber estafado cerca de seis millones de euros en una oscura operaci¨®n de descuento de letras de cambio que ten¨ªan como origen, formalmente, facilitar la exportaci¨®n de veh¨ªculos Ford a T¨²nez. Tabares fue condenado junto a un socio franc¨¦s a cinco a?os de c¨¢rcel y a una millonaria multa en el a?o 2006.
Recurri¨® la sentencia en todas las instancias posibles. Tuvo que declarar por otros desmanes en los que incurri¨® su instituto, como el contrato con el cantante Julio Iglesias. Y cuando vio que su entrada en prisi¨®n era inevitable, desapareci¨®. Distintas informaciones apuntaron repetidamente a que viv¨ªa en Jap¨®n, un pa¨ªs que no cuenta con tratado de extradici¨®n con Espa?a.
Desde la ¨¦poca de Zaplana y la temprana denuncia contra su exempleado, la Generalitat insisti¨® en que Tabares enga?¨®, entre otros, al propio Ivex, y que por tanto no exist¨ªa responsabilidad alguna del instituto ni del Gobierno aut¨®nomico. El argumento fue acogido por el juzgado y por la Audiencia de Valencia, que resolvieron que no proced¨ªa declarar al instituto responsable civil subsidiario, dado que era desconocedor de las maniobras de su director y no se hab¨ªa acreditado que el organismo sacara provecho de los efectos del delito.
El Supremo enmienda ahora esa tesis al establecer que el hecho de que Tabares ¡°se excediera de sus atribuciones no exime la responsabilidad civil del Ivex¡±; basta ¡°la relaci¨®n objetiva de dependencia entre el ente y su empleado autor de la acci¨®n delictiva para poner en manos del perjudicado la garant¨ªa que supone poder cobrar del primero en defecto de la garant¨ªa patrimonial del segundo¡±, seg¨²n resumi¨® el Supremo en una nota de prensa.
La sentencia que conden¨® a Tabares y a su socio Luc Marie Lagier indic¨® que ambos acordaron un sistema por el cual las sociedades tunecinas del empresario franc¨¦s vend¨ªan productos al Ivex que posteriormente deb¨ªa revend¨¦rselas a las firmas que el comerciante galo ten¨ªa en Europa. El Ivex, sin embargo, nunca cobr¨®. Para tapar el agujero, Tabares emiti¨® a nombre del instituto m¨¢s de 30 letras de cambio que fueron presentadas a descuento ante los bancos. Las letras, que tampoco se pagaron, no generaron desconfianza al estar avaladas por el Ivex.
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