Fin de la violencia y memoria sobre el tapete
Zubero: "El autentico relato es el de las v¨ªctimas" Innerarity: "Les ser¨¢ dif¨ªcil reconocer el da?o causado"
Tras el cese de la violencia de ETA se est¨¢ configurando un nuevo panorama pol¨ªtico en Euskadi. Imanol Zubero y Daniel Innerarity, profesores de Sociolog¨ªa y de Filosof¨ªa Pol¨ªtica, lo analizan.
Pregunta. Qu¨¦ situaci¨®n vive Euskadi a los cuatro meses del anuncio de ETA y con la estrategia de la izquierda abertzale centrando todo el protagonismo en los presos etarras con el eslogan de ¡°Paz por presos¡±.
Daniel Innenarity. Hemos pasado de una situaci¨®n en la cual la sociedad vasca ten¨ªa un problema con ETA a que, ahora mismo, ETA tiene el problema de c¨®mo cierra este periodo de su historia. Qu¨¦ hace y que pasos tiene que dar para facilitar que su gente se integre a la sociedad civil. Ellos, en el fondo, saben que tienen un lio conceptual de explicaci¨®n de ?por qu¨¦ han parado, y no lo hicieron antes? Y ?c¨®mo justifican su pasado violento? Al mismo tiempo, el problema solo se puede desatascar con algo que para ellos va a ser muy dif¨ªcil de aceptar, el reconocimiento del da?o causado.
Imanol Zubero. Coincido en que el problema en este momento se ha desplazado. No s¨¦ si ETA tiene un problema, pero s¨ª lo tiene la izquierda abertzale (IA). La sociedad vasca est¨¢ viviendo, casi, como si ETA nunca hubiera existido. De pronto estamos en otra situaci¨®n; ETA ya no existe y no impacta sobre nuestra existencia y por tanto vivimos con mucha m¨¢s normalidad, y quien est¨¢ viviendo con tensi¨®n, es la IA. Al margen del tema de los presos, no estoy viendo en el mundo abertzale, ¡ªni electoralmente hablando, ni en cuanto a movilizaci¨®n, ni a su reivindicaci¨®n¡ª, lo que no hayamos visto en otros momentos cuando ETA exist¨ªa. Lo que s¨ª est¨¢ haciendo, es modular muy bien los nuevos tiempos, por ejemplo con el llamamiento que han hecho ahora a que no haya kale borroka. Ellos tienen el problema, pero creo que lo est¨¢n abordando bien. Est¨¢n buscando una forma de gestionarlo razonablemente. No es comparable el problema que nosotros ten¨ªamos con ETA con el que tienen ellos ahora sin ETA.
Imanol Zubero
(Bilbao, 1961) es doctor en Sociolog¨ªa y profesor titular en la UPV. Autor de numerosos art¨ªculos y libros sobre sindicalismo, nuevas tecnolog¨ªas de la informaci¨®n, movimientos sociales, o violencia pol¨ªtica en Euskadi. Fue uno de los fundadores y promotores de Gesto por la Paz. Senador del PSE-EE por Bizkaia en 2008,. Tras acabar la legislatura se ha reintegrado a la UPV.
P. Pero por otro lado no se avanza. En ETA no se avanza. Ah¨ª est¨¢n las detenciones de etarras armados.
I. Z. Ha habido un tiempo en la historia en que ETA era un problema cuantitativo y cualitativo. En que ETA mataba mucho, aterrorizaba y contaba, adem¨¢s, con un entorno que alentaba mucho, que daba ox¨ªgeno, que justificaba y utilizaba esa violencia. Pero ETA dej¨® de ser un problema cuantitativo hace mucho tiempo, y sigue sin serlo. ETA ya no mata. ?Pueden volver a reproducirse fen¨®menos de violencia f¨ªsicas, de kale borroka, incluso de asesinato?, pues tal vez. Pero en t¨¦rminos cuantitativos va ser insignificante. Lo que s¨ª se ha roto es la vinculaci¨®n, la relaci¨®n cualitativa entre el accionar de ETA y todo ese mundo de la pol¨ªtica abertzale. Eso se ha roto y la IA ha tomado la decisi¨®n de romper.
D. I. Pasa de ser un agobio a un problema mucho m¨¢s localizado. Para modular el optimismo y el pesimismo que podamos tener, siempre es bueno recordar de d¨®nde ven¨ªamos. Aqu¨ª, hay un coche que ha parado bruscamente, est¨¢ dando bandazos y ha derrapado. Hay gente que no llevaba cintur¨®n de seguridad y se ha pegado una leche contra el cristal, y los espectadores que estamos fuera, todav¨ªa, nos tenemos que hacer a la idea. Pero es bueno recordar que, no hace mucho tiempo, aqu¨ª viv¨ªamos una situaci¨®n insoportable. Por otro lado, dentro de esos movimientos hay gente que se tiene que reposicionar con rapidez. Desde el punto de vista ideol¨®gico, a la IA la veo muy floja en cuanto a discurso, mensaje, a la reflexi¨®n interna que le permita dar ciertos pasos que van a ser para ellos dif¨ªciles. Y al mismo tiempo, tambi¨¦n, entiendo que tiene que haber unos ritmos, porque dentro de esas sinergias que ha habido en el frenazo brusco del veh¨ªculo habr¨¢ gente que no este del todo de acuerdo, que no lo haya asimilado, o que tenga otro tipo de tentaciones.
