Devolvamos las competencias
"Habr¨ªa que tomarse muy en serio la propuesta de los galenos y considerar la conveniencia de suspender el Estatuto e instar la tutela y administraci¨®n estatal de la autonom¨ªa"
Rosa Fuster, la presidenta del Colegio de M¨¦dicos de Valencia, expresando el sentir de la mayor parte de los colegiados, ha pedido que se le devuelvan al Estado las competencias en esta materia. Es la respuesta corporativa a los crecientes recortes econ¨®micos y desajustes que est¨¢n deteriorando la asistencia a los pacientes, ¡°especialmente a los m¨¢s desfavorecidos¡±, como no pod¨ªa ser de otro modo. Los farmac¨¦uticos, enfermeros, docentes y proveedores de toda laya de la Generalitat est¨¢n asimismo agobiados o decididamente arruinados por la insolvencia de las finanzas auton¨®micas, con el agravante de que tampoco se atisba una soluci¨®n a esta quiebra. En tales circunstancias habr¨ªa que tomarse muy en serio la propuesta de los galenos y considerar la conveniencia de suspender el Estatuto e instar la tutela y administraci¨®n estatal de la autonom¨ªa.
La opci¨®n puede parecer dura y mortificante, pero tambi¨¦n es sin duda alguna pertinente debido al rotundo fracaso de las sucesivas y concatenadas administraciones auton¨®micas del PP, desde 1995, caracterizadas por los despilfarros y la corrupci¨®n que nos han abocado a este aflictivo trance. En todo caso, se tratar¨ªa de una soluci¨®n provisional, vigente tan solo hasta que se recompusiera el erario y el partido del gobierno dom¨¦stico cribase los chorizos de sus huestes. O sea, una provisionalidad muy a la espa?ola. Adem¨¢s, para mantener la memoria institucional del autogobierno que pudo ser y no herir demasiado los sentimientos, se mantendr¨ªa el organigrama gubernamental, con su molt honorable presidencia, consejeros, diputados y habitual parip¨¦, solo que indotados de recursos para gastar e invertir, m¨¢s all¨¢ del dinero de bolsillo. En realidad, tal cual est¨¢ aconteciendo ahora mismo, como delata la fronda insurgente de los acreedores y la ausencia casi total de iniciativas p¨²blicas por falta de medios.
Puede arg¨¹irse que una gobernanza de esta guisa conlleva un fraude a la voluntad de los electores, pero no es as¨ª a poco que se reflexione. El gobierno y el poder seguir¨ªa residiendo en el partido que ha venido eligiendo la mayor¨ªa de los votantes valencianos: el PP, solo que las decisiones se polarizar¨ªan en Madrid, como era tradici¨®n. Al fin al cabo, no nos enga?emos, el autonomismo de la derecha valenciana nunca trascendi¨® del regionalismo bien entendido y ¨²nicamente se ha aplicado con m¨¢s inter¨¦s a la autonom¨ªa cuando descubri¨® en ella un vivero de aprovechamientos personales. O sea, un bot¨ªn. Una actitud censurable, obviamente, pero muy acorde a nuestro entender con la cala?a moral y c¨ªvica de gran parte del pa¨ªs, tan laxa como c¨®mplice. ?O es que acaso la desventura de los valencianos es imputable ¨²nicamente a un pu?ado de saqueadores y a la ineficiencia judicial? Unas dosis de autocr¨ªtica son muy aconsejables.
Un episodio como el que describimos tiene tambi¨¦n otras ventajas, m¨¢s all¨¢ de rescatarnos de la quiebra. Por lo pronto, el Consell en pleno, con su presidente a la cabeza, quedar¨ªa relevado de dar cuenta de su gesti¨®n, un deber que, por otra parte, se han pasado por el arco muy a menudo y por m¨¢s que se le haya requerido. Adem¨¢s, y en su conjunto, disimular¨ªan su flagrante incompetencia. En adelante y m¨¢s que nunca Madrid cargar¨ªa con el mochuelo. Y como el tutelaje ir¨ªa para largo, con el tiempo es posible que la izquierda del Pa¨ªs Valenciano ahormase por fin una alternativa de gobierno. Puestos a imaginar, no nos privemos de nada.
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