La Tierra ya tiene biograf¨ªa
El Museo de Ciencias Naturales completa su recorrido con la exposici¨®n ¡®Planeta Vida¡¯, un repaso a la historia del mundo desde el ¡®big bang¡¯ hasta la hominizaci¨®n


En 2011 el Museo de Ciencias Naturales de Barcelona abri¨® una nueva sede en el edificio triangular del F¨®rum y el viejo museo que naci¨® en el parque de la Ciutadella pas¨® a llamarse Museu Blau, por el caracter¨ªstico color azul ultramar del edificio de Herzog & Meuron. Pero abri¨® de forma incompleta, ya que solo se pod¨ªa visitar parte de sus 9.000 metros cuadrados, en el que se expon¨ªa unas 4.500 piezas de su rico patrimonio natural, formado por rocas, minerales, meteoritos, animales, f¨®siles, hierbas, microorganismos y hongos.
Un a?o despu¨¦s el museo inaugura su segunda gran exposici¨®n de referencia: Planeta Vida, que completa su discurso museogr¨¢fico y en la que explica la evoluci¨®n de la Tierra, desde el big bang hasta la aparici¨®n del hombre. Trabajo arduo, si tenemos en cuenta que se trata de condensar en unos metros los miles de millones de a?os que se calcula que tiene de historia nuestro planeta.
Rocas, minerales y f¨®siles permiten recorrer la larga historia del planeta
El punto de partida es la teor¨ªa Gaia, desarrollada por James Lovelock y en la que defiende que Gaia, Gea, Pachamama o la Madre Tierra, tal como han llamado las diferentes culturas a la Tierra, es un planeta viviente en el que todo funciona como un superorganismo que modifica su composici¨®n interna para asegurar su supervivencia. La teor¨ªa no est¨¢ aceptada por todos, tal como reconoce Anna Omedes, directora del museo: ¡°Es arriesgada y criticada por algunos como lo fue Darwin con la suya de la evoluci¨®n, pero tambi¨¦n lo son las vitrinas desordenadas de la exposici¨®n La Tierra hoy¡±, en referencia a c¨®mo se muestran las especies en su centro; no por familias, sino por conceptos, como el tipo de alimentaci¨®n, forma de las alas o las estrategias para sobrevivir de las diferentes especies. ¡°Y han gustado mucho¡±, remacha.
Tras contemplar en primera persona la explosi¨®n del universo y c¨®mo ha cambiado la imagen de la Tierra en apenas segundos, el visitante se sumerge en este viaje en el que el edificio de Herzog se convierte en un aliado ¨²nico. Su aspecto tel¨²rico, potenciado por la poca luz y el sonido del agua y de diferentes animales nos transporta al interior de la Tierra y sus diferentes etapas: Arquea, Proterozoico, Paleozoico, Mesozoico y Cenozoico, periodos en los que se formaron los continentes, los r¨ªos y las cordilleras y en los que aparecieron los seres vivos que, con el tiempo, fueron evolucionando, casi siempre reduciendo su tama?o. Aunque la mayor¨ªa, por suerte, acabaron desapareciendo. Como el Ophthalmosaurus, un enorme y voraz pez que ten¨ªa unos ojos de 23 cent¨ªmetros de di¨¢metro protegidos por placas ¨®seas, o el Aepyornis, tambi¨¦n llamada ave elefante, que pon¨ªa huevos como el que se expone de 50 cent¨ªmetros y que vivi¨® en Madagascar hasta el siglo XVII. Junto a los animales, se exponen media docena de grandes proyecciones y restos encapsulados de rocas, f¨®siles, minerales, lava y meteoritos, por lo que esta nueva zona se potencia para convertirse en el para¨ªso de los amantes del reino mineral.

El recorrido se completa con seis islas de ciencia que explican temas espec¨ªficos como la clasificaci¨®n, la evoluci¨®n de las especies, el Mediterr¨¢neo y el comportamiento animal, en el que se explica c¨®mo se aparean, o se relacionan los animales, y en el que se asegura que el m¨¢ximo de amigos que los humanos somos capaces de soportar es 150, algo que los millones de usuarios de las redes sociales no deben de conocer.
Muchas m¨¢s son las personas que han visitado el museo en el periodo de tiempo que lleva abierto: 152.000 (el 60% familiar), seg¨²n explic¨® Omedes, contenta de la respuesta de los vecinos de Sant Mart¨ª, que alcanzan el 30% de las visitas.
Ayer tambi¨¦n se visualiz¨® el acuerdo entre la Generalitat y el Ayuntamiento para convertir este centro en el Museo Nacional de Ciencias Naturales, tal como acordaron en noviembre. Entonces anunciaron la creaci¨®n de un consorcio en el que entrar¨ªa de forma progresiva la Generalitat a partir de 2014, para alcanzar la paridad en ocho a?os. Actualmente, el museo est¨¢ formado, aparte de por el Museu Blau, por el Jard¨ªn Bot¨¢nico, el Museo de Zoolog¨ªa y el de Geolog¨ªa. En el ¨²ltimo, cerrado al p¨²blico, se abrir¨¢, seg¨²n Omedes, un gabinete de curiosidades que explique el coleccionismo hasta el siglo XX que permitir¨¢ exponer parte de los millones de piezas que conserva este museo de m¨¢s de 130 a?os de historia.
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