Daniel Innerarity
(Bilbao, 1959) es catedr¨¢tico de Filosof¨ªa Pol¨ªtica y Social, investigador de Ikerbasque en la UPV y director del Instituto de Gobernanza Democr¨¢tica de San Sebasti¨¢n. Doctor en Filosof¨ªa, ampli¨® sus estudios en Alemania, Suiza, Italia y Francia. Ha sido profesor invitado de diversas universidades europeas y americanas, y autor de varios libros y colaboraciones.
P. Al margen del tema de los presos, ?hay alg¨²n otro discurso en la IA?
I. Z. ?Hombre! Est¨¢n gestionando Gipuzkoa, un mont¨®n de ayuntamientos¡ ?Algo hay, sin duda! Es decir, creo que ha habido un cambio muy importante. Ya veremos si eso se va capitalizando dentro de la IA. Seguramente de todas las fuerzas pol¨ªticas que hay en el espacio electoral y pol¨ªtico vasco la que m¨¢s ha cambiado y est¨¢ cambiando, es la IA. Otra cosa es el ¨¦xito que tenga.
D. I. Es la que m¨¢s ten¨ªa que cambiar, tambi¨¦n.
P. ?Y en qu¨¦ ha cambiado?, ?en el aprendizaje democr¨¢tico con su participaci¨®n en la pol¨ªtica institucional?
D. I. Las instituciones modelan a la gente. Tenemos reciente la muerte de Fraga, o sea, lo que ha sido la evoluci¨®n del propio franquismo. Tambi¨¦n, tiene que ver con que t¨² entras en una instituci¨®n y esta te va haciendo a ti mismo. Hay fen¨®menos, incluso a veces, hasta de aprendizaje y de aceptaci¨®n a la nueva situaci¨®n que en el caso de la IA tienen, incluso, hasta aspectos pat¨¦ticos. Por ejemplo, pienso en la visita de Errekondo al Rey, y el mensaje al Rey para que se implicara en el conflicto con lo que eso supone de concepci¨®n del Estado preconstitucional. O, la carrera hac¨ªa Ajuria Enea en la que probablemente la IA este ya dando los primeros pasos, cuando hasta hace muy poco era una instituci¨®n que para ellos simbolizaba la partici¨®n del pa¨ªs. No son pasos de poca importancia.
P. Desde el cese de ETA parece que a nuestra sociedad se le ha inoculado el virus de la amnesia. Se intenta imponer una pol¨ªtica exculpatoria de la violencia y se habla del pasado afirmando que aqu¨ª hubo una guerra entre dos bandos. Muchos, desean pasar p¨¢gina r¨¢pidamente. Pero antes habr¨¢ que leerla como afirma el escritor Ramiro Pinilla, y habr¨¢ que recordar lo que ocurri¨®, y el dolor de las v¨ªctimas¡ ?Qui¨¦n deber¨ªa escribir sobre ese pasado?, ?Qui¨¦n se responsabilizar¨¢ del llamado relato?
I. Z. A m¨ª de verdad es un tema que no me preocupa, lo digo sinceramente. Hay relato, y tal vez la paradoja es que lo hemos tenido desde hace muchos a?os y no le hemos dado la importancia que deb¨ªamos darle. Ahora nos preocupamos por ¨¦l. Existe un relato y es el de las v¨ªctimas que vienen haci¨¦ndolo desde hace muchos a?os, y al que hemos hecho muy poco caso. El relato potente es ese y no sirve para otra cosa. Lo hemos tenido siempre y lo tenemos con las propias v¨ªctimas, y por ser recogido por cantidad de publicaciones, de libros, de entrevistas, de documentales. Otra cosa es, ?qu¨¦ podemos hacer con ese relato? Hay gente que est¨¢ lamentando que no tengamos una especie como de relato desvelador que sea tan inmediatamente operativo, que permita casi desmontar todo aquello que no nos gusta de lo que est¨¢ pasando en este pa¨ªs. No, ese relato no lo vamos a tener. Luego, lo que nos queda es el relato personal. Me gusta mucho uno de los poemas de Xabier Lete el que dedica a Imanol Larzabal a ra¨ªz de su muerte, y que dice al final: "yo que cre¨ª que hac¨ªa cosas, pero perdona nuestra falta de piedad". Al final, cada uno tendr¨¢ que negociar su propio relato. Volvamos al relato autentico que es el de las v¨ªctimas.
D. I. En el terreno privado de las relaciones privadas, familiares, de la cuadrilla, de los barrios y de los pueblos es muy limitada la capacidad de impedir que nosotros privadamente mantengamos una versi¨®n de lo sucedido, que en algunos casos puede ser absolutamente falsa, incluso rid¨ªcula. Ah¨ª, los poderes p¨²blicos pueden incidir relativamente poco. Recuerdo haberle o¨ªdo a mi abuela hablar de la batalla de Montejurra y de los cuatro carlistas que consiguieron vencer al ej¨¦rcito liberal porque Dios providente envi¨® una tormenta y se enfangaron en un barrizal. ?Hasta que punto todo esto corresponde con la historia? Hay otro plano diferente que es el de la opini¨®n p¨²blica, que me parece el m¨¢s importante en estos momentos. En el cual, los medios de comunicaci¨®n tienen y han tenido mucha importancia. Si recopilamos todos los escritos que se han publicado en estos diez ¨²ltimos a?os en Euskadi sobre el tema, con eso hacemos un Tratado de memoria colectiva vasca, donde el 99% estar¨ªamos en un consenso bastante b¨¢sico. Creo que esa es la batalla que ahora mismo tiene una cierta urgencia y entiendo quien tenga responsabilidad pol¨ªtica est¨¦ preocupado por eso. Y hay una tercera batalla que es la de los historiadores y que es una batalla absolutamente ganada.
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