Quiero ser Rodr¨ªguez Ibarra
El expresidente se prejubil¨® con el sueldo ¨ªntegro, un 30% m¨¢s de lo que cobran sus colegas catalanes
?No teman, no he bebido m¨¢s de la cuenta, ni me he fumado nada, ni sufro ning¨²n trastorno de personalidad, ni pretendo provocar a los amables lectores. La afirmaci¨®n que encabeza este art¨ªculo va completamente en serio, y no significa que envidie la trayectoria pol¨ªtica, ni la filiaci¨®n, ni las ideas de don Juan Carlos Rodr¨ªguez Ibarra. Lo ¨²nico que envidio ¡ªet pour cause¡ª es su estatus laboral.
Ver¨¢n: seg¨²n inform¨® un diario de Madrid ¡ªsin que nadie lo haya desmentido ni enmendado¡ª, tras haber sido durante 24 a?os (de 1983 a 2007) presidente de la Junta de Extremadura, el se?or Rodr¨ªguez Ibarra decidi¨® reincorporarse a la docencia universitaria. Una tarea que hab¨ªa ejercido muy brevemente en sus mocedades pues, contratado como penene por la Escuela de Formaci¨®n del Profesorado de Badajoz en 1974, tres a?os despu¨¦s obten¨ªa un esca?o en el Congreso y, por tanto, comenzaba a gozar de una serie de excedencias por cargo pol¨ªtico que se suceder¨ªan unas a otras hasta julio de 2007.
Reincorporado, pues, a lo que entretanto se hab¨ªa convertido en una plaza de profesor titular de escuela universitaria en la Facultad de Educaci¨®n de la Universidad de Extremadura (UEX), don Juan Carlos dispuso de un semestre entero para ponerse al d¨ªa, sin impartir una sola clase, hasta que empez¨® a hacerlo en enero de 2008, en las materias de Introducci¨®n a la Ling¨¹¨ªstica y An¨¢lisis del Discurso Period¨ªstico Espa?ol, se ignora con qu¨¦ cifras de alumnos. Su magisterio, en todo caso, iba a ser ef¨ªmero ¡ªapenas un curso y medio¡ª, ya que en septiembre de 2009 solicit¨® y obtuvo la prejubilaci¨®n nueve a?os antes de la edad legalmente establecida para ello, que est¨¢ en los 70 a?os.
Don Juan Carlos dispuso de un semestre entero para ponerse al d¨ªa, sin impartir una sola clase
A esta breve sinopsis deben a?ad¨ªrsele algunos detalles nada balad¨ªes. Uno, que el expresidente se prejubil¨® con el sueldo ¨ªntegro y que el de los profesores de la UEX es, como promedio, de 4.200 euros al mes; o sea, un 30% m¨¢s de lo que cobran sus colegas catalanes, incluso con categor¨ªa superior, 35 a?os de antig¨¹edad y todos los trienios y sexenios posibles. ?Qui¨¦n fuera extreme?o! Dos, que la jubilaci¨®n de Rodr¨ªguez Ibarra ¡ªy de otros 69 compa?eros de claustro¡ª fue ¡°incentivada¡±, de modo que, adem¨¢s del sueldo, perciben una prima o complemento que puede llegar a ser de 18.615 euros al a?o hasta que, cumplidos los 70, pasen a cobrar la pensi¨®n m¨¢xima. Tres, que el marco jur¨ªdico bajo el que se ampara semejante chollo ¡ªo sea, el convenio entre la Consejer¨ªa de Educaci¨®n de la Junta y la Universidad de Extremadura¡ª fue aprobado (con una previsi¨®n presupuestaria de 14,5 millones de euros) y rubricado por el Gobierno extreme?o en abril-mayo de 2007, todav¨ªa bajo la presidencia de un Rodr¨ªguez Ibarra a punto de cesar en el cargo. Y cuatro, que esas doradas prejubilaciones solo se convocaron en 2008 y en 2009, siendo el exmandatario uno de los ¨²ltimos en haberse podido acoger a ellas gracias a que ya ten¨ªa 61 a?os. ?Menuda suerte y menuda punter¨ªa!
As¨ª las cosas, al margen de las irregularidades que el Tribunal de Cuentas parece haber detectado en ese plan de jubilaciones tan generoso como exclusivo, por encima del agravio comparativo para miles de docentes que decuplican los a?os de ejercicio del profesor Ibarra pero jam¨¢s se podr¨¢n jubilar en sus mismas condiciones, lo que resulta m¨¢s escandaloso es el contraste entre el discurso y la conducta. Juan Carlos Rodr¨ªguez Ibarra, el palad¨ªn del ¡°meridionalismo¡± socialista, aquel que se pas¨® un cuarto de siglo cultivando los complejos de inferioridad de sus paisanos para traducirlos en votos, el abogado integ¨¦rrimo de la igualdad entre todos los espa?oles, el cr¨ªtico despiadado de las ¡°comunidades ricas¡± (Catalu?a y Euskadi, mayormente) con sus ¡°privilegios¡± y sus superfluos ¡°gastos identitarios¡±, el que reclamaba sin descanso transferencias de renta hacia Extremadura en nombre de la solidaridad, ha acabado por concluir que la solidaridad bien entendida empieza por uno mismo.
Joan B. Culla i Clar¨¤ es historiador.
